365 días de disfrute entre patrimonio, camelias y acantilados
La oferta gallega, diversa y desestacionalizada, atrae al año a 8,5 millones de visitantes. El 38% de los llegados en el primer semestre eran extranjeros
Hace 25 años, Galicia inició una estrategia de diversificación de la oferta turística para segmentar la demanda, recuerda su director de Turismo, Xosé Manuel Merelles. Cuenta con la ayuda del Camino de Santiago y sus 1.500 kilómetros de senderos, capaces de adentrarse, como vasos capilares, por el territorio. Los 500.000 peregrinos que reciben la Compostela cada año vienen andando, y no solo en verano. Además, la comunidad autónoma fomenta la gastronomía en otoño y fiestas tradicionales como los carnavales en invierno. La apuesta permite un turismo más desestacionalizado y desconcentrado que beneficia a más territorio y combate la despoblación, “uno de nuestros grandes males”, admite.
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“Tenemos 8,5 millones de visitantes al año, el 10% del total de lo que recibe España”, desvela Merelles, que considera que la autonomía no tiene problemas de masificación. “Esto no es Venecia”, acota. Sí se producen concentraciones en momentos y lugares concretos –plaza del Obradoiro entre el 15 de julio y el 10 de agosto, Fisterra, Ribeira Sacra–, que se gestionan con controles de afluencia, refuerzo en los servicios o regulación de los accesos, añade. Un 38% de los turistas llegados en el primer semestre del año eran extranjeros, un porcentaje récord, del que se enorgullece.
El sector ocupa a 84.000 personas, según la última Encuesta de Población Activa, y aporta entre el 10% y el 11% del PIB regional, estima Merelles. Su alza ha de ir de la mano de la población local y los entornos en los que se desarrolla, defiende. “Requiere transversalidad”, remacha. La Estrategia de Turismo de Galicia 2024-2030 quiere impulsar “un turismo auténtico y sostenible”, social, ambiental y económicamente, que crezca fuera de los meses de julio y agosto y repercuta positivamente en el territorio. La teoría cristaliza en esta muestra de planes para hacer en diversos destinos del territorio, sin prisas, y durante todo el año.
¡Que vienen los vikingos!
La región conserva la memoria histórica de los desembarcos vikingos que sufrió y repelió durante los siglos IX y X mediante conmemoraciones convertidas en fiestas multitudinarias. Dos celebraciones representativas son la romería vikinga de Catoira (Pontevedra) –a principios de agosto, a orillas del río Ulla– y la fiesta normanda de Foz (Lugo), que a finales de agosto recrea una incursión fallida en la playa de Tupide.
Ocio más allá de la nieve
En Manzaneda Estación de Montaña se practica esquí durante el invierno –es la única estación de Galicia, y la más occidental de España–, y deporte y turismo activo durante todo el año. Cuenta con bike park (con pistas de diferentes niveles técnicos), instalaciones deportivas indoor –pabellón, piscina cubierta, rocódromo– y parque de aventuras con tirolina gigante.
La catedral del megalitismo
Junto a elementos patrimoniales tan reconocibles como la catedral de Santiago, la Torre de Hércules o la muralla de Lugo, se despliega otra Galicia más oculta, de la que el dolmen de Dombate, en A Coruña, es un buen ejemplo: esta tumba colectiva del Neolítico, considerada la catedral del megalitismo en la región, está protegida por el edificio del centro de interpretación del megalitismo en A Costa da Morte.
Paseos a pie entre cortados
Por la atalaya del Facho de Maeda (Mañón, A Coruña), a los pies del castillo de Monterreal (Baiona, Pontevedra, parte del Camino Portugués de la costa) o entre las playas de Alba y Barrañán (Arteixo, A Coruña). La costa gallega invita a caminar por acantilados y arenales, entre faros y miradores. Turismo ha recopilado 21 de estos paseos con información práctica de todos.
Reconocimiento mundial
El Paisaje Cultural del Agua de la Ribeira Sacra (Ourense y Lugo) es la única candidatura española a la lista de Patrimonio Mundial de la Unesco. A la espera de su inclusión, que se discutirá en 2026, el viajero puede disfrutar de la naturaleza, el patrimonio y los vinos de este territorio vertebrado por el curso de los ríos Miño, Sil, Cabe y Bibei.
Vergeles en flor
La camelia, originaria de Japón, se ha adaptado muy bien a Galicia. Verla en flor (entre noviembre y abril) es un espectáculo que puede contemplarse en los 10 vergeles gallegos que forman parte del Itinerario Cultural Europeo de Jardines Históricos, y también de la ruta de la camelia. Los jardines del Pazo do Faramello han sido los últimos en incorporarse.
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