'The morning show': Medios de comunicación y tecnológicas
Los diez capítulos de esta tercera temporada son una clase magistral sobre adquisición de empresas
La tercera temporada de The morning show, la estupenda serie de Apple TV protagonizada y producida por Jennifer Anniston y Reese Whiterspoon, aborda, como hacía en sus dos previas temporadas con el movimiento #MeToo o con la pandemia originada por el Covid, un tema de máxima actualidad: las dificultades de los medios de comunicación tradicionales. En este caso, la desventuras de la cadena de televisión ABC, donde trabajan ambas protagonistas, para sobrevivir frente a la irrupción del streaming y de las redes sociales. También narra como la cadena de noticias se plantea su venta a un nuevo inversor financiero que, casualmente, es el propietario de una empresa tecnológica. ¿Les suena de algo? Multimillonarios dueños de compañías tecnológicas adquiriendo medios de comunicación.
La serie no solo aborda el debate sobre la libertad de información, sino que muestra de forma muy amena todos los entresijos que la adquisición de una gran empresa por otra aún mayor suele conllevar. The morning show expone como el adquirente debe contar con el beneplácito del consejo de administración y de la alta dirección para que su propuesta de adquisición o entrada mayoritaria en el capital pueda prosperar. También refleja el papel de los abogados y auditores en el proceso de due diligence de la empresa objeto de compra, y como cualquier noticia que pueda afectar al valor de la compañía en esos momentos es crucial. La búsqueda de contraofertas o de inversores alternativos también suele ser una realidad cuando al inversionista se le aprecia como un ente hostil que no quiere hacer crecer la compañía, sino que pretende trocearla y venderla al mejor postor y, en The morning show, está muy bien reflejada. La compra de fidelidades en la alta dirección en esos momentos es también típica de estas operaciones, y la serie habla sin ningún tipo de petulancia legal de los golden parchute (compensación del trabajador cuando se retira), y de los acuerdos de confidencialidad. Los diez capítulos de esta tercera temporada son, en definitiva, una clase magistral sobre adquisición de empresas.
Pero es que, por fortuna para los aficionados a las series y al derecho, The morning show es también una de las mejores series del año, sumamente entretenida, humana y adictiva. Porque no solo trata sobre temas de actualidad y los revela con un montaje dinámico, un diseño de producción cuidado, diálogos inteligentes e interpretaciones estupendas, si no que, además, la serie se sustenta en personajes muy bien definidos, que se ven superados en muchas ocasiones por sus actos o por la posición profesional que ostentan, y que actúan de una forma que reconocemos perfectamente como espectadores. El valor de la amistad, del amor, del compañerismo y la solidaridad bien entendidos: todo ello se transmite a través de la historia que la serie nos narra.
En suma, una de las mejores series de televisión que actualmente podemos visionar y que temporada a temporada ha sabido profundizar, de una forma inteligente y nada maniquea, tanto en los personajes sobre los que hace recaer el peso de la historia como en los temas actuales a los que nuestra sociedad se está enfrentando en los últimos tiempos.
Jose Luis Luceño Oliva, profesor de Loyola Másteres.