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Félix Parra: “Compatibilizar la carestía de la energía con ser verde no siempre es fácil”

Aqualia trabaja en innovaciones para mejorar la regeneración de aguas residuales, como las depuradoras con microalgas, o en conseguir agua ultrapura para producir hidrógeno

Felix Parra, CEO de Aqualia
Felix Parra, CEO de AqualiaPablo Monge Fernandez
Marta Yoldi

La expansión de Aqualia, la cuarta operadora de Europa en gestión del ciclo integral del agua, ha tenido sus hitos más recientes en los contratos firmados en Francia y en la adquisición de una empresa en Colombia. Su CEO, Félix Parra (Madrid, 1955), explica que este año será el de la consolidación, “con un crecimiento orgánico”. Se superarán los 1.000 millones de euros en inversiones hasta 2026 y las perspectivas son positivas. No en vano en 2022 la empresa obtuvo una cifra de negocios de 1.323,2 millones, un 11,6% más que en 2021.

P. En tiempos de encarecimiento de la energía, ¿cómo puede ayudar la gestión del agua?

R.Nosotros hemos sufrido mucho el año pasado porque tenemos un componente energético claro. Este coste en 2022 respecto a 2021 superó los 38 millones. Intentamos hacer compatible este componente con llegar a 2030 con el 50% de energía de procedencia renovable (actualmente es el 35%). Compatibilizar la carestía de la energía con ser verde no siempre es fácil. Trabajamos con energías renovables y en lograr la eficiencia en todos los procesos de tratamiento y distribución del agua para reducir consumos de energía. Y lo que esperamos es que el mercado se vaya normalizando poco a poco.

P. ¿Qué innovaciones se pueden destacar en la gestión hídrica que realizan ahora mismo?

R. Diferentes modelos nos dicen que en 2050 habrá en torno a un 50% menos de precipitaciones en el sur de la Península. Nuestra actuación va en esa línea. Primero, siendo más eficaces en el consumo energético en nuestras instalaciones, especialmente en la de­sa­lación. También nos volcamos en la reducción de pérdidas en las redes y en la optimización del recurso. Y hay muchas actuaciones en la regeneración del agua y en volverle a dar otra vida. Convertir una depuradora en una biofactoría. Ahora tenemos cuatro que se alimentan del sol y que funcionan con microalgas. Las algas crecen porque comen la materia orgánica que hay en el agua residual y luego se cosechan. Asimismo, estamos trabajando en utilizar biogás de las plantas como elemento, como subproducto de la depuración. Tenemos una patente que nos permite la utilización más eficiente del biogás y que incluso se pueda utilizar como combustible. Y también estamos actuando en el campo del hidrógeno. El agua, para producirlo, tiene que ser ultrapura. Tenemos un proyecto ya en Portugal y otro incipiente en España para producir esa agua ultrapura de la manera más barata posible.

P. Hablando de proyectos, ¿cómo va la tramitación de los fondos europeos?

R. En la actualidad, estamos en la fase llamada de demostración del Perte del agua. En esta fase se presentan proyectos y se eligen los que después se licitarán. Yo creo que entre este año y el que viene tendremos una parte importante de esos fondos utilizándose ya. Hemos presentado siete proyectos, en colaboración con ayuntamientos, que son los titulares del servicio, y tenemos la esperanza de que alguno o algunos de los nuestros se aprueben.

P. Como operadora de la gestión del agua, ¿qué motivos creen en Aqualia que hacen que España tenga fama de eficaz en este asunto?

R. Somos un país que tiene mucho estrés hídrico, que ha estado acostumbrado a gestionar el agua que hay, aunque sea con mecanismos muy tradicionales, y eso ha hecho que tengamos un potencial tecnológico en las empresas del sector. Ese es un poco el origen. Hay que destacar que los organismos de cuenca, que ahora se están instalando poco a poco en todos los países para la gestión de los ríos, en España se instauraron en la época de Primo de Rivera, hace casi cien años. Es verdad que tenemos una tradición. Después nos quedamos atrás y hasta la Ley de Aguas de 1986, cuando se instaló el dominio público hidráulico, tuvimos un retraso. Pero, efectivamente, somos un país con experiencia, con know how, un expertise, llámese como se quiera, que nos hace capaces de mejorar la gestión y ayudar a otros países.


Divulgar y transmitir a la sociedad los efectos del cambio climático sobre el agua es un esfuerzo que hay que hacer

P. Recientemente, ha resultado elegido presidente de la Alianza StepbyWater, que pretende unir a todo tipo de instituciones públicas y privadas para encontrar soluciones al problema hídrico según los objetivos de Naciones Unidas. ¿Qué retos son los más acuciantes?

R. La Alianza reúne a empresas, a organismos, a entidades de distintos orígenes y sectores y lo común es la preocupación por el cambio climático y el impacto que va a tener en el agua. El principal reto es divulgar y transmitir a la sociedad la preocupación por este recurso de la mejor manera posible. Un ejemplo: es muy fácil imaginarse los efectos del cambio climático con una inundación en la plaza de Catalunya de Barcelona porque sube el nivel del mar, pero nadie hace una infografía de cómo puede ser el sur de España con la mitad de precipitaciones. Esos son los temas que hay que difundir, en los que hay que esforzarse, aunque sea con diferentes visiones, que en la Alianza también existen.


Más inversiones y más colaboración público-privada en temas hídricos es lo que pido para el futuro inmediato

P. Una petición para el futuro inmediato.

R. Más inversiones por parte de todas las Administraciones y más colaboración público-privada. Sin duda.

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