La aventura del Poseidón que explica el actual mercado alcista
El recorte de 50 puntos básicos por parte de la Fed, no es como los de 2001 o 2007
Hay una escena de la oscarizada película La aventura del Poseidón (Ronald Neame, 1972) que desde niño se me quedó grabada en la cabeza. La película trata sobre un crucero turístico que hace su último viaje desde Nueva York a Atenas y que en la noche de año nuevo sufre un vuelco completo, sin hundirse del todo, a causa de una ola gigante provocada por un terremoto en el mar Egeo. En esa escena se cruzan dos grupos de supervivientes que van en direcciones opuestas. Mientras unos se dirigen a la proa porque asumen que las explosiones que han escuchado son de la sala de máquinas que está en la popa y que, por tanto, es impracticable huir por ahí, el otro grupo —liderado por el actor protagonista Gene Hackman— les explica que de hecho el barco se ha hundido por la proa y que están yendo cuesta abajo y directos a la parte hundida del barco y que lo de las explosiones sólo es una asunción no comprobada. Y a pesar de la advertencia de lo evidente, de que el barco estaba hundido por la proa y que iban cuesta abajo, el grupo más numeroso decidió seguir su camino hacia su muerte en base a sus creencias no confirmadas, mientras que nuestro protagonista consiguió ser rescatado por la popa, que era la única parte del barco no hundida, tal y como le mostraba su percepción.
Qué curiosa es la mente humana que me hace conectar aquella escena particular que habré visto hace más de 30 años, con los acontecimientos que están ocurriendo estos días. La analogía exacta a la que me refiero es que con el recorte de tipos de 50 puntos básicos por parte de la Reserva Federal, son muchísimos los que dicen que este recorte de tipos es un signo de fin de mercado alcista y de muy cercanos problemas, porque es como si hubiera explotado la sala de máquinas de la economía estadounidense. Al fin y al cabo, la experiencia vital de la mayoría de inversores de hoy en día, es que durante los últimos 30 años, cada vez que han visto a la Fed recortando 50 tipos básicos es porque, o bien se estaba ya en una crisis, o bien porque se estaba a punto de entrar en una: la implosión de la burbuja tecnológica en 2000, la Gran Crisis Financiera que comenzó en 2007 o la pandemia de 2020.
Así, siguiendo con la analogía, este recorte de 50 puntos básicos para esos muchos bajistas es como la explosión escuchada en el Poseidón. Para ellos ha explotado la sala de máquinas de la economía y, por tanto, hay que ser bajistas a pesar de que el mercado está en una impepinable tendencia alcista. Y aquí está mi problema. Que esta supuesta explosión de la sala de máquinas de la economía estadounidense, solo es una hipótesis no demostrada. Una creencia y que además se está aceptando mientras el mercado sigue en tendencia alcista, el cual es un hecho a día de hoy.
Creo que no soy sospechoso de ser un “siempre-alcista”. Durante este año he publicado análisis donde he explicado que este mercado es muy caro, algo que tendrá consecuencias a largo plazo (pero no necesariamente a corto y medio plazo), e incluso análisis donde explico que creo que estamos en la fase final del mercado alcista nacido en octubre de 2022. Pero asumir, si más, que un recorte de 50 puntos básicos es señal de problemas, es simplemente ver estadísticas sin razonarlas ni tener en cuenta el contexto. El mapa no es el territorio. Y, lo peor de todo, en contra de la tendencia del mercado, lo cual es uno de los principales pecados que se pueden cometer, según mi punto de vista.
Incluso si los bajistas están aproximadamente en lo cierto con respecto a la economía y los mercados, la Bolsa podría seguir subiendo durante meses y trimestres antes de entrar en un mercado bajista. Sí, en los últimos meses he destacado en múltiples ocasiones que la situación del ciclo económico es límite, con múltiples indicadores macro haciendo cosas que sólo ocurren en las recesiones, como por ejemplo con la tasa de paro repuntando como sólo ocurre en las fases contractivas de la economía. Pero también he explicado, por activa y por pasiva, que este es un ciclo económico muy particular, con un déficit fiscal que ha roto mucha de las reglas clásicas del estudio y análisis del ciclo económico-bursátil, hasta tal punto que el Gobierno estadounidense ha estado imprimiendo billetes incluso con la tasa de paro por los suelos. Y si el Gobierno está imprimiendo a base de endeudarse, el que llegue una recesión es más difícil que en los ciclos económicos observados con anterioridad al mandato del presidente Trump, cuando el déficit fiscal tendía a ser mínimo cuando el desempleo era bajo. Hoy en día las reglas son diferentes y los factores de riesgo del fin de ciclo son menos importantes que en otras ocasiones y es más importante que nunca escuchar al propio mercado, porque es el que menos se ha equivocado durante los últimos tres años.
Igual dentro de dos meses tengo que venir a aquí a explicar lo contrario (si los hechos cambian mi opinión cambiará), pero a día de hoy el mercado es alcista y no está demostrado con claridad que estemos en recesión. Sí, la tasa de paro ha estado repuntando, pero no olvidemos que la tasa de paro es una cifra relativa entre el número de personas que buscan empleo y el número de personas que componen la fuerza laboral, dos conjuntos que pueden variar por múltiples razones, incluso estadísticas. Sin embargo, el número de personas pidiendo ayudas por desempleo sigue estable, algo que es incongruente con la idea de que una recesión económica se está desarrollando en estos precisos momentos. Este es un indicador ampliamente reconocido como líder o adelantado de la economía y mientras no señale una situación de estrés aguda, es improbable que los mercados empiecen a descontar la llegada de la recesión económica más esperada de la historia.
A veces las cosas son como parece que son y la Fed decidió recortar 50 puntos básicos, por, como dice en su propio comunicado en su tercer párrafo, porque su confianza se ha incrementado notablemente sobre la idea de que la alta inflación post pandémica ya ha quedado atrás y no porque prevea problemas económicos agudos en estos momentos. De hecho, en su primer párrafo señala que la economía sigue expandiéndose “a un ritmo sólido”.
Con todo ello, al menos a día de hoy, haré como Gene Hackman y seguiré la senda alcista del mercado, porque los argumentos de los bajistas de supuestas explosiones, son hechos no comprobados a día de hoy.
Hugo Ferrer es gestor de carteras en GPM y director Club Bursátil Confidencial