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Estados Unidos
Tribuna
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La nueva política de Trump hacia Cuba

Las reformas no son aún efectivas, ya que tienen que ser publicadas por el Departamento del Tesoro Los turistas de EEUU podrán alojarse en hoteles ajenos al sector militar o en casa de Airbnb

El Presidente Donald Trump saluda desde la Casa Blanca.
El Presidente Donald Trump saluda desde la Casa Blanca.Alex Brandon (AP)
CINCO DÍAS

El pasado 16 de junio, el Presidente Donald Trump anunció la cancelación de las medidas hacia Cuba tomadas por el expresidente Barack Obama el 17 de diciembre de 2014. En la ciudad de Miami, el Presidente Trump comentó que “cancelaba de inmediato todas las medidas tomadas por la pasada administración”. Sin embargo, los cambios anunciados no tomarán efecto hasta que las regulaciones no se hagan oficiales, y eso podría tomar meses. El Departamento del Tesoro tiene 30 días para revisar las propuestas anunciadas. Después de esos 30 días, comenzará a redactar las nuevas regulaciones. Hasta que dichas regulaciones no estén redactadas y presentadas como nuevas medidas, nada es oficial.

Los posibles cambios regulatorios son los siguientes. Las compañías y personas americanas no podrán hacer negocios con compañías cubanas vinculadas con los militares. Esto no significa que las compañías americanas no puedan hacer negocios con el gobierno de Cuba en absoluto. De hecho, el Gobierno de Cuba mantiene otro 60% de la economía que no está vinculado con el sector militar. Las compañías americanas tendrían que analizar si su contraparte en la isla es manejada por el sector militar o no antes de entrar en algún negocio con el gobierno de Cuba. Por ejemplo, GAESA es la compañía más grande en Cuba y es controlada por el sector militar del país. GAESA es responsable de grandes sectores de la economía cubana, como el turismo, que representan el 20% de la misma. GAESA, sin embargo, no maneja el puerto de la Habana ni los aeropuertos en Cuba. Es por eso que las compañías de cruceros y las aerolíneas comerciales americanas podrán seguir funcionando sin ningún problema. También es bueno aclarar que todas las autorizaciones con las que contaban las compañías americanas antes del anuncio del Presidente Trump para hacer negocios con el sector militar en Cuba no serán revocadas.

Otro importante cambio regulatorio será en el ámbito de las restricciones a los americanos al viajar a Cuba. Antes de que el expresidente Obama cambiara la política de Estados Unidos hacia Cuba, los americanos sin ningún tipo de lazo familiar en Cuba sólo podían viajar usando una licencia general llamada “persona-a-persona.” Esta licencia requería que el americano tuviera un tipo de acercamiento con cubanos en la isla. La licencia sólo podía ser utilizada por grupos organizados por agencias de turismo. Estos grupos tenían que tener un itinerario detallado de su visita a Cuba, sin incluir nada que fuera turismo, pues eso todavía está prohibido debido al embargo. Esta vía era la única posibilidad para que un americano común y corriente visitara Cuba. Una vez en el poder, el expresidente Obama eliminó ese requerimiento y permitió que los americanos viajaran individualmente a Cuba sin necesidad de grupos con la licencia “persona-a-persona”. El Presidente Trump anunció que quitaría esa facilidad y que volverían a los grupos organizados por las agencias de turismo. También añadió que los americanos viajando a la isla no podrán quedarse en hoteles ni comer en restaurantes manejados por GAESA, o el sector militar. Los americanos tienen la posibilidad de quedarse en otros hoteles del gobierno que no sean manejados por el sector militar o en casas particulares que sean proveedoras de la compañía Airbnb. Los americanos podrán comer en “paladares”, que son restaurantes del sector privado.

Como comenté anteriormente, ninguno de estos posibles cambios regulatorios son oficiales hasta que el Departamento del Tesoro emita las nuevas regulaciones. Esto podría tomar entre cuatro y cinco meses.

Karel Suarez es abogado en el bufete Diaz, Reus & Targ, LLP en Miami.

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