Los flujos fantasma: así es como Rusia importa un Mercedes a pesar de las sanciones
Moscú copia a China y Corea del Norte para continuar exportando bienes y maquinaria de origen europeo
Moscú parecía un paraíso de capitalismo hasta que llegó el invierno de 2022. El nuevo distrito de negocios, Moscow City, se había llenado de rascacielos y la capital albergaba el centro comercial más grande de toda Europa. Aviapark, en el norte de la capital rusa, presumía de más de 500 tiendas repletas de marcas occidentales y un acuario ornamental que batía récords mundiales. El estallido de la guerra de Ucrania a gran escala en febrero de 2022 desencadenó el éxodo de más de 1.000 marcas extranjeras y esa ilusión de mercado libre desapareció.
Después de 11 paquetes de sanciones y 595 días de guerra, comprar un chándal de Adidas o el nuevo modelo de Mercedes-Benz en Rusia no es tan sencillo, pero aún se puede lograr. Los flujos comerciales a lo largo de la guerra muestran que productos de consumo y tecnología clave han continuado entrando al país a través de varios mecanismos que aprovechan el conocido como mercado gris y países con vínculos económicos con Moscú.
El mercado gris
Un ejemplo: Parallel Majorka Import, un importador en la capital rusa, continúa ofertando los últimos modelos de coches de lujo europeos, aunque los grandes fabricantes automovilísticos europeos han frenado sus operaciones en el país. “Hemos comprado un Mercedes-Benz W223 S400d desde Corea del Sur para uso en Rusia,” dice un anuncio reciente en su canal de Telegram con más de 54.000 suscriptores.
La firma automovilística alemana frenó sus exportaciones a Rusia en marzo de 2022 y se retiró por completo el pasado octubre, aunque los coches siguen llegando: entre enero y julio de este año, 75.626 vehículos importados fueron matriculados en Rusia, según datos del Ministerio de Transporte ruso.
Kazajistán, Uzbekistán y Armenia, países ex-miembros de la Unión Soviética, han registrado aumentos históricos en sus exportaciones a Rusia. Aunque estos países batieron récords de comercio, expertos consultados por este periódico sugieren que China, Emiratos Árabes y otros países con lazos al Kremlin han continuado facilitando el suministro.
Estas importaciones en gris, a través de un mecanismo que la Unión Europea y la comunidad internacional considera como incumplimiento con sus sanciones, no solo cubre los bienes de consumo, sino también facilita la importación de maquinaria clave al país ex-soviético. Esto incluye semiconductores y partes útiles para la industria de guerra.
Benjamin Hilgenstock, economista jefe del KSE Institute, señala que los datos aduaneros a lo largo de la guerra señalan que la economía rusa se está recuperando, pese a la caída del rublo. “Las sanciones no desencadenaron un colapso financiero en Rusia y ese no era el objetivo. A mi juicio, no hay motivos para suponer que habrá una recesión en Rusia. Al contrario, la economía podrá crecer un 1% o 2% este año.”
Las tácticas para esquivar el castigo occidental
El Kremlin ha tomado apuntes de Corea del Norte, Irán y China, para protegerse de las sanciones occidentales. Así lo considera Agathe Demarais, miembro del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR). “Han usado Corea del Norte como ejemplo para la suplantación de buques y manipular sistemas automáticos de localización de embarcaciones. Ellos son expertos en importar carbón y petróleo por debajo de la mesa, una técnica que Rusia usa hoy en día.”
El KSE Institute ha calculado que Rusia ha eludido los tapones de petróleo a través de una “flota oscura” de unos estimados 156 petroleros que viajan sin un seguro de protección e indemnización, una obligación en la mayoría de los puertos marítimos occidentales.
“Creemos que Rusia ha podido encontrar rutas marítimas alternativas, por ejemplo a través de puertos chinos que no requieren este seguro,” ha añadido Hilgenstock.
Rusia ha diversificado sus rutas comerciales de cara al boicot internacional, al igual que Irán, considera Demarais. Teherán y Moscú han trabajado desde 2000 en un corredor comercial alternativo, el Corredor Internacional de Transporte Norte-Sur.
El lanzamiento de prueba del nuevo rublo digital, modelado del yuan digital, podrá convertir a las sanciones occidentales en completamente ineficaces si Moscú logra vincularlo al mercado internacional, según la experta. China lidera los métodos de pago alternativos, y presume de decenas de millones de usuarios de la moneda controlada por el Banco Central de China con enormes capacidades de seguimiento.
Importaciones a través de países terceros
Para llenar el hueco de semiconductores provenientes desde los Estados Unidos —aparatos útiles para todo, desde los smartphones hasta tecnología de guerra e inteligencia— Rusia ha empezado a importar esta maquinaria desde Turquía y China. Las exportaciones de estos productos desde Ankara han subido alrededor de 200% desde 2021 y continúan aumentando, según cálculos de Global Trade Tracker.
Kazajistán, que comparte la frontera terrestre más larga con Rusia, es el país que ha observado el aumento más significativo en sus flujos comerciales en los últimos años, según datos cruzados con Bloomberg, Bruegel y aduanas de varios países. Rusia importó un 390% más bienes de este país centroasiático entre abril de 2022 y abril de este año.
La mayoría de estos bienes registrados en bases de datos eran vehículos, además de otros productos comerciales. A su vez, los vehículos procedentes de Alemania a las fronteras kazajas aumentaron un 257% entre 2022 y 2023. A todo esto, el negocio ruso se ha acercado más hacia Astaná en el último año, como Ozon y Wildberries, dos líderes del comercio electrónico ruso, que movieron sus almacenes a Kazajistán.
En suma, las importaciones de productos europeos con destino a Kazajistán subieron un 290% entre enero de 2022 y 2023, según cifras de Bloomberg. Armenia también observó un incremento exponencial en sus importaciones provenientes de la eurozona, con un salto sobre el 91% entre el mismo periodo.
Como los productos pasan por un país tercero, es difícil para las propias multinacionales rastrear donde sus bienes terminan, incluso si ya no tienen competencia en este mercado. Valeria Enrich, socia de Baker McKenzie Barcelona, aconseja a estas empresas “informarse bien de quién está comprando sus productos,” y habilitar medidas antes de exportar con una entidad desconocida.
La UE intenta poner freno
Organismos de la Unión Europea y Estados Unidos han identificado estos flujos fantasma en varios de los países mencionados. Bruselas advirtió el pasado julio en su último paquete de sanciones, que en casos excepcionales, firmas de países terceros que faciliten este mercado gris pueden ser sancionados también.
“De lo que no se habla es que la guerra en Ucrania ha ocasionado un auge masivo en los flujos comerciales”, ha comentado Timothy Ash, del think-tank Chatham House a Cinco Días. “Estos países se han beneficiado masivamente de la guerra y ahora deberían regresar algo de esa ganancia inesperada.”
Ash sugiere que el último paquete señala un empuje a esos países terceros hacia la auto-regulación, pero añade que es un delicado acto de equilibrio. “Los países de la Comunidad de Estados Independientes (CIS) tendrán que decidir qué relación es más importante. No creo que ninguno de ellos quiera llegar al lado malo del régimen de sanciones occidentales, en concreto los bancos.”
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