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COP28

Lula confirma la adhesión de Brasil a la OPEP+

Contó con una producción media en octubre de 3,5 millones de barriles diarios

CINCO DÍAS
El presidente de Brasil,Luiz Inácio Lula da Silva. REUTERS
El presidente de Brasil,Luiz Inácio Lula da Silva. REUTERSTHAIER AL-SUDANI (REUTERS)

En una semana en la que el mercado de petróleo estuvo pendiente de las medidas que la OPEP y sus aliados tomaban para acabar con el exceso de oferta, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, confirmó en la cumbre climática COP28 que su país va a participar en la alianza de productores OPEP+. El país había sido invitado a sumarse al grupo en la conferencia ministerial celebrada el pasado jueves y en la que intervino el ministro brasileño de Minas y Energía, Alexandre Silveira. Ante el revuelo causado, el mandatario brasileño quiso aclarar que el país no será miembro de la OPEP “nunca”, sino que actuará como observador y para influir en las decisiones de los países petroleros.

Brasil es el mayor productor de petróleo de Latinoamérica y pasará a ser el vigésimo cuarto socio de la OPEP+ y el tercero de la región, junto a México y Venezuela, este último uno de los cinco países fundadores del cartel OPEP en 1960 y que hoy cuenta con las mayores reservas de crudo del mundo. Según los datos oficiales, el pasado mes de octubre Brasil tuvo una producción media de 3,5 millones de barriles diarios, aunque en agosto llegó a elevar esa cifra hasta el récord de 4,48 millones de barriles. El país espera convertirse en 2030 en el quinto mayor exportador mundial de crudo gracias al fuerte aumento de su producción, que llegará a 5,3 millones de barriles.

La medida levantó las críticas de las organizaciones ambientalistas, como Greenpeace, que consideran que la decisión es incoherente con el discurso climático que defendió el líder brasileño en la cumbre del clima. Desde la ONG creen que esta iniciativa puede poner en jaque la idea de exigir objeticos más ambiciosos a los países desarrollados. Lula no tardó en reaccionar y aprovechó la red social X para reiterar la importancia de superar la política de combustibles fósiles y convencer a los países que producen petróleo de que tienen que prepararse para reducir esta dependencia. Ese es el objetivo que tratará de perseguir el país con su participación en la alianza.

El mandatario brasileño, que acudió a la cumbre del clima con una agenda de defensa de la selva tropical, señaló que los países que ganan dinero del petróleo pueden emplear sus ingresos para ayudar a los países en desarrollo a financiar proyectos con energías renovables como la eólica, el hidrógeno verde o la solar. “Es verdad que necesitamos disminuir el combustible fósil, pero también es verdad que necesitamos crear alternativas. Antes del sectarismo se necesita ofrecer a la humanidad opciones”, aseguró a la prensa. El gobernante no habló de las políticas de cuotas de producción de la OPEP+, pero el presidente de la petrolera estatal Petrobras, Jean Paul Prates, adelantó a la prensa que su país no participará en esa política.

El jueves, cuatro días después de lo previsto, la OPEP+ acordó un recorte de la producción de un millón de barriles al día. La noticia, que se movía en línea con lo esperado, tuvo impacto nulo en el mercado. El Brent concluyó el viernes en los 78,88. Parte del efecto limitado de la medida se debe a que las nuevas restricciones son voluntarias, algo que unido a la tradicional falta de compromiso de muchos de sus miembros a la hora de cumplir con los recortes genera gran desconfianza entre los inversores.

Luiz Inácio Lula da Silva aprovechó el marco de la cumbre del clima para reprochar a Francia su oposición al acuerdo entre Mercosur y la UE. “Cada país tiene derecho a tener una postura. Francia siempre ha sido el país más difícil para llegar a acuerdos, porque es más proteccionista. No es la misma posición que la Unión Europea”, señaló el mandatario brasileño a medios brasileños. La firma de un acuerdo comercial entre ambas regiones estaba prevista para la próxima semana, pero se pospondrá ya que los compromisos adicionales requerirán la aprobación del recién elegido presidente de Argentina, Javier Milei. El acuerdo UE-Mercosur crearía un mercado integrado de 780 millones de consumidores, lo que lo convertiría en el mayor de la historia del bloque europeo y en uno de los mayores pactos de libre comercio del mundo.

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