José Carlos González (Leverage Shares): “Llegué a los ETF por azar pero fue un auténtico exitazo”
El directivo madrileño ha fundado ya cuatro compañías de fondos cotizados presentes en el Nasdaq y la Bolsa de Londres
José Carlos González (Madrid, 1976) aterrizó en Nueva York en septiembre de 2001, pocos días antes de los atentados de las Torres Gemelas. Llegó allí por amor, siguiendo los pasos de su novia, con la que luego se casaría. En estas dos décadas el directivo se ha labrado una carrera meteórica en el ámbito de la gestión de activos, especializándose en compañías de fondos cotizados (ETF, por sus siglas en inglés). Desde 2008 ha fundado cuatro empresas dedicadas a este tipo de producto, que está revolucionando la industria financiera. Una de ellas la vendió cuando ya superaba los 10.000 millones de dólares de activos bajo gestión.
Los ETF son un híbrido entre un fondo de inversión y una acción. Se trata de valores que cotizan en Bolsa y que, habitualmente, se dedican a replicar la evolución de un índice bursátil, como el Nasdaq o el Ibex, aunque con unas comisiones bajísimas. “Yo llegué a los ETF por azar”, explica González por videollamada, desde su residencia en Greenwich (Connecticut). Cuando desembarcó en EE UU solo había tenido una breve experiencia laboral en Madrid trabajando para un intermediario bursátil, tras estudiar Empresariales en la Universidad Autónoma de Madrid. Y este fue el primer ámbito en el que trabajó al llegar a Norteamérica.
“Tenía un amigo madrileño, Bruno del Ama, que también vivía en Nueva York, y que estaba a punto de perder su empleo tras la crisis de las hipotecas subprime. Entre los dos pensamos que podríamos utilizar los ETF para que sirvieran de cobertura para hacer productos estructurados de países latinoamericanos”, relata el directivo.
Así fue como crearon Global X, una firma que empezó a lanzar fondos cotizados que replicaban la evolución de la Bolsa de Colombia, Noruega... “Al final, lo de utilizar los ETF como cobertura para productos estructurados no lo hicimos, pero sí que empezamos a meter la cabeza en un sector cada vez más pujante, y acabó siendo un exitazo”.
El primer ETF de Global X lo lanzaron en febrero de 2009, cuando aún estaba muy presente la gran crisis financiera global. En los siguientes años registraron toda una batería de fondos cotizados, siendo de los primeros en especializarse en ETF temáticos. Fondos cotizados de compañías mineras de plata, de empresas de redes sociales, de fabricantes de baterías de litio, de productores de uranio... “El mercado de los ETF estaba lo suficientemente maduro para que la figura fuera conocida, pero aún no había mucha competencia. Llegamos en el momento justo”.
Firmas como Vanguard, iShares (de BlackRock) o StateStreet ya tenían un volumen de varios billones de dólares en fondos cotizados, pero Global X logró hacerse un hueco en fondos de nicho, algo más caros, pero muy apreciados por gestores y asesores que querían entrar en temáticas de inversión muy específicas.
“Los primeros años estábamos en pérdidas. El producto que lo cambió todo fue el de las mineras de plata. Nos entró mucho dinero. A partir de ahí empezamos a ser más agresivos con los lanzamientos y con la promoción de productos, anunciándonos en la CNBC y en Bloomberg”, recuerda González. Acabaron haciendo ETF sobre robótica, aliándose con el creador del índices MSCI para hacer fondos de Bolsa de Argentina y de China, creando fondos de empresas con altos dividendos...
El negocio creció tanto que en 2016 entró en el accionariado JP Morgan (el mayor banco norteamericano) y en 2018 vendieron la compañía a Mirae Asset Management (la mayor gestora de activos de Corea del Sur). Para ese momento, Global X ya tenía ETF con más de 10.000 millones de dólares de activos bajo gestión. De acuerdo con medios especializados, el precio de la transacción fue de 488 millones de dólares, de los que una buena parte fueron a parar a los dos cofundadores, Del Ama y González.
Los otros negocios
Tras vender y disfrutar de una situación financiera desahogada, González decidió focalizarse en otros negocios en los que también tenía una participación. “En 2011 había montado FlexFunds, una firma dedicada a crear los vehículos para que otros puedan tener su propio producto cotizado a medida”, relata. En estos años la firma ha emitido más de 250 productos, por valor de 1.500 millones de dólares. “Trabajamos con muchos bancos latinoamericanos que quieren dar a sus clientes acceso a un mercado específico, a menudo ligados a fondos de capital riesgo, y les hacemos una solución a medida”.
Además, el directivo mantiene el control de la firma europea Leverage Shares, que está especializada en productos cotizados que replican la evolución de una acción, pero multiplicando por tres o por cinco su revalorización, o incluso su caída. Estos turbo-fondos permiten que si las acciones de Nvidia suben un 10%, el cliente final obtenga un 30%. “El negocio de los productos cotizados apalancados, con el que operamos solo en Europa, está yendo muy bien, con 500 millones de dólares de activos bajo gestión, y con valores cotizados en las Bolsas de Londres, Milán, Fráncfort, París… Ya tenemos 150 productos, casi todos apalancados”. El producto que triplica la evolución de Nvidia es el vehículo cotizado más negociado en la Bolsa de Londres desde 2022.
El acuerdo de venta de Global X incluía una cláusula por la que el directivo español no podía emprender un negocio de ETF en Estados Unidos durante cinco años, por eso se centró en Leverage Shares. Ese plazo se ha cumplido ya y González vuelve a la carga. En diciembre de 2023 lanzó Themes ETF, un nuevo proveedor de fondos cotizados en EE UU que busca captar los nuevos temas de interés, como la inteligencia artificial. “Tenemos ya 11 productos y hemos conseguido levantar 30 millones de dólares en muy poco tiempo”. Tienen ETF de firmas de lujo europeas, de empresas de almacenamiento de datos en la nube, de bancos sistémicos...
Después de dos décadas viviendo en Estados Unidos, José Luis González dio el paso hace un mes de obtener la nacionalidad estadounidense -”con todas las consecuencias fiscales que eso comporta”, bromea-. El directivo, que tiene tres hijos adolescentes, está plenamente integrado. “Hago vida muy familiar, juego al tenis, y tengo un equipo de fútbol con unos amigos argentinos que se llama Los Pupas”.
¿Y qué hay del futuro de Themes ETF, Leverage Shares y FlexFunds? “Ahora estoy en fase de construir, y delegando mucho en cada uno de estos negocios. Además, con una situación mucho más desahogada que cuando fundamos Global X. Por ahora, no me planteo vender nada. Más adelante, ya se verá”.
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