Abante Asesores: “La inteligencia artificial ya hace que tengamos que contratar a menos gente”

La firma de banca privada espera llegar en cinco años a 18.000 millones de euros los activos gestionados

Santiago Satrústegui, presidente de Abante.Juan Lázaro

La firma de banca privada Abante Asesores ha triplicado su tamaño en los últimos seis años, hasta llegar los 9.000 millones de euros de activos gestionados y 13.000 clientes. Pero aspira a más. De acuerdo con sus últimos planes, en cinco años va a duplicar su volumen y llegar a los 18.000 millones. El presidente del grupo, Santiago Satrústegui cree que la adopción de la inteligencia artificial (IA) va a ser clave en el desarrollo futuro. “Va a ser una tecnología crucial, y ya está haciendo que tengamos que contratar a menos gente”.

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La firma de banca privada Abante Asesores ha triplicado su tamaño en los últimos seis años, hasta llegar los 9.000 millones de euros de activos gestionados y 13.000 clientes. Pero aspira a más. De acuerdo con sus últimos planes, en cinco años va a duplicar su volumen y llegar a los 18.000 millones. El presidente del grupo, Santiago Satrústegui cree que la adopción de la inteligencia artificial (IA) va a ser clave en el desarrollo futuro. “Va a ser una tecnología crucial, y ya está haciendo que tengamos que contratar a menos gente”.

La entidad contrataba cada verano a alrededor de 40 jóvenes para formarles. Unos pocos acababan quedándose en la entidad. Pero con la irrupción de la IA la estrategia ha cambiado. “Este verano ya hemos contratado a mucha menos gente, porque lo que creemos es podemos ser mucho más eficientes”, apunta Satrústegui, en un encuentro con prensa.

El financiero explica que con la fuerte apuesta de la entidad por la tecnología, los asesores financieros “van a poder dedicar más tiempo de calidad a cada cliente, al tiempo que se ahorran tiempo en la preparación de los informes de planificación financiera”. A su juicio, la correcta adopción de la IA va a marcar la diferencia entre unas entidades y otras.

Si la tecnología está siendo una de las palancas de crecimiento del grupo, las otras han sido la independencia (la firma está controlada por los directivos), ganar tamaño por medio de adquisiciones (cuatro en los últimos años) y el traslado a una lujosa sede corporativa en la Plaza de la Independencia de Madrid, frente al Parque del Retiro y la Puerta de Alcalá.

Hace cuatro años cerró un acuerdo con los socios de la firma navarra C2, luego con la gestora madrileña 360ºCorA (que tenía un negocio inmobiliario), y más tarde se hizo con la bilbaína Dux Inversores y luego la firma Welzia. En la mayor parte de los casos, los socios de las entidades absorbidas se han acabado convirtiendo en socios de Abante Asesores.

Para acometer todos estos procesos de integración ha sido clave el acuerdo con Mapfre. La aseguradora entró en el capital de Abante Asesores en 2019, tomando un 10% del capital. Dos años después alcanzó el 20%. Estas ampliaciones de capital, “han sido fundamentales para ayudarnos a crecer e integrar otros proyectos con los que compartimos filosofía, al tiempo que manteníamos nuestra independencia”, reflexiona Satrústegui.

Hasta ahora, las nuevas incorporaciones abrazaban completamente la visión y filosofía corporativa de Abante, muy centrada en cuidar la planificación financiera y fiscal de sus clientes. Ahora, con la completa integración de Dux Inversores, la estrategia va a cambiar ligeramente.

Plataforma para nuevas inversiones

De los 900 millones de euros de activo bajo gestión que ahora tiene Dux Inversores, alrededor de 500 millones se corresponden con gestores de fondos, asesores de fondos y asesores financieros que utilizan Dux como plataforma para su operativa. Es decir, que tienen sus propios proyectos, filosofías y estrategias de inversión. Abante quiere mantener esta marca y potenciarla. “Queremos que esta parte de Dux mantenga esta naturaleza de dar apoyo a proyectos que sean diferentes de la filosofía de Abante”, explica Satrústegui.

La dificultad para crear una sociedad gestora de fondos de inversión ha hecho que en los últimos años hayan surgido muchos asesores de fondos externos. El fondo lo gestiona una entidad, pero con el asesoramiento de alguien que no pertenece a la plantilla de la firma. También ocurre con asesores financieros, que no asesoran un vehículo de inversión sino a un grupo de clientes o familias. “Creemos que nuestro tamaño, nuestra independencia y nuestra experiencia pueden ayudar a estos perfiles financieros, que puede que estén empezando, o que tengan un estilo de gestión propio”.

Un buen ejemplo de este tipo de proyectos es el fondo Incometric Fund Nartex, asesorado por Tomás Maraver, pero bajo el paraguas de la gestora de Dux. El vehículo tiene ya casi 300 millones de euros. Y Maraver se ha convertido en uno de los inversores millenials con más potencial.

Respecto al futuro, desde Abante no descartan realizar más adquisiciones. Si son pequeñas, no tendrían que hacer ampliaciones de capital. Si fuera alguna de una entidad más grande, de más de 3.000 millones de activos gestionados, tal vez Mapfre tendría que aumentar su participación para facilitar la operación.

Abante Asesores tiene su propia gestora de fondos, donde se combinan fondos de inversión tradicionales —como el Okavango Delta y el Abante Sector Inmobiliario de José Ramón Iturriaga— con fondos de fondos —como el Abante Selección de Ángel Olea. A eso se suma la parte de asesoramiento financiero, donde los banqueros pueden recomendar fondos de terceros o inversiones directas. Y también un negocio inmobiliario, una división de capital riesgo y otra de mercados de capitales y banca de inversión.


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