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El Banco de España pide cheques para vulnerables en vez de ayudas fiscales generalizadas

El Estado podría ahorrar hasta 7.500 millones de euros con esta fórmula

Medidas de ahorro fiscal IVA gasolinas
Belén Trincado Aznar
Pablo Sempere

Las medidas fiscales desplegadas por el Gobierno de España para hacer frente a las consecuencias económicas derivadas de la guerra en Ucrania y de la escalada de la inflación supondrán a las arcas públicas un coste fiscal de entre 34.000 y 40.000 millones de euros entre 2021 y 2025, con especial énfasis en el año 2022. Sin embargo, critica el Banco de España, tal despliegue de recursos no se ha concentrado en los hogares y en las empresas más vulnerables, sino en el conjunto de la población. En concreto, únicamente entre el 15% y el 20% del gasto se ha articulado a través de medidas que estén dirigidas a grupos especialmente afectados por la crisis. El supervisor, por ello, pide fórmulas alternativas como cheques directos y muy focalizados.

El organismo que dirige Pablo Hernández de Cos reconoce en un análisis publicado ayer que estas fórmulas son complejas porque implican identificar a los potenciales beneficiarios y hacerles llegar el ingreso después, pero pone como ejemplo la ayuda de 200 euros diseñada el pasado diciembre para las rentas más bajas, cuya implementación ya está en marcha.

Bajo este esquema, el Banco de España propone dos opciones, con un evidente ahorro. La primera es realizar una transferencia de 375 euros a cada uno de los hogares que conforman el 30% más pobre de la población. La cantidad no es casual, ya que es similar al ahorro que reciben estas familias con las rebajas del IVA en la energía y en los alimentos y con la antigua bonificación a las gasolinas, tres de las medidas más regresivas por su evidente carácter universal y que, bajo este supuesto, se eliminarían. El coste fiscal de esta alternativa sería de 2.095 millones de euros, suponiendo un ahorro presupuestario de 7.484 millones.

Cabe señalar, recalca el supervisor, que “en este ejercicio hipotético no todos los hogares vulnerables se verían afectados de la misma forma, dado que no todos se benefician igual de las tres medidas eliminadas”. En torno a un 37% de los hogares vulnerables experimentarían una pérdida media de 229 euros, mientras que los restantes tendrían una ganancia media de 154 euros.

La otra opción, por la que parece decantarse el supervisor bancario, consiste en incrementar la transferencia a los hogares vulnerables hasta los 860 euros, al mismo tiempo que se suprimen las políticas regresivas. “Esta cuantía resulta de repartir la mitad del ahorro presupuestario procedente de eliminar las tres medidas generalizadas anteriores (4.790 millones) entre los hogares de las tres primeras decilas de renta”. En este caso, el número de hogares vulnerables perjudicados se reduciría a menos de un 4%, por lo que se lograría mantener la protección de la casi totalidad de los afectados “con la mitad del coste presupuestario”.

Medidas regresivas

En su análisis, el Banco de España ha analizado el coste presupuestario de tres medidas de carácter general, así como el impacto que cada una de ellas tiene sobre la población, en función del nivel de ingresos.

Una de ellas es la rebaja del IVA energético, con un impacto presupuestario estimado total de 5.871 millones. De esta cantidad, calcula el supervisor, unos 2.055 millones de euros van a parar a los tres deciles de población con más renta. Por su parte, el 30% más pobre se beneficia únicamente de 1.484 millones. Es un diferencial del 39% que se debe “a que los hogares de mayor renta realizan un mayor gasto en estos bienes en términos absolutos”, apunta el texto. Con todo, cabe señalar que en proporción al nivel de gasto total, el ahorro es mayor en los hogares de menor renta.

La rebaja del IVA en los alimentos, con un tipo del 0% en el grupo de los básicos y un 5% en las pastas y los aceites, presenta una tendencia similar. El coste total, estimado en 645 millones, tiene de nuevo mayor impacto en los hogares más acaudalados, que se comen 240 millones frente a los 142 millones de los más pobres. En este caso, el diferencial es del 70% y obedece a los mismos patrones que la rebaja energética.

La diferencia entre los hogares más y menos ricos, sin embargo, es mucho mayor en el descuento a las gasolinas que estuvo vigente hasta el 31 de diciembre de 2022. Esta medida tuvo un coste estimado de 3.065 millones de euros, de los que 1.377 millones (el 45%) fueron a parar a los tres deciles de más ingresos y solo 472 millones (el 15%) recayeron en el 30% más pobre.

En este caso, la brecha es del 192%, y a diferencia de las rebajas en el IVA energético y alimenticio, se observa que el impacto relativo también fue mayor en los hogares de mayores ingresos, una dinámica “coherente con los patrones de consumo, en los que los hogares de menor renta dedican una menor proporción de su gasto total al consumo de carburantes”. La bonificación a los carburantes, critica el supervisor, destaca por su “falta de focalización en los hogares más vulnerables”.

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Sobre la firma

Pablo Sempere
Es redactor en la sección de Economía de CINCO DÍAS y EL PAÍS y está especializado en Hacienda. Escribe habitualmente de fiscalidad, finanzas públicas y financiación autonómica. Es graduado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

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