Patronal y sindicatos denuncian: “Hay que acabar con el mercado negro” de citas con la administración
Se trata de una práctica que puede dañar la reputación internacional de España. Considera que se vive una “primavera económica inesperada”
La práctica extendida desde la pandemia de que el ciudadano tenga que pedir una cita para realizar cualquier gestión con los servicios públicos de la Administración, bien por la falta de personal o por tener buena parte de los funcionarios teletrabajando, puede convertirse, si no se ataca a tiempo, en un factor que podría dañar gravemente la reputación internacional de España. Si hasta ahora los indicadores internacionales de este tipo de corrupción de pequeño calibre no habían aparecido en España, ahora sí se corre un riesgo real de que aparezca, con el consiguiente daño reputacional.
El mensaje fue lanzado este miércoles por el presidente del Consejo Económico y Social (CES), Antón Costas, durante la presentación de la memoria sobre la situación socioeconómica y laboral de España. “Hay que acabar con el mercado negro de citas antes de que se trate de una práctica habitual” y volver cuanto antes a la presenciabilidad. Con ello además se acabaría con el malestar que esta medida viene provocando al ciudadano.
Aunque no lo mencionó explícitamente, esta crítica de Costas se dirige directamente a las oficinas de la Seguridad Social, extranjería, así como un buen número de ayuntamientos. Desde su punto de vista, la alfabetización digital sigue siendo muy baja, lo que es otro factor que juega en contra con esta medida de solicitar cita previa de forma telemática.
Volviendo a la situación de la economía española, el presidente del CES ha considerado que la economía española está viviendo una “primavera económica inesperada”, habida cuenta de que las previsiones económicas del pasado año apuntaban hacia la recesión, en los meses finales de 2022.
De hecho la mayor parte de los analistas y expertos pronosticaban que la economía española podría registrar descensos en el cuarto trimestre de 2022 y el primero de 2023. Sin embargo fueron meros pronósticos que no se hicieron realidad y más que “pisar el freno, la economía española ha levantado el pie del acelerador” en este inicio de año.
Efectos electorales
Preguntado sobre la posibilidad de que un cambio de Gobierno que surja de las próximas elecciones generales del 23 de julio, pueda provocar una cascada de cambios legislativos en las grandes reformas, como la laboral, de pensiones puestas en marcha en estos meses y años, considera que este tipo de reformas permanecerán. “Todas aquellas reformas que cambian las reglas del juego y que han tenido grandes consensos van a tener un sostenimiento en el tiempo”, afirmó Costas.
Según recoge la memoria del CES, el principal riesgo con el que cuenta la economía española está relacionado con el enquistamiento de la inflación, y los posibles mayores efectos de segunda ronda, junto a un endurecimiento adicional de las condiciones financieras, que podría deteriorar aún más la situación de hogares y empresas. Por contra, el dinamismo mostrado por el empleo y el desarrollo del acuerdo de salarios, pueden contribuir a un crecimiento de la economía en el corto plazo.
Alerta sobre los niveles de la población trabajadora en riesgo de pobreza y exclusión, que aunque ha disminuido en los últimos años, sigue en niveles superiores a la media europea.
Pobreza infantil
Otra de las críticas lanzadas por el presidente del CES es la reducida inversión que se realiza en España en materia de infancia, un hecho cuyo coste económico puede cifrarse en una pérdida de 2,5 puntos de PIB al año. Por ello pidió invertir en la primera infancia por motivos morales y de decencia social, motivos políticos y económicos.
Utilizando datos de OCDE, dijo que lamentablemente España es el segundo país (el primero es Bulgaria) que menos invierte en infancia, lo que se traduce en pérdidas de empleo, ingresos, productividad y crecimiento.
El problema es de tal calibre que una sociedad como la española que se llama “democrática y avanzada” no reconoce el problema real que existe de pobreza infantil. “No lo aceptamos, pero la hay, y no es responsabilidad del pobre”, afirmó Costas. En la presentación se afirmó que el retorno de invertir en niños es mayor que hacerlo en infraestructuras.
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