Terra, historia de un desengaño
Los accionistas minoritarios de Terra califican la oferta de Telefónica de fraude. Los analistas comprenden la indignación de los inversores, pero les recomiendan acudir a la oferta o vender los títulos en el mercado si la cotización supera el precio de la opa
La polémica está servida. Tras meses de continuos rumores, finalmente Telefónica lanzó el pasado miércoles 28 de mayo una opa sobre el 100% de Terra. El precio que ofrece, 5,25 euros por acción, ha levantado ampollas entre los accionistas del portal de Internet. Para la gran mayoría de poco sirve que la oferta suponga una prima del 15% sobre la cotización media de los últimos seis meses de Terra. Los inversores no pueden apartar de su mente en el mejor de los casos los 11,81 euros a los que salió a Bolsa la compañía en noviembre de 1999, por no hablar de aquellos que entraron en el valor a más de 140 euros, en plena efervescencia de la burbuja tecnológica.
Terra supone uno de los ejemplos más claros en España del denominado capitalismo popular. Muchos ahorradores tuvieron su bautismo bursátil con esta compañía. Del más del millón de accionistas con los que cuenta la empresa se calcula que 500.000 son pequeños inversores, lo que explica que el descontento con la opa de Telefónica haya trascendiendo los ámbitos estrictamente bursátiles. En este contexto grupos de defensa de los pequeños ahorradores han empezado a movilizarse. La Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas de Ahorros y Seguros (Adicae) ha creado una plataforma de accionistas afectados por lo que ellos denominan como fraude. 'Exigimos a Telefónica que aporte nuevas soluciones para salir de la actual situación', señalan.
Pero no sólo los pequeños inversores muestran su desacuerdo con el precio. Fondos de inversión también tienen acciones de Terra en sus carteras y habrían deseado que la prima ofrecida por Telefónica fuese mayor. Jaime Hoyos, director de inversiones de Crédit Agricole Asset Management en España, explica que aún no han decidido qué estrategia va a seguir, pero reconoce que lo ideal y elegante hubiese sido un canje accionarial. 'Calculo que la ecuación podría haber sido de tres acciones de Telefónica por cada cuatro de Terra. Esta operación se habría entendido mejor y habría dado margen a los inversores de Terra para recuperar lo invertido mediante la revalorización de Telefónica'.
Alejados del clamor popular, la mayor parte de las sociedades de Bolsa consultadas recomiendan a los accionistas que realicen un ejercicio de pragmatismo y acepten la opa. El hecho de que el mercado especule con la posibilidad de una mejora de la misma, ya que los títulos cerraron ayer un 3,04% por encima del precio ofertado, no tiene demasiado fundamento, según los expertos. La propia Telefónica se ha encargado de cortar de raíz estos rumores. 'No va a haber una mejora, nunca. Es el máximo que podemos ofrecer', manifestó Santiago Fernández, director general de finanzas de la operadora.
'La mejor opción para el accionista de Terra es aceptar la oferta de Telefónica, ya que parece poco probable que existan contraopas y no creemos que la compañía se vea obligada a mejorar su propia oferta. En la medida en que el éxito de la operación se haga patente, el precio de la acción se debería ajustar al precio de la opa, si bien mientras la cotización se mantenga por encima de dicho precio aprovecharíamos la oportunidad de obtener rentabilidades superiores vendiendo en el mercado', señalan desde Banesto Bolsa.
La posibilidad de que Telefónica lance una opa de exclusión es otra de las explicaciones que barajan los analistas para justificar que la cotización esté por encima del precio de la opa. En este caso sería la CNMV la que tendría que dar el visto bueno al precio para sacar a Terra de Bolsa, por lo que la prima sería probablemente mayor. Sin embargo, no parece que esto vaya a ocurrir en el corto plazo. Todo dependerá del resultado de la operación. Telefónica ha condicionado el éxito de la oferta a que acuda a ella al menos el 75% del capital. La compañía que preside César Alierta cuenta ya, sin embargo, con el 38% de los títulos, por lo que le bastaría con que acudiera el 37% del capital. El protector del inversor de la Bolsa de Madrid, Carlos Fernández, aconsejó a aquellos accionistas en desacuerdo con el precio que no acudan a la oferta y esperen a la eventual opa de exclusión.
'La decisión de no acudir a la opa, si bien es comprensible, debido a las pérdidas que en la mayoría de los casos acarrea, conlleva un riesgo muy importante y es que después de la misma, Telefónica tendrá el control de la sociedad', explica Miguel Jiménez, analista de Renta 4. 'Muchos inversores no estarán interesados en ser accionistas de una compañía que dependa de otra por la incertidumbre grande que ello genera en cuanto a estrategia y resultados futuros. Otro elemento a considerar es la posible iliquidez del valor, dependiendo del número de accionistas que acudan a la opa', concluye este analista.
Si el accionista de Terra es el gran perdedor con esta operación, Telefónica es, a juicio de los expertos, la gran beneficiada. 'A Telefónica le sale gratis la compra. El importe de la operación, 1.726 millones de euros, se paga con la propia caja de Terra, que asciende a 1.731 millones. Además, la consolidación incorporaría 269 millones de euros al beneficio operativo de Telefónica, aunque esto tendrá un impacto limitado en el mercado', comentan desde Safei.
La clave de la opa para Telefónica está en los créditos fiscales de Terra, que podían añadir un valor extra a la operación. 'Si Telefónica consiguiese una participación superior al 75% sobre Terra, ésta pasaría a consolidar fiscalmente dentro del grupo, con lo que cualquier crédito fiscal adicional desde que Telefónica tuviese el control de Terra pasaría a computar automáticamente con los gastos fiscales del grupo sin tener que esperar a que Terra entre en ganancias para aprovecharlos', según Urquijo Bolsa.
