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Los valores familiares aún priman sobre los económicos en la herencia

Un estudio de la Fundación BBVA destaca el carácter comunitario de este tipo de transferencias

Julián Martín
Un hombre y una mujer mayores caminando cogidos de la mano por la calle Caramuel, en el barrio de Puerta del Angel, Madrid.
Un hombre y una mujer mayores caminando cogidos de la mano por la calle Caramuel, en el barrio de Puerta del Angel, Madrid.Olmo Calvo

Los valores familiares siguen influyendo a la hora de gestionar el reparto de la herencia, a pesar de la aparición del enfoque individualista en las relaciones parentales. Esta es una de las ideas que se extraen del proyecto Herencias en la sociedad digital. La gestión familiar de las transferencias intergeneracionales y el patrimonio en la España del siglo XXI dirigido por Luis Ayuso, Catedrático de la Universidad de Málaga.

El estudio, realizado gracias a una Beca Leonardo de la Fundación BBVA, explora el papel que juegan las herencias en la sociedad actual a partir de la estructura de la familia española, pero también desde su cultura familiar alrededor de las mismas.

La investigación de Ayuso refleja lo que él define como “perfil sociológico familiarista”, en el que amplias mayorías consideran que independientemente de cómo sea la relación, el patrimonio de los padres debe pasar a sus hijos (88%), sin condiciones (67%) y sin distinciones entre ellos (83%). “La herencia sigue simbolizando a la propia familia, representa el esfuerzo intergeneracional de padres a hijos que asegura la continuidad familiar”, afirma el doctor en Sociología.

Curiosamente, también puede observarse la existencia de un principio de “familiarismo individualista” representado por el 57% de encuestados que opina que no se debe ahorrar para dejar un patrimonio a los hijos o familiares más allegados. Ante el aumento de la esperanza de vida y de los comportamientos más privados e individualistas en las nuevas generaciones, el investigador considera que el sentido del ahorro tiene un carácter cada vez más personal que comunitario.

Lo novedoso de esta encuesta es el estudio del enfoque simbólico que tiene la herencia para la familia. Luis Ayuso hace énfasis en este aspecto, dada la importancia del papel que juegan en estas transferencias las cuestiones emocionales: “Muchos problemas de la herencia no son tanto por el valor de las cosas, sino que la pelea va por la imagen del padre o la madre que proyectan esos bienes materiales”. “La digitalización está acelerando el proceso de deshumanización de nuestra sociedad y, en el futuro, el componente humano de las cosas va a ser determinante”, añade Ayuso.

Hipotecas inversas

Mayoritariamente, la sociedad española es partidaria de no dar nada hasta su fallecimiento (42%), aunque hay un grupo partidario de dar toda la herencia en vida (24%). La razón que más influye en este reparto es que las personas se sientan muy o bastante solas, donde el 58% son partidarias de no dar nada hasta su fallecimiento, frente al 40% de las que se sienten muy o bastante acompañadas.

A esta soledad hay que sumar los más de 2 millones de hogares unipersonales habitados por personas mayores de 65 años según la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, lo que podría provocar el renacimiento de la hipoteca inversa, dirigidas generalmente a intercambiar una propiedad por una paga mensual hasta el fallecimiento de la persona mayor. El estudio considera que es el momento en el que las personas se sienten subjetivamente solas, cuando piensan sacar rentabilidad de la vivienda

Ayuso asocia el asentamiento de este producto en Reino Unido dada la concepción del modelo parental, en el que la red familiar no tiene la misma importancia que en España. “La hipoteca inversa, va a aumentar en nuestro país, porque nos vamos a enfrentar a un problema gravísimo de soledad, porque no tenemos hijos y la estructura de apoyo se va a deteriorar”, apunta el investigador.

Otros datos presentes en el estudio

Sucesiones. El 61% de los encuestados se muestra a favor de eliminar este impuesto. Llama la atención que los más partidarios a su eliminación sean las personas que se encuadran en las clases más altas (62,5%) y bajas (64,5%), a los que menos afecta este tipo impositivo. “Las personas de clase baja valoran mucho lo que les ha costado acumular su pequeño patrimonio. En el caso de las personas con mayor nivel adquisitivo tiene que ver más con como repartir sus bienes”, aclara el investigador Luis Ayuso.


Gestión.  Solo un 12% de los encuestados espera recibir una herencia en el futuro. Cuando la reciba tiene previsto sobre todo repartirla entre los miembros de su familia (25%) y guardarla (23%); sólo un 8% tiene previsto invertirla en algo material, y un 10% piensa darse algún capricho. El 15% no sabe muy bien lo que hará, pues no lo ha pensado aún.  

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Sobre la firma

Julián Martín
Redactor de Cinco Días. Antes pasó por varias emisoras de la Cadena Ser y colaboró con diarios de la provincia de Huelva. Graduado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Máster en Periodismo UAM - EL PAÍS.
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