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Cantabria

El sector servicios impulsa la transformación económica cántabra

Las estimaciones apuntan a un alza anual del PIB del 2,3% en el segundo trimestre de 2024. La innovación será clave para crear empleo estable y de calidad

Cantabria Indicadores económicos Gráfico
Belén Trincado Aznar
Marta Pinedo

Cantabria está inmersa en un profundo vuelco económico. El turismo ha irrumpido en los últimos años y se ha consolidado como uno de los motores clave del crecimiento de esta región históricamente industrial. Sin embargo, el fuerte carácter estacional de actividades como la hostelería, muy ligadas a la temporada estival, abre un horizonte de desafíos que los agentes sociales y las Administraciones tendrán que afrontar.

La innovación y el fomento del empleo estable serán claves en la transformación del modelo productivo de la región cántabra, que ha experimentado una subida del 2,3% de su PIB en el segundo trimestre de 2024 frente al mismo periodo del año anterior, según las últimas estimaciones de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF).

El índice de confianza empresarial ha subido ocho puntos, cuatro puntos por encima del crecimiento nacional

A pesar de ser un dato positivo, el crecimiento se mantiene ligeramente por debajo de la media de España (2,9%) y conserva una diferencia aún más abrupta en términos de PIB per cápita, con una diferencia de siete puntos entre el promedio regional y el nacional. Junto al aumento de la actividad económica se atisban algunas fortalezas, según el último informe del Colegio de Economistas de Cantabria publicado en septiembre. Entre ellas, destaca la moderación de la inflación, que cerró agosto con un crecimiento interanual del 2%, tres décimas por debajo de la media nacional (2,3%). Repunta también el empuje de la confianza empresarial, que hasta septiembre de 2024 ha subido casi ocho puntos, el doble que en el conjunto del Estado, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).

En paralelo, el empleo se presenta como uno de los síntomas del aumento de la actividad económica. En el segundo trimestre, la tasa de desempleo se situó en el 8,5%, 2,8 puntos por debajo del promedio estatal (11,3%), recoge el INE. El crecimiento de la afiliación se redujo durante la primera mitad del año (1,2% interanual en junio), pero repuntó en julio y especialmente en agosto, hasta alcanzar el 1,7% interanual en septiembre, influido por la temporada de verano. El número total de afiliados en septiembre se situó en los 234.215, lo que supone una bajada de cerca de 5.000 afiliados con respecto al mes anterior, pero 5.000 más que el mismo mes de 2023, según los datos de la Seguridad Social.

La tasa de desempleo se situó en el segundo trimestre en el 8,5%, 2,8 puntos por debajo del promedio estatal

Aunque todos los sectores económicos han aumentado su número de ocupados, los datos reflejan la evolución estructural de la región. Frente a un sector primario en declive, despuntan con fuerza los servicios, que emplearon en el segundo trimestre de 2024 a aproximadamente 191.700 personas, 10.000 más que en 2019, antes de la pandemia. En el mismo periodo, el campo industrial ha mantenido oscilaciones de producción y empleo estable, entre los 43.000 y los 38.000 ocupados. La construcción presenta una evolución similar a la industria, aunque con una cierta mejora anual: empleó a 20.800 personas en el segundo trimestre de 2024 frente a las 20.400 de 2023 y las 16.900 de 2022.

Desafíos

A pesar de que el turismo ha favorecido el crecimiento, mantiene un excesivo carácter estacional, según Marcos Fernández, profesor de Economía de la Universidad de Cantabria. “La región es conocida por ser un destino vacacional atractivo, pero económicamente es más interesante pensar que es un lugar agradable para vivir”, apunta. La concentración de la actividad en el sector servicios, y en determinadas zonas, puede agravar el desequilibrio territorial. A ello se suma el envejecimiento de una población anclada en un crecimiento demográfico vegetativo: Cantabria se erige como la cuarta comunidad con mayor índice de envejecimiento (179%), por detrás de Asturias (249%), Galicia (218%) y Castilla y León (217%), con más del 26% de los habitantes que superan los 65 años, según el INE. Una circunstancia que acentúa el frenazo del relevo generacional, con mayor repercusión en sectores en declive como la metalurgia, resalta Fernández.

En este recambio influye también la emigración hacia otras regiones. “Uno de nuestros puntos fuertes es el capital humano, pero gran parte de los jóvenes más formados se marchan al incorporarse al mercado laboral, lo que se convierte en una pérdida para la región”, expone Fernández. Con los datos nacionales a la baja, el informe PISA de la OCDE sitúa a Cantabria como el tercer mejor sistema educativo en Matemáticas y Ciencia de España. Las claves para la atracción del talento y el crecimiento estable del empleo son claras para Fernández: “El impulso de la tecnología, la innovación y las actividades del conocimiento como la ingeniería o las telecomunicaciones”.

Apuestas de futuro

Impulso digital. El Gobierno regional trabaja en una Agenda Digital para la transformación del modelo productivo. Entre los compromisos anunciados destaca el desarrollo de la industria 4.0 o la atracción de empresas tecnológicas. Promete también triplicar la inversión de innovación. El gasto en I+D representó en 2021 el 0,95% del PIB regional, frente al 1,41% nacional, de acuerdo con las últimas estimaciones del Instituto Nacional de Estadística (INE). 

TIC, sanidad y finanzas. El Colegio de Economistas advierte de una oportunidad clave en el “importante margen de crecimiento” de los servicios intensivos en conocimiento, aquellas actividades de valor añadido, como las tecnologías de la información, la sanidad o los servicios financieros. Esta área representa ya el 37,2% del empleo en la región, ligeramente por debajo de la media nacional (38,1%), según los profesionales.

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