El Ibex firma su peor semana en cuatro meses por el temor a más subidas de tipos
El selectivo encadena cuatro sesiones consecutivas a la baja y pelea por mantener los 9.200 puntos
El apetito por el riesgo que ayudó a las Bolsas a prolongar el rally en la primera mitad del año se desvanece. Después de que la renta variable firmara su mejor semestre en años, en las primeras sesiones de julio la corrección empieza a abrirse camino, un proceso que se ha visto acelerado por el aumento de las rentabilidades de la deuda ante las expectativas de tipos más altos. El Ibex no escapa a esta corriente y en cuestión de una semana el selectivo ha pasado de sumar seis sesiones consecutivas al alza, su mejor racha desde mediados de abril, a encadenar cuatro jornadas de pérdidas. Con una caída del 0,39% el viernes, la Bolsa cede un 3,6% semanal. El Ibex se despide de los máximos anuales que registraba a comienzos de mes y pelea por no perder la barrera de los 9.200 puntos.
Las expectativas de que el coste de financiación siga aumentando a medida que suben los tipos explican el comportamiento que registraron el viernes las energéticas. Con una caída del 4,28%, Iberdrola lideró los recortes. A la compañía que preside José Ignacio Sánchez Galán se sumaron otras utilities como Naturgy (-1,37%), Enagás (-0,95%) y Redeia (-1%). Junto a los descensos de las energéticas destacaron los recortes de firmas muy endeudadas como Cellnex (-1,7%) y Telefónica (-1,14%).
Los bancos son las cotizadas más beneficiadas por el repunte de las rentabilidades de la deuda. La posibilidad de que los tipos sigan subiendo sirvieron de impulso a las entidades, especialmente a las domésticas. En la recta final de la semana Unicaja (3,75%) lideró las ganancias de la Bolsa. No muy lejos de esta se situaron Bankinter (3%) y Sabadell (3,12%). Las ganancias de los bancos fueron generalizadas. Santander sumó un 0,6%; BBVA, 0,79% y CaixaBank, un 0,6%. Junto a las entidades destacaron los ascensos de Fluidra (3,57%) y Solaria (2,52%).
Las subidas registradas el viernes por la mayoría de los índices europeos no sirvieron para borrar las pérdidas semanales. A excepción del Mib italiano, que moderó las pérdidas al 1,6% en las últimas cinco jornadas, el Dax alemán (-3,37%), el Cac francés (-3,89%), el FTSE británico (-3,65%) y el Euro Stoxx 50 (-3,69%) firmaron el peor balance desde mediados de marzo. Además de por el alza de las rentabilidades, las caídas de la Bolsa alemana se vieron agravadas por el retroceso (-0,2%) que registró la producción industrial alemana, una señal que acrecienta lo temores de recesión.
Los descensos tuvieron su réplica al otro lado del Atlántico. En una semana marcada en EE UU por el festivo del día de la Independencia, el Dow Jones cedió un 0,55%. Pero más que por el festivo del martes, lo más destacado de la semana fue la publicación de las actas de la Fed y la fortaleza que muestra el mercado laboral. Las expectativas de subida de tipos se vieron reforzadas por los datos de empleo. En junio la economía estadounidense creó 209.000 puestos de trabajo y aunque se situó ligeramente por debajo de los 230.000 puestos que auguraban los analistas, la tasa de paro bajó una décima hasta situarse en 3,6%. Es decir, se aproxima a los mínimos del 3,4% que registrados antes del estallido de la pandemia.
La solidez que muestra el mercado laboral da margen a la Reserva Federal para seguir subiendo el precio del dinero. El mercado no duda que dentro de dos semanas el banco central de EE UU volverá a elevar los tipos en 25 puntos básicos y día a día cobra fuerza la posibilidad de un nuevo incremento a la vuelta de las vacaciones. En sintonía con lo señalado por Jerome Powell en sus últimas comparecencias, las tasas podrían subir dos o más veces antes de que concluya el año.
Las expectativas de tipos más altos no se limitan a EE UU. El vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, señaló que, aunque la inflación subyacente está dando muestras de moderación, la institución volverá a subir el precio del dinero en julio. Más abierto queda lo que pueda ocurrir en septiembre, reunión para la que todas las opciones están sobre la mesa. En una entrevista en un diario francés Christine Lagarde reiteró el mensaje de que mientras los márgenes empresariales y los sueldos sigan subiendo, el organismo continuará con el endurecimiento monetario.
En este escenario las rentabilidades de la deuda prolongaron los ascensos. El bono español a 10 años sumó 30 puntos básicos en la semana, hasta el 3,7%. La deuda española con vencimiento en 2033 experimentó el mayor ascenso semanal en un año y se sitúa en niveles de marzo. Por su parte, la deuda alemana al mismo plazo avanzó 24 puntos básicos, hasta el 2,6%. El alza de los rendimientos acusa la inversión de la curva de deuda. El bono germano a dos años se sitúa en el 2,5% mientras el estadounidense roza el 5%, máximos de 2007. Por su parte, la deuda de EE UU a 10 años supera el 4% por primera vez desde la caída de Silicon Valley Bank. Como señala Juan José Fernández Figares, director de inversiones de Link Gestión, las expectativas de tipos más altos han neutralizado el impacto de la crisis bancaria.
En el mercado de materias primas, el Brent avanzó un 4,85% semanal y se situó en los 78,53 dólares. Los recortes de producción de la OPEP+ neutralizaron las presiones a la baja que ejercen los temores de recesión. Estos se han visto acrecentados por la ausencia de estímulos que ayuden a impulsar la recuperación de China.
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