¿Es China intocable?
A corto plazo pueden verse beneficiadas de un tirón alcista
Esta es la pregunta que se vienen haciendo muchos gestores y analistas respecto a la conveniencia de invertir en el mercado bursátil chino. El pesimismo es tan grande y el peso de los argumentos en contra de la tesis de inversión china tan elevado que no son pocos los que se están absteniendo de poner un solo euro en acciones del mercado que representaría la segunda economía mundial. Veamos primero esos argumentos.
El principal problema de la economía china es, probablemente, que la más épica burbuja inmobiliaria y de construcción en base a muchas métricas ha explotado, y con ello ha empezado una fase de desapalancamiento que acorde a la historia de estas fases debiera durar al menos varios años. Junto con ello tenemos una enorme sobrecapacidad instalada en general en la economía que pesa sobre la productividad y la rentabilidad de las inversiones.
Otro conocido problema estructural es el rápido envejecimiento de la población al que ha llevado un largo periodo de política de natalidad de un hijo. En el sector manufacturero ha aparecido el fenómeno del onshoring en algunas economías desarrolladas y la competencia de otras economías asiáticas con menores costes. Son conocidas también las dificultades de las transiciones de una economía basada en las manufacturas a una economía más desarrollada basada en los servicios. Por último, no se podría dejar pasar el modelo político de partido único y ausencia de democracia y su difícil convivencia con una economía y sociedad cada vez más desarrollada y formada. Ahora mismo no aparece como un problema, pero el famoso “pacto social” de libertades constreñidas a cambio de bienestar y progreso económico puede verse desafiado en algún momento.
En el otro lado de la balanza nos quedan sobre todo unas valoraciones para los principales índices bursátiles chinos en base a métricas clásicas como PER, etc. muy atractivas sobre el papel respecto a su propia historia y respecto a otros mercados bursátiles. Sin embargo, las valoraciones no tienen correlación con el comportamiento de los mercados a corto y medio plazo. Lo más positivo a corto plazo sería que ha comenzado una reactivación del ciclo manufacturero global y de los indicadores adelantados de actividad en general. Economías industriales procíclicas como la china suelen ser de las primeras beneficiarias.
La conclusión sería, por tanto, que a corto plazo las Bolsas chinas (y también de otras economías emergentes asiáticas) pueden disfrutar de un tirón alcista interesante junto con el resto del mercado, pero a medio y largo plazo el desempeño relativo de este gran mercado puede seguir siendo decepcionante.
Juan Manuel Vicente Casadevall, EAFN. Asesor Smart Bolsa
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