Tesla entrega a su consejero delegado, Elon Musk, 54.750 millones de dólares en acciones
La memoria de la empresa detalla que se han cumplido los hitos que permiten al ejecutivo comprar 303 millones de títulos por ‘solo’ 7.000 millones
Probablemente sea la mayor retribución que un alto directivo de una multinacional cotizada ha cobrado en la historia del capitalismo. Pero todo o casi todo lo que rodea al estadounidense Elon Musk está teñido de espectacularidad, no poca extravagancia y, sin duda, polémica.
El martes de la pasada semana Tesla, la empresa automovilística controlada por Musk y de la que es su primer ejecutivo, celebró su junta de accionistas. En la documentación que se entregó a los socios de la empresa y que figura registrada en la SEC, el regulador de los mercados de Estados Unidos, entre las aclaraciones y explicaciones que se dan sobre resultados, cuotas de mercado, ingresos, activos, pasivos y dividendos se reserva no poco espacio a detallar, justificar y concretar el apabullante e hipermultimillonario paquete de compensación en acciones que la empresa diseñó en 2018 para su consejero delegado.
La empresa desvela que en la fecha de elaboración del documento entregado a sus accionistas “se han alcanzado y certificado todos los hitos” previstos por el consejo de desempeño en la empresa (entre otros capitalización, resultados, ventas de unidades, cuota de mercado) y, en consecuencia, los 12 tramos de los que consta el “premio de rendimiento del CEO de 2018 que representan opciones para adquirir un total de 303,96 millones de acciones de Tesla se han vuelto ejercitables, sujetos al pago por parte de Elon Musk del precio de ejercicio fijado (23,34 dólares por acción) y condicionados al período de retención mínimo de cinco años aplicable en general a cualquier acción que adquiera al ejercer el derecho de compra”.
Esto significa que Elon Musk ha de pagar a su empresa la friolera de 7.094 millones de dólares, como precio de ejercicio, para obtener el paquete de acciones citado. Un paquete que al precio del cierre de la sesión del pasado viernes en el Nasdaq estadounidense está valorado en 54.755 millones de dólares. Solo a efectos comparativos los 303,96 millones de acciones de Tesla tienen un valor similar al de dos ‘telefónicas y media’ o un poco menos de la capitalización bursátil actual de Banco Santander.
Cierto que Musk no podrá venderlas en cinco años, pero en el momento en el que ejecute todo el paquete tendrá en su poder un 9,6% adicional de la capitalización bursátil actual del gigante de la automoción.
En su informe anual, la empresa hace un repaso del sistema de retribución del que ha disfrutado Musk tradicionalmente en la compañía. En realidad es el comité de remuneraciones del consejo de administración el que asegura que tanto el Premio por Desempeño del CEO de 2018, cerrado ahora en 2023, como el premio de opciones sobre acciones basado en el rendimiento otorgado en agosto de 2012 se enfocaron en crear incentivos para que Musk “siguiera contribuyendo a crear resultados exitosos en el futuro”.
La empresa recuerda que además de trabajar como primer ejecutivo desde octubre de 2008, Elon Musk “contribuyó significativamente y de manera activa a Tesla, desde nuestros primeros días en abril de 2004, reclutanto ejecutivos e ingenieros, contribuyendo al diseño y a la ingeniería de vehículos, recaudando capital, atrayendo inversores y aumentando nuestra visibilidad pública”.
Sin salario
Desde el momento fundacional de la compañía Musk recibía de Tesla un salario base que, según la empresa, “reflejaba los requisitos mínimos de salario establecidos por la ley de California y estaba sujeto a impuestos sobre la renta”. Sin embargo Musk renunció en 2019 a recibir salario alguno. Y antes de los premios en opciones sobre acciones que recibió en diciembre de 2009, Musk no tuvo compensación en acciones durante cinco años.
Pero en 2010 y 2011 tampoco recibió acciones como compensación a su trabajo. Y fue así porque el consejo consideró que las asignaciones otorgadas en el citado diciembre de 2009 “ya proporcionaban suficiente motivación para que Musk cumpliera con sus funciones”.
No fue hasta 2012 y con ocasión de la puesta en el mercado de los coches de Tesla; Model S y los programas previstos para el Model X y Model 3, la empresa otorgó a Musk opciones sobre acciones para adquirir 79,12 millones de acciones, que en aquel momento representaban el 5% de las acciones emitidas y en circulación de la compañía.