El Ibex hace equilibrios sobre los 9.000 puntos
El selectivo español cae un 0,44% y se distancia de Europa
La volatilidad de las jornadas anteriores dio paso a una calma tensa. Aunque el rescate de Credit Suisse sigue generando muchos interrogantes y la banca estadounidense continúa en la diana, los inversores optaron por mantener la cautela. La decisión de la Reserva Federal, que se conoció con las bolsas europeas cerradas, pesaba y mucho sobre unos mercados que en las dos últimas semanas han vivido a golpe de titular y conteniendo el aliento para que la sacudida que azotaba al sistema bancario no terminara desembocando en una crisis como la vivida en 2008. En este escenario el Ibex 35, que durante gran parte de la jornada se mantuvo en positivo, concluyó con una caída del 0,44%. A pesar de este pobre desempeño, el selectivo español logró mantener los 9.000 puntos que recuperó el martes.
Los valores que ayudaron al selectivo a conservar el tipo fueron las cotizadas de mayor capitalización, los conocidos como blue chips. Después de las sacudidas experimentadas desde la caída de Silicon Valley Bank (XVB), Santander y BBVA optaron por prolongar las subidas de la sesión anterior y avanzaron un 0,22% y un 0,27%, respectivamente. Junto a los dos colosos del sistema financiero español se situaron Inditex (0,52%), Repsol (0,81%). A pesar de la cautela, el rojo volvió a imperar entre los integrantes del Ibex 35. Bankinter (-4,97%), Merlin Properties (-3,86%), Colonial (-3,53%) y Unicaja (-2,21%) fueron las firmas con peor desempeño.
La cautela se impuso en el resto de índices europeos, pero a diferencia del Ibex y del Mib italiano (-0,12%) el resto logró sumar su tercera sesión consecutiva al alza. Eso sí, los ascensos fueron mucho más moderados. El Dax alemán repuntó un 0,14% y el Cac francés, un 0,26%. La Bolsa británica, que ayer tuvo que hacer frente al repunte de la inflación y a las expectativas de que el Banco de Inglaterra vuelva hoy a subir los tipos, no escapó a los ascensos y avanzó un 0,41%.
La inestabilidad que ha imperado en la renta variable en las últimas semanas ha tenido también su reflejo en la renta fija. En las últimas jornadas el mercado de deuda se ha movido entre las expectativas de tipos y el afán de los inversores por buscar refugio ante las caídas que sufrían las Bolsas. En lo que respecta a la política monetaria, más allá de la reunión de la Reserva Federal, ayer la presidenta del BCE, Christine Lagarde, dejó en el aire la posibilidad de seguir adelante con las subidas de tipos. Es decir, una semana después de subir los tipos en 50 puntos básicos, la responsable de la institución volvió a dar muestra de su compromiso por mantener una estrategia flexible y señaló que todas las posibilidades están sobre la mesa. Aunque sea de manera muy sutil trató de rebajar las tensiones y reiteró que están preparados para hacer lo que sea necesario. En este escenario, la rentabilidad de la deuda española a 10 años repuntó tres puntos básicos, hasta el 3,36%, el mismo incremento que experimentó la deuda alemana al mismo plazo que se situó en el 2,3%.
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