Ir al contenido
_
_
_
_
EL FARO DEL INVERSOR
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Confirmado que hay burbuja en tecnología, ¿ahora qué?

Otros sectores ofrecen valoraciones más atractivas y mejores potenciales

¿Hay burbuja o no hay burbuja en tecnología? Respuesta corta: sí, hay burbuja. Los que tuvimos la oportunidad de vivir en carne propia la crisis de las puntocom nos da la sensación de que ya hemos visto esta película. El 2000 y la situación actual tienen muchas similitudes, al igual que también muchas diferencias. Pero la esencia es la misma: un planteamiento erróneo que identifica revolución tecnológica con rentabilidades futuras.

A principios de milenio, internet cambió el mundo, pero provocó cuantiosas pérdidas a muchos inversores. La inteligencia artificial cambiará todo o casi todo, pero no podrá evitar que muchos inversores sufran pérdidas significativas de capital.

A finales de los 90 comenzó a tomar forma la revolución de internet. La interconexión de datos a gran velocidad suponía un avance tecnológico que permitiría cambiar la forma en la que se trabajaba, en la que se comerciaba y en la que se vivía. Es un hecho que internet cambió el mundo. Pero eso no fue suficiente para justificar las valoraciones que habían alcanzado muchas compañías entonces.

En marzo de 2000, Microsoft era la mayor compañía en Estados Unidos y en el mundo. Tras el estallido de la burbuja, Microsoft cedió tres cuartas partes de su valor en Bolsa y tardó 16 años en volver a alcanzar su anterior máximo.

Cisco, dedicada a proveer la infraestructura de internet, era la segunda mayor compañía por capitalización bursátil. Tras el pinchazo, bajó un 90% y tardó la friolera de 25 años en recuperar su máximo anterior. Y ni Microsoft ni Cisco tuvieron problemas serios en sus negocios, siguieron creciendo de manera sana. Pero no tanto como se esperaba. Y estas son las que fueron bien. Hay otras como America On Line (AOL) o nuestra cercana Terra que desaparecieron diluidas entre otras.

Muchos rebatirán que las compañías de entonces no ganaban casi dinero y las de ahora sí que ganan, y mucho. Y es verdad. Pero no estamos seguros de que eso sea bueno. Las valoraciones altas solo las justifica un crecimiento muy elevado. Y el crecimiento es más fácil cuando se es pequeño que cuando se es grande. Por ejemplo, Nvidia fabrica hoy el 90% de los chips dedicados a inteligencia artificial y vende con un margen de un 70%. ¿Cuánto puede durar ese milagro? No lo sabemos. Pero no parece prudente apostar a que una empresa pueda mantener para siempre una posición tan ventajosa.

Y en las demás compañías tecnológicas es aún más complejo. Muchas de ellas han pasado de ser monopolios en negocios crecientes a ser competidores en negocios inciertos. Google era el único buscador, Meta (Facebook) la única red social global, Microsoft el proveedor de software generalista para casi todos los equipos. Hoy, esas compañías compiten entre ellas. Amazon, Microsoft y Google compiten ofreciendo los mismos servicios en la nube. Recientemente Oracle también. No hay que estudiar un MBA para saber que, cuantos más competidores, menores márgenes. Y en inteligencia artificial, compiten muchos más. Grandes compañías y no tan grandes. Y dentro y fuera de EE UU. Recordemos Deepseek.

Otra luz de aviso que se enciende: la necesidad de capital. El gran atractivo de estas compañías es que han generado un crecimiento de ventas y beneficios enorme sin apenas necesidades de capital. La innovación, la falta de competencia y una gran ejecución estratégica han permitido a estas compañías crecer sin requerir demasiados recursos. Pero eso ha cambiado. El consenso estima que durante este año las grandes tecnológicas han destinado 500.000 millones de dólares a inversiones vinculadas al desarrollo de la inteligencia artificial. Y el año que viene aumentará. Son cifras enormes incluso para estas compañías. Y lo importante no es lo que inviertes, es la rentabilidad que obtienes. Esperar que en los próximos años estas compañías obtengan la misma rentabilidad sobre el capital a la que nos tienen acostumbrados es, en nuestra opinión, una ilusión.

¿Y qué hacemos? A muchos les seduce la idea de ver los toros desde la barrera. Desinvertir y esperar a que bajen los mercados para luego volver a invertir. Gran idea, que casi nunca sale bien. No sale bien porque 1) el mercado puede seguir subiendo o 2) incluso si el mercado baja, luego es muy difícil volver a invertir, lo que suele resultar en una reentrada en niveles similares a los que salimos o incluso superiores. ¿Entonces? Si usted ha tenido la suerte (o el acierto) de disfrutar de la subida de las tecnológicas, quizá sea el momento para plantearse si quiere también disfrutar la bajada. Si no ha disfrutado de la subida, llegar ahora parece a todas luces que es llegar a una fiesta que ya se ha acabado.

Una inversión sensata tiene que buscar el equilibrio entre los dos principales vectores que la guían. Por un lado, la natural vocación de proteger el capital cuando las cosas no pinten bien. Y por otro, la capacidad de generar rentabilidad a largo plazo. Cuando se cierra una puerta, se abre una ventana. El mercado de renta variable no se mueve de manera homogénea. Es como la manta. Si se tapa la cabeza, se destapan los pies. Es decir, hoy no todo el mercado está caro ni en modo burbuja. Hay muchos sectores y compañías de calidad que ofrecen valoraciones atractivas, lo que permite aunar el doble objetivo de proteger el capital en los tiempos revueltos y generar rentabilidad a largo plazo. Es cuestión de buscar y no dejarse llevar por las modas.

Gustavo Trillo es consejero delegado de la gestora Panza Capital

Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

_
_