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60 Below Zero, el pescado salvaje congelado que se comercializa desde Murcia y llega a Busan

Fundada en 2016, la empresa está presente en más de 40 países y ha abierto sede en Corea del Sur P Desde España se coordina la venta de más de 6.000 toneladas de bacalao, bonito o atún de calidad para sashimi capturado en alta mar

60 Below Zero comercializa diferentes especies de pescado y, próximamente, aperitivos marinos.
60 Below Zero comercializa diferentes especies de pescado y, próximamente, aperitivos marinos.


En un mercado cada vez más competitivo y globalizado, la empresa de origen murciano 60 Below Zero se ha convertido en un referente mundial en la comercialización de pescado salvaje y congelado.

Desde que fue fundada por Adrián Cánovas, que por entonces contaba con 27 años, en 2016, la compañía ha ido estableciendo una sólida presencia en más de 40 países de Europa, Asia y América y cuenta con sedes en Murcia, Vigo y Busan (Corea del Sur).

La actividad la desarrollan desde esas tres sedes, aunque es desde sus oficinas en Mercamurcia desde donde coordinan la venta de más de 6.000 toneladas de pescado congelado que compran alrededor del mundo. Esa expansión les ha permitido facturar el año pasado 23 millones de euros, un 50% más que en 2021.

“Lo más difícil ha sido darse a conocer en un sector tradicional, con empresas históricas. Nos hemos ganado a pulso la confianza de nuestros clientes, manteniendo nuestro compromiso y estando muy enfocados a clientes y armadores, anteponiendo sus intereses a los nuestros”, comenta Cánovas. 60 Below Zero se ha enfocado en el mercado de pescado salvaje y sostenible procedente de alta mar, congelado directamente a bordo de los buques para garantizar su frescura y calidad. Entre las especies que comercializa se encuentran el bacalao, el atún, el bonito, el calamar y el pez espada, entre otros.

Sede de 60 Below Zero.
Sede de 60 Below Zero.

La empresa ha logrado posicionarse en el mercado coreano como un referente en el suministro de pescado congelado de alta calidad, lo que ha impulsado su crecimiento en exportaciones, que ya suponen el 50% de la facturación.

Sin contentarse con sus logros actuales, 60 Below Zero tiene ambiciosos planes para el futuro. Su objetivo es alcanzar una facturación de 25 millones de euros en el presente ejercicio y expandirse a nuevos mercados como Alaska.

“El de la pesca en alta mar es un sector dinámico y cambiante, que obliga a tomar decisiones al minuto. La velocidad es un factor clave para ello y es clave la información que nos da la tecnología, pero también nuestra propia intuición y saber hacer”, considera Cánovas. Efectivamente, en la compañía son conscientes de la importancia de la innovación y este año prevén seguir invirtiendo en nuevas tecnologías, ya que las aplicaciones son la que les proporcionan un control geográfico a tiempo real de la flota pesquera. La mayoría de su tecnología aplicada procede de empresas de la Región de Murcia y Galicia, punto neurálgico de la pesca de altura.

Adrián Canovas, fundador de 60 Below Zero.
Adrián Canovas, fundador de 60 Below Zero.

Innovando en el ‘retail’

Una de las estrategias más recientes de 60 Below Zero es su incursión en el mercado minorista con productos innovadores. Han presentado el Pulpottone, un pulpo cocido y envasado listo para el consumo, que elimina la necesidad de descongelar.

También planean lanzar aperitivos bajo la marca The Sea Snack Co, ofreciendo opciones únicas y sabrosas inspiradas en la cocina del alga tradicional coreana.

“Estamos en este momento identificando los distribuidores más idóneos y alineados con el producto para hacerlo llegar a los consumidores”, detalla el fundador de la compañía, que cree tener “un producto muy rompedor, distinto, de mucha calidad y que va a encajar muy bien”.

Compromiso con los océanos

Trazabilidad. 60 Below Zero demuestra un compromiso con la sostenibilidad y la conservación de los océanos. La empresa promueve la trazabilidad de los productos pesqueros como una forma de garantizar la supervivencia de los ecosistemas marinos y promover prácticas pesqueras responsables.

A bordo. Su estrategia de congelar el pescado directamente a bordo de los buques ha demostrado ser exitosa, reduciendo el desperdicio y la huella de carbono asociada al transporte. Esta técnica no solo garantiza la calidad del producto, sino que también contribuye a la sostenibilidad de los recursos marinos, según la compañía.

Una trayectoria breve pero llena de avances

En 2016, a los 27 años, Adrián Cánovas lanzó en Murcia Igloo Sea Products ISP, una empresa especializada en la comercialización, directamente de barcos armadores, de pescado salvaje congelado a bordo. Siete años después, aquel proyecto ya es una compañía consolidada que ha cambiado su nombre, multiplicado su tamaño, internacionalizado sus sedes, crecido en trabajadores y, sobre todo, disparado su conocimiento.

Desde entonces, casi todos los años ha habido algo que celebrar. En 2019 se abrió la oficina de Vigo, “que permitió mejorar nuestro posicionamiento en el acceso a subastas de pescado y gozar de mayor proyección internacional”, explica el fundador, ya que “Galicia es el epicentro del sector de la pesca nacional y europea, y un referente mundial”.

En 2020 se cambió el nombre al actual, ya que “a medida que avanzábamos hacia un producto de mayor pureza, congelado a -60 grados, sentíamos que nos alejábamos de nuestra denominación inicial”, apunta. 

Y en el año 2021 se incorporaron al mercado de sashimi, con la significativa apertura de la oficina comercial en Busan, Corea del Sur. “Un mercado importantísimo para nosotros”, afirma Cánovas.  

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