Bolsa

El Ibex se queda atrás mientras el Dax alemán y el Cac francés rondan máximos históricos

El tirón del sector industrial y el lujo impulsan a las Bolsas europeas

Carlos Cortinas Cano

La apatía se instala en las Bolsas. Con los inversores pendientes de los movimientos de los bancos centrales y el enfrentamiento político que mantienen republicanos y demócratas para elevar el techo de deuda en EE UU, la cautela predomina en la renta variable. A pesar de esta prudencia, en las últimas semanas algunos índices europeos han logrado marcar récords. El último en hacerlo ha sido el Dax alemán. La Bolsa germana se suma a la francesa y el viernes revalidó sus máximos históricos, un comportamiento que contrasta con el de otros índices como el Ibex 35. Su objetivo más inmediato es recuperar los niveles previos a la caída de Silicon Valley Bank y está a un 41,7% de los máximos registrados en 2007.

Hay que considerar en todo caso, como recuerda Natalia Aguirre, responsable de estrategia de Renta 4, que el Dax no descuenta los dividendos. Para hacer una comparativa más exacta habría que coger el Ibex con dividendos, un índice que el 19 de abril marcó máximos gracias a que las cotizadas españolas han retomado la retribución al accionista, suspendida con la pandemia. Alfonso de Gregorio, director de inversiones de Fi­naccess Value, considera que la fortaleza mostrada por el Dax alemán –en el año sube un 16%– es más sólida que la del Cac francés (13,98%). “Se trata de un índice más diversificado, que refleja mejor a la economía”, señala.

El gestor explica que el buen comportamiento que está registrando la Bolsa alemana se debe a la rotación sectorial. Después de un inicio de año en el que las expectativas de tipos altos alentaron la recuperación de los bancos, en los últimos meses las sacudidas experimentadas por las entidades regionales en EE UU y la caída de Credit Suisse en Europa han consumido parte de esos ascensos. Esto, unido a la moderación del tono por parte de la Reserva Federal y el BCE, está ejerciendo de freno. Aunque en el año el sector europeo sube un 8,7%, sigue un 10% por debajo de los máximos anuales. Y mientras en índices como el Ibex y el Mib italiano, los bancos tienen un elevado peso, en otros como el Dax son sectores como el industrial los que más ponderan.

Como señala Sergio Ávila, analista de IG Markets, en la fortaleza del índice tiene mucho que ver la composición. Las cotizadas de software como SAP (26,4%), servicios de ingeniería como Siemens AG (36,4%) así como firmas armamentísticas y compañías de automoción como Rheinmetall (36,2%), Mercedes (16%) o BMW (25,3%) han servido de impulso a la Bolsa alemana. En un momento en el que los inversores han empezado a virar hacia firmas de calidad y de perfil defensivo como el tecnológico, el Dax dispone de un amplio abanico. A diferencia de las grandes tecnológicas estadounidenses, las firmas alemanas como SAP e Infineon tiene un modelo de negocio más sólido, con fuerte generación de caja, fidelización por parte de los clientes y sólidos resultados. Asimismo, como señala de Gregorio en Infineon el coche eléctrico representa una gran oportunidad porque necesitan más semiconductores.

Junto a la composición de los índices, la evolución macroeconómica también juega un papel destacado. Después de cerrar el cuarto trimestre con una contracción del 0,5%, en los tres primeros meses del año la economía alemana logró escapar por la mínima a la recesión técnica. Ávila señala que la locomotora de Europa ha empezado a mostrar signos de recuperación en los últimos meses, particularmente en el sector servicios, que continúa en expansión. Esta resistencia ha contribuido a que la probabilidad de recesión en Europa haya pasado del 85% de comienzos de año, al 40% actual.

De Gregorio explica que tanto en la Bolsa alemana como en la francesa existe una correlación directa entre los precios de la energía y la evolución de la economía. Aunque en 2022 el estallido de la guerra en Ucrania y las restricciones impuestas a Rusia llevaron al gas a los 311 dólares, máximos históricos, en la actualidad está por debajo de los 30 dólares. Es decir, mínimos de junio de 2021, cuando continuaban vigentes muchas de las restricciones a la movilidad impuestas tras el estallido del Covid. “La eurozona ha evitado durante el invierno la profunda crisis energética anticipada el año pasado”, señala Juan José Fernández-Figares, director de inversiones de Link Gestión.

No obstante, los máximos de la Bolsa francesa se explican en gran medida por las firmas del lujo. Estas cotizadas son una opción atractiva en los momentos de inflación elevada por su demanda inelástica, a lo que se sumó en los últimos meses la reapertura de China. Después del tirón experimentado en los últimos meses, la debilidad de los últimos datos que se han publicado evidencian que, como señala Figares, las expectativas estaban algo infladas. Por su parte, los expertos de Deutsche Bank señalan que para prolongar el rally es necesario que las ganancias aumenten.

Junto a las firmas del lujo, entre los componentes del Cac existe un elevado peso industrial. “Venimos de un 2022 en el que lo industrial ha captado la atención de los inversores y esa inercia pro-industria se mantiene y beneficia a Europa, especialmente a Francia y Alemania”, señala Víctor Alvargonzález, analista de Nextep Finance.

Margen para seguir subiendo

Alemania. Los analistas de Spectrum Markets señalan que si se atiende al índice Serix de sentimiento de los inversores minoristas, estos esperan un nuevo impulso alcista. El pasado 22 de mayo el índice elabora por la firma alcanzó los 106 puntos, un nivel alcista. “Esto sugiere que los inversores minoristas siguen confiando en la economía alemana”, señalan.
Francia. Nicolás López, director de renta variable de Singular Bank, señala que los recientes ascensos registrados por la Bolsa alemana se han visto acelerados por la rotación de los inversores desde las firmas del lujo hacia las compañías tecnológicas, de las que el Dax puede dar buena cuenta. La falta de un rebote milagroso como el que se esperaba en los datos macroeconómicos de la economía china unida a las exigentes valoraciones que registran las firmas del lujo han contribuido a que en las últimas sesiones firmas como LVMH y Hermès hayan evaporado 30.000 millones de capitalización.
España. En la debilidad mostrado por el mercado español ha influido mucho el elevado peso de la banca, el negocio con peor comportamiento en la última década, y las utilities, un sector muy regulado. López destaca el selectivo español anda huérfano de compañías de crecimiento que tomen el relevo a las entidades y las utilities, dos negocios muy dependientes de la regulación, algo que desincentiva la inversión de los extranjeros.

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