La agroindustria reclama ayudas por fijar población local y producir alimentos saludables
Supone el 13% del PIB en la región y podría elevar su peso al 20% en diez años. Demanda estímulos del Gobierno central y foral como tienen las energías renovables
La industria agroalimentaria en la comunidad foral está formada por más de 1.300 empresas, que generan casi 25.000 empleos y facturan unos 4.000 millones de euros anuales, según los últimos datos publicados por el Instituto de Estadística de Navarra (Nastat). Supone el 13% del PIB industrial.
“Somos lo que comemos, la alimentación tiene impacto en la población”, comenta Juan Cruz Cigudosa, secretario de Estado de Ciencia. La mala alimentación sostenida en el tiempo provoca el 20% de la mortandad, desvela un estudio publicado en The Lancet. Y en España calculan que 52.000 personas fallecen por complicaciones derivadas de la mala dieta.
Al Ejecutivo central le preocupa el desarrollo de la alimentación saludable y, por ello, a través de los Ministerios de Industria, Agricultura y Ciencia, lo apoya con 1.000 millones de euros, a los que añadieron después 800 millones más para la transformación de la industria, gestión del agua y la mejora del regadío, asegura Cigudosa. También cuenta con otros instrumentos como la agencia financiadora CDTI y con planes complementarios en los que ha destinado 32 millones.
“Es necesario que las ayudas sean ágiles y lleguen realmente a las empresas porque corremos el riesgo de que financiemos tarde la transformación y otros países, tanto dentro como fuera de Europa, hagan el cambio antes y adquieran ventajas competitivas, de modo que la financiación tardía se convertiría en un lastre en vez de un motor de cambio”, destaca José Antonio Canales, CEO de Viscofan.
Los empresarios, encabezados por Eduardo López Milagro, CEO del Grupo The Real Green Food (Gvtarra, JAE y Ayecue) y consejero del Centro Nacional de Tecnología Alimentaria, reclaman que “se potencie como antes se hizo con las renovables, por nuestra aportación a la sociedad”. “Producimos alimentos saludables, generamos empleo y riqueza en zonas locales. No nos podemos deslocalizar y el 95% de nuestros 900 empleados están en localidades pequeñas”, añade.
Para fomentar la competitividad y no perder el tren, piden leyes que favorezcan las fusiones, que faciliten el acceso a subvenciones independientemente del tamaño de la compañía, se recorte el IVA o se faciliten cheques al consumidor para potenciar la compra de alimentos saludables. Solicitan bonificaciones en las contrataciones en zonas locales y una revisión de la ley de la cadena alimentaria porque hay compañías que tienen muchos artículos almacenados durante largos periodos.
También reclaman ayudas para productores de comida con destino directo para humanos frente al destino animal. “Si tuviéramos estímulos, la agroindustria podría representar en Navarra el 20% del peso industrial en diez años”, pronostica López.
Clústers
Es una actividad muy innovadora que cuenta con centros tecnológicos, institutos de investigación y clústeres. Recientemente, se han unido el Centro Nacional de Tecnología Alimentaria de La Rioja con el de Navarra (CNTA). El proyecto Spain Food Valley ha recibido 37,3 millones de euros (12 millones de subvención), procedentes del Perte agroalimentario para implementar nuevos desarrollos y soluciones en IA y seguridad alimentaria, entre otros. Mantiene la plantilla, con 300 empleados e invertirá 30 millones.
“Ganar dimensión es un acierto para competir mejor en Europa o atraer potenciales clientes de la industria de alimentación de otros países de estos centros tecnológicos y destacar en materia de innovación”, señala Begoña García Bernal, secretaria de Estado de Agricultura y Alimentación. CNTA lidera el plan Agroalnext, tanto en Navarra como coordinando a otras siete autonomías que percibirán 49,18 millones de euros (32 millones a través del ministerio y el resto procedente de las comunidades autónomas). El objetivo es la transformación del sector agroalimentario en un escenario más verde, sostenible, saludable y digital.
La fusión de centros “evidencia la potencia de ese polo y querer ser un actor de peso en España y Europa. A nivel de macro indicadores esta pujanza ya se nota por la subida de la Comunidad Foral de Navarra en el índice de innovación regional, colocándose junto con País Vasco, Madrid y Cataluña entre las regiones más fuertes”, añade García.
En el ámbito agroalimentario, Clúster Alimentación, Bioeconomía, Recursos Naturales, Agricultura y Medio Ambiente, España es el primer país en subvenciones obtenidas, absorbiendo el 13% de los 27 UE.
Nichos de expansión
En Gvtarra y Viscofan coinciden en que las oportunidades de crecimiento son internacionales. Respecto a las áreas de negocio, Lopéz Milagro comenta que “las legumbres tienen mucho potencial, antes eran la comida de los pobres y ahora es la de los inteligentes, los jóvenes las están abrazando como propias”. También tiene amplio recorrido el champiñón. Para Canales, los nichos de negocio “vienen a través de productos de más valor añadido, de ahí los desarrollos en complementos nutricionales”. Otra línea de sofisticación tecnológica es “la que sustituye la tripa animal por envolturas de colágeno”.
En opinión de...
"Es necesario que las empresas ganen tamaño. Se necesita dinero público y privado, y mejores fiscalidades
y regulaciones", comenta Eduardo López Milagro, CEO de The Real Grenn Food.
"Nos preocupa la seguridad alimentaria. Lo que comemos tiene impacto en la salud. El Ejecutivo apoya
el sector con el Perte y a través del CDTI", destaca Juan Cruz Cigudosa, secretario de Estado de Ciencia.
"El dinero de la UE debe ser ágil y llegar a las empresas. La financiación tardía puede convertirse en un lastre en vez de
en un motor de cambio", asegura José Antonio Canales, CEO de Viscofan