Quién es quién en la sucesión de Warren Bufett
El holding tiene claros planes de sucesión. El mercado vislumbra el fin de una era
Warren Buffett y Charlie Munger han logrado durante seis décadas ejercer de tándem inversor perfecto, encumbrados a la categoría de estrellas de la inversión gracias a sus espectaculares resultados y a su legión de seguidores. El fallecimiento este martes de Munger abre la puerta a una sucesión, que se espera sin sorpresas, al frente del conglomerado industrial Berkshire Hathaway y que implica el fin de una era.
Munger ejerció en los últimos 45 años de alter ego de Buffett, quien reconoció que su mano derecha era en verdad el creador del estilo de inversión de Berkshire Hathaway. “El plan que me dio fue simple: olvídate de lo que sabes sobre comprar negocios justos a precios maravillosos; en lugar de eso, compre negocios maravillosos a precios justos”, escribió años atrás el Oráculo de Omaha.
La avanzada edad de ambos –Munger ha fallecido semanas antes de cumplir los 100 años y Buffett cuenta con 93– ha impulsado en los últimos años un perfil más público de los dos vicepresidentes del conglomerado: Greg Abel y Ajit Jain, llamados a tomar algún día las riendas del holding en su ausencia, siendo Abel quien sustituirá en el cargo a Buffett.
Greg Abel (1962, Edmonton, Canadá) es desde 2018 vicepresidente de actividades no de seguros de Berkshire Hathaway. En sus orígenes, este fanático del hockey trabajó repartiendo publicidad o rellenando extintores para la compañía donde trabaja su padre para pagar sus estudios. Ese mismo año era nombrado Ajit Jain (1951, Sundargarh, India) vicepresidente de seguros. Jain ejercerá de Munger en el futuro dueto a petición propia, según ha destacado en alguna ocasión Buffett.
La pareja estará acompañada además por Howard Buffett, hijo mayor de Buffett, quien se convertirá en presidente no ejecutivo y estará dedicado a preservar la cultura de Berkshire. Juntos serán los llamados a dirigir el mayor holding empresarial del mundo con participaciones en gigantes como Apple, Coca-Cola o Bank of America.
En contra tendrán el listón dejado por Buffett y Munger, quienes pasaban varias horas al día hablando por teléfono. Horas que no temían en dedicar a responder a los inversores de Berkshire cada año en una junta de accionistas que edición tras edición se ha convertido en lugar de peregrinación de inversores de todo el mundo. “No hay duda de que la relación que Warren tiene con Charlie es única y no se duplicará”, reconoció meses atrás Jain, quien añadió que “no interactuamos entre nosotros con tanta frecuencia como lo hacen Warren y Charlie. Pero cada trimestre hablaremos entre nosotros sobre nuestros respectivos negocios”.
Abel y Jain contarán además con una retaguardia poderosa, acostumbrada a vivir bajo la sombra de Buffett. El nonagenario sigue contando con Todd Combs y Ted Weschler, quienes le ayudan a gestionar las inversiones en Bolsa de Berkshire valoradas en más de 300.000 millones de dólares. Sobre ellos ha bromeado más de una vez Buffett: “Estos fueron los únicos chicos que encontramos que leen tanto como nosotros”.
Entre todos ellos tendrán que asumir algún día un ingente legado, no apto para temerosos, y crear su propio estilo de inversión.
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