La Mutua pide ofrecer a los trabajadores pensiones empresariales por defecto
La aseguradora reclama aprovechar la recomendación de Bruselas de generalizar esta forma de ahorro


El grupo Mutua Madrileña ha presentado hoy su Observatorio de Pensiones, un foro de debate para fomentar el ahorro complementario para la jubilación. Entre las diferentes iniciativas demandadas por la aseguradora destaca la petición para que a todos los trabajadores se les ofrezca en España la posibilidad de cobrar una parte de su sueldo en forma de plan de pensión empresarial, tal y como reclamó Bruselas la semana pasada.
Ignacio Garralda, presidente de la Mutua, ha sido el primero en reclamar el avance en este sentido, al recordar que la Comisión Europea “ha puesto el énfasis en desarrollar la adhesión automática a los planes de empleo”. El directivo ha subrayado que “no se puede retrasar más las soluciones, es el momento de actuar”.
La adscripción por defecto a planes de pensiones es una demanda histórica de las gestoras de activos, que creen que con las recomendaciones de Bruselas se da el marco ideal para su desarrollo. Hace años se llegó a debatir en España, pero un informe elaborado por la ex presidenta del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas, consideró que una reforma en ese sentido podría ser considerada inconstitucional.
Manuel de Orte, del servicio de estudios de Mutua Madrileña, considera que ahora sí se podría avanzar en este ámbito de la adhesión automática a planes de empleo. “Tenemos que promover un profundo análisis jurídico para un correcto encaje legal de esta figura”, ha apuntado.
Uno de los países que más se cita al hablar del modelo de adscripción por defecto a planes empresariales es el Reino Unido. Allí, el sistema NEST se aprobó en 2013 y ha permitido una amplia generalización de este formato de ahorro para la jubilación. De hecho, ya hay casi 14 millones de británicos que han optado por esta fórmula y acumulan 50.000 millones de libras (56.000 millones de euros) en tan solo 12 años. Quienes se han incorporado a este sistema destinan anualmente el 8% de su salario a acumular una pensión.
Otros países que han aplicado este sistema de adscripción automática son Italia, Polonia, Irlanda, Nueva Zelanda. Diego Valero, uno de los mayores expertos de España en sistemas complementarios de pensiones, recuerda que “de estos otros sistemas se habla mucho menos que del británico, porque no han funcionado tan bien, no es algo que sea tan fácil de generalizar”.
Mirenchu del Valle, presidenta de Unespa (la patronal de las aseguradoras), ha apuntado durante su intervención en las jornadas que “las recomendaciones de la Unión Europea son un importante impulso para el desarrollo de las pensiones privadas, que tenemos que aprovechar en España junto con la buena experiencia del modelo del País Vasco”.
Para Garralda, “ahora es el momento de actuar, y no podemos seguir aplazando la búsqueda de una solución eficaz y duradera para apuntalar nuestro sistema de pensiones”.
La cuestión de los costes
Uno de los debates fundamentales sobre el ahorro complementario para las pensiones públicas es quién las paga. Carlos Bravo, secretario general del sindicato Comisiones Obreras (CC OO) para esta materia, considera que una de las limitaciones de los planes de pensiones de empleo es que las empresas no han querido aportar.
“Aquí hablamos poco de los costes, pero es una cuestión fundamental. El trabajador no quiere renunciar a salario presente por una acumulación de capital para tener rentas futuras. Y la patronal no quiere hacer aportaciones empresariales. Así es imposible que el modelo despegue”, apunta el sindicalista.
Bravo también ha recordado que la última reforma impulsada por el ministro José Luis Escrivá —ahora gobernador del Banco de España— “tenía un pecado original que era la falta de consenso dentro del propio Gobierno”. Mientras que en el ministerio de Seguridad Social, el de Economía y Función Pública sí que se apostaba por el nuevo modelo, “el de Hacienda no lo tenía nada claro”.
La mencionada reforma ha supuesto la fuerte rebaja de los límites de aportación a planes de pensiones individuales (a solo 1.500 euros al año), para tratar de fomentar los planes de pensiones vinculados a la negociación colectiva (denominados planes de pensiones de empleo), que han mantenido un límite de aportación anual de 8.500 euros. Ángel Martínez-Aldama, presidente de Inverco (la asociación de las gestoras de fondos), ha recordado que el efecto de esta reforma ha sido “que hayan dejado de aportarse más de 12.000 millones de euros en los tres últimos años en planes de pensiones individuales, mientras que los colectivos apenas han avanzado”.
En todos los planes de pensiones, las aportaciones realizadas pueden descontarse de la base imponible del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), por lo que permite aligerar la factura fiscal. De acuerdo con cálculos de Inverco, Hacienda ha liberado cerca de 600 millones de euros de recursos al haberse reducido las aportaciones a planes individuales.
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