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EiDF discrepa de su auditor y defiende que actuó para tener fondo de maniobra positivo en 2022

Asegura que su fondo de maniobra habría sido positivo en 3,3 millones a cierre de 2022 si se tienen en cuenta las medidas que tomó cinco meses después. Según PwC, el pasado ejercicio concluyó con un agujero contable de 20,93 millones de euros

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Fernando Belinchón

Este miércoles, EiDF, la empresa de energía renovable que permanece suspendida de cotización desde el 14 de abril en el BME Growth por problemas en la presentación de sus cuentas de 2022, ha emitido un nuevo comunicado sobre sus resultados en el que defiende que el fondo de maniobra negativo que muestran fue fruto de un ajuste contable. Las cuentas reformuladas y auditadas que se publicaron la semana pasada con meses de retraso reflejaban un fondo de maniobra negativo por valor de 20,93 millones de euros, según señaló su auditor, PwC. Esto, según las palabras literales del informe de PwC, “indica la existencia de una incertidumbre material que puede generar dudas significativas sobre la capacidad del grupo para continuar como empresa en funcionamiento”.

El fondo de maniobra pone en relación los recursos y las deudas que tiene que afrontar una empresa en el corto plazo. Si es negativo, entonces las obligaciones superan a la capacidad de afrontarlas. En su comunicado de este miércoles, la compañía defiende sin embargo que, pese a que su fondo de maniobra a 31 de diciembre de 2022 según las cuentas auditadas fue efectivamente negativo, si se tienen en cuenta un pacto que alcanzó con uno de sus prestamistas el 31 de mayo de 2023 y la calificación de la deuda que todavía le falta por pagar a la propia EiDF por la compra de ODF, entonces, su fondo de maniobra a cierre de 2022 hubiese sido positivo. De esta forma, EiDF sostiene que, gracias a un acuerdo al que llegó cinco meses después de cerrar el ejercicio 2022, su fondo de maniobra sería a 31 de diciembre de ese año de 3,3 millones de euros en positivo.

En las cuentas auditadas, PwC hacía notar la semana pasada que lo que propició la entrada en negativo del fondo de maniobra en 2022 fue, según explicó la auditora, “la adquisición de determinados activos en el marco de un plan de crecimiento y estrategia de ampliación y refuerzo del negocio, activos fotovoltaicos o comercialización de energía; el traspaso a corto plazo de la deuda concedida por Iberian Direct Lending debido al incumplimiento de ratios financieros (19,5 millones de euros); la emisión de pagarés a corto plazo (18 millones de euros) para financiar inversiones de largo plazo; fuerte inversión en el desarrollo y construcción de parques (desarrollo de permisos y obra ejecutada) para las filiales, cuyo cobro, debido a la naturaleza del proceso, no se prevé como probable en el corto plazo”.

Hoy EiDF dice lo siguiente: “En las cuentas anuales consolidadas auditadas se ha clasificado el préstamo de Iberian Direct Lendindig como préstamo a corto plazo, aunque su vencimiento es a 5 años, ya que a 31 de diciembre se incumplía la condición de mantener un ratio de deuda financiera neta/Ebitda = 2,5. Con fecha 31 de mayo de 2023, el citado fondo otorgó una dispensa (waiver) al cumplimiento de dicha condición, por lo que el préstamo volvería a clasificarse como préstamo a largo plazo. El importe del préstamo es de 19,5 millones y va íntegramente destinado a la construcción de parques fotovoltaicos. Como señalan las cuentas anuales consolidadas auditadas en su nota 12.3 sólo la reclasificación de este préstamo a largo plazo así como la cuenta a pagar por la compra de ODF, ya darían un fondo de maniobra positivo de 3,3 millones a 31 de diciembre”.

Según las cuentas auditadas de la compañía, en 2022 EiDF cerró con una deuda financiera neta de 137,8 millones de euros. El resultado consolidado del ejercicio arrojó unas pérdidas de 2,71 millones de euros.

En el comunicado de este miércoles, EiDF también da cuenta del resto de pasos que ha ejecutado para mejorar la situación de su fondo de maniobra. Así, la empresa destaca el pago de pagarés que ha acometido en lo que va de año. La compañía ha amortizado 13,2 millones de pagarés. Para afrontar parte de su pago, EiDF pidió un préstamo al socio mayoritario Prosol Energía S.L. por importe de 8 millones de euros.

Aunque EiDF aseguró el día de la presentación de las cuentas que todas las medidas que ha seguido para sostener su fondo de maniobra le habían permitido situarlo en 12,5 millones de euros en positivo a día de hoy, PwC se reafirmaba en el documento. “Nuestra opinión no ha sido modificada en relación con esta cuestión”, dicen las cuentas auditadas en el punto que hace referencia a la incertidumbre sobre la capacidad de seguir operando como empresa en funcionamiento.

La puntualización de este miércoles por parte de EiDF llega después de que este mismo lunes la CNMV le comunicara a la empresa que no es suficiente con la información que ha publicado hasta el momento para retomar la cotización en Bolsa. “Hemos requerido a la sociedad la publicación de información adicional tras analizar la que ya ha publicado”, reconocieron en la CNMV.

EiDF aún no ha hecho público el informe forensic encargado a Deloitte, el otro auditor al que recurrió la compañía después de que la CNMV la suspendiera de cotización y de cuyo trabajo tendrá que extraerse la imagen completa de la contabilidad de la compañía.

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Fernando Belinchón
Madrid. 1994. Máster en periodismo económico por la Universidad Rey Juan Carlos. Redactor de la Mesa Web de CincoDías. En el periódico desde 2016.

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