'En nuestra opinión, la operación es muy positiva para Telefónica debido al valor de los créditos fiscales de Terra, estimados en cerca de 800 millones de euros. Si la oferta prospera nuestras previsiones de flujo de caja libre para el periodo 2005-2006 se incrementarían considerablemente gracias a los ahorros fiscales que supondría para Telefónica', opinan desde Merrill Lynch.
La opa de Telefónica, más allá de los posibles agravios a los accionistas de Terra, ha vuelto a demostrar la debilidad del sistema a la hora de impedir la fuga de información privilegiada. La CNMV suspendió la cotización de Terra en el momento en que las acciones se revalorizaban un 5,53% con respecto al cierre del día anterior, hasta los 4,77 euros, y el volumen de negocio superaba los 8,2 millones de euros con un intercambio de 1,75 millones de acciones, es decir, más que en dos sesiones completas del lunes y del martes pasado. El supervisor ha abierto una investigación de oficio para estudiar las circunstancias que rodearon la operación.
El Nuevo Mercado, herido de muerte
La opa sobre Terra es un símbolo porque desaparece el valor estrella de lo que era la nueva economía en el mercado español. Terra simboliza un poco el final del Nuevo Mercado', asegura el jefe de análisis de un banco de inversión.Si el índice de la Bolsa de Madrid para valores de crecimiento estaba tocado, la posible exclusión de cotización de Terra lo puede herir de muerte. Desde la Bolsa no quieren hacer declaraciones sobre las implicaciones que puede tener la opa de Telefónica, pero los expertos consideran que este índice carecería de sentido sin su valor estrella.El índice Nuevo Mercado nació en abril de 2000, un mes después de que las Bolsas tocaran sus máximos históricos. Fue creado a semejanza de su homónimo alemán y a la medida del portal de Internet de Telefónica. El pinchazo de la burbuja tecnológica ha reducido el peso que tiene Terra en el índice. Sin embargo, sigue siendo de lejos el valor que dicta la pauta en el mismo.La capitalización de Terra al cierre de la sesión de ayer era de 3.290,15 millones de euros, y su peso en el Nuevo Mercado es del 31,2%. La ponderación del resto de valores está bastante menor: Amadeus tiene un peso del 20,7%, Zeltia del 14,68%, TPI del 14,43% e Indra del 12,21%.Los nuevos mercados han ido de fracaso en fracaso. Los que fueran hace tan sólo tres años la gran esperanza de las Bolsas han perdido brillo. El golpe de gracia a este segmento lo ha dado Deutsche Börse, compañía gerente de la Bolsa alemana, al cerrar el Neuer Markt, emblema de los mercados de crecimiento en Europa.La opa de Telefónica tendrá también su impacto en el Ibex 35. El comité asesor técnico del selectivo se reúne el próximo 11 de junio para la revisión semestral ordinaria del índice. Fuentes de la Sociedad de Bolsas reconocen que en función de los plazos de la opa -la CNMV tiene 30 días para estudiar la operación- habrá una reunión extraordinaria del comité para excluir temporalmente a Terra del Ibex, con lo que el selectivo se quedaría con 34 compañías. En función del resultado de la opa, el comité se volvería a reunir para decidir si reincorpora a Terra en el índice, ajustando el peso a su nuevo capital flotante, o lo sustituye por otro valor.Existen dos precedentes de exclusiones temporales de compañías por haber recibido una opa: Hidrocantábrico y Carrefour. En ambos caso las operaciones tuvieron éxito y las compañías no volvieron al selectivo.
El consuelo de las deducciones fiscales
La única vía que queda a los accionistas que acudieron a la OPV de Terra para recuperar sus pérdidas es quizás la fiscal. Si finalmente Telefónica mantiene el precio de 5,25 euros por título en la opa por el 100% de Terra (menos de la mitad del precio minorista de la oferta pública inicial, 11,81 euros), aquellos inversores que aún mantienen sus títulos habrán perdido un 55,5% de lo invertido. El único beneficio que se puede obtener en esta situación es a través de la declaración de la renta.El impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) permite compensar las plusvalías generadas en un periodo superior a un año con las minusvalías sufridas también en un plazo superior a 12 meses. En el caso de que la pérdida obtenida por una inversión sea superior a la ganancia de otra o no exista ganancia alguna se podrá compensar esa minusvalía con las plusvalías generadas en más de un año que se declaren en los cuatro ejercicios siguientes.Supongamos que un inversor compró 100 acciones de Terra en la OPV de 1999, por las que pagó 1.181 euros (11,81 euros por título). Si vende estos títulos en la opa lanzada esta semana por Telefónica, recibirá por esas acciones 525 euros. La minusvalía es el 55,5%. Habrá perdido 523 euros. Pero pongamos por caso que ese mismo inversor acudió a la OPV de Gamesa en 2000 y compró 100 acciones por 12,60 euros cada una, que era el precio minorista de la oferta. Pagó entonces 1.260 euros. Si este inversor hubiera vendido esos títulos el miércoles pasado, por 18,81 euros, habría obtenido unas plusvalías de 621 euros. En su declaración de la renta del año que viene tendría que tributar por el 15% de esa cifra (93,15 euros), que es el tipo al que tributan las plusvalías generadas en un plazo superior a un año.Ahora bien, si este inversor compensa las plusvalías generadas en Gamesa (621 euros) con las minusvalías generadas en Terra (523 euros), tan sólo tendrá que tributar por unas plusvalías de 98 euros, cuyo 15% son 14,7 euros. Habrá rebajado su factura fiscal de 186,3 a 14,7 euros. El beneficio es considerable.