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Italia y Dinamarca ultiman nuevas alzas fiscales para las criptomonedas

El país transalpino estudia elevar el impuesto sobre las plusvalías de las inversiones en activos digitales del 26% actual hasta el 42% en 2025. El Consejo fiscal danés, en cambio, propone un principio de tributación por inventario, que grave incluso las ganancias no realizadas

Representación del bitcoin.
Representación del bitcoin.Benoit Tessier (REUTERS)

Nada más entrar en el aeropuerto de Malpensa, en Milán, varias pantallas publicitarias acogen a los turistas con un anuncio de Binance: “Binance crea, conecta, forma, innova, apoya, guía”. A primera vista, Italia parecería un país criptofriendly. Sin embargo, no es del todo cierto. En las últimas semanas, el viceministro de Economía, Maurizio Leo, ha propuesto elevar el impuesto sobre las plusvalías de las inversiones en cripto del 26% actual hasta el 42% en 2025. La medida, incluida en los presupuestos que tendrán que aprobarse en las próximas semanas en el parlamento, ha desatado la ira del sector, convencido de que mermará el interés inversor en el país. Junto a Italia, en Dinamarca el Consejo Fiscal ha sugerido adoptar un sistema de tributación por inventario que grave incluso las ganancias no realizadas, con hasta un 42%.

En el caso del país transalpino, el incremento del impuesto sobre las ganancias de capital afecta tanto a las obtenidas por transmisión como las que proceden de la actividad de staking [el equivalente de un depósito]. Por ahora no se hace mención al límite exento de tributar: a día de hoy el impuesto se aplica en los rendimientos superiores a los 2.000 euros. En un documento técnico, el Ejecutivo detalla que con esta medida prevé recaudar unos 16,7 millones de euros adicionales al año, que se sumarían a los 27 millones recaudados anualmente. Si se aprobara esta iniciativa, Italia se convertiría en el país que grava de forma más agresiva las ganancias de los activos digitales, destaca Ana Mayo Rodríguez, socia de Fiscal de finReg360.

“A nivel europeo no hay uniformidad y cada país establece sus reglas. Pero en la UE ningún estado ha establecido este tipo impositivo”, asegura. Dibujar un panorama de la fiscalidad cripto en Europa no es sencillo. Como explica la experta, depende mucho de las operaciones que los estados decidan gravar: ganancias, transmisión de criptos, permutas, conversión a moneda fiduciaria... En términos generales, Portugal fija un tipo del 28%; el Reino Unido, un 20%. En Francia, afirma, se grava especialmente la conversión a moneda fiduciaria, pero entre operativa cripto no hay tributación. Entre los países europeos con una fiscalidad más benévola destaca Suiza, donde “en principio hay operaciones que no quedan gravadas en renta y solo se gravan en patrimonio con tipos del 1%. En España a día de hoy, todo lo que es transmisión de criptos, permutas y conversión en moneda fiduciaria lo consideramos una ganancia de capital. Se grava con tipos de hasta el 28%, con posibilidad de que suba al 32%”, explica.

Pero Italia no es el único país que ha movido ficha en términos fiscales en las criptomonedas. En las últimas semanas, en Dinamarca, el Consejo Fiscal, un órgano consultivo del gobierno en temas tributarios (como la Airef en España), ha hecho una recomendación planteando un nueva tasa a los activos digitales para garantizar mayor control sobre las tenencias de los inversores. Ana Mayo explica que este sistema afectaría tanto a los activos digitales como a las acciones y renta fija. “Lo que proponen es hacer una especie de inventario y gravar no tanto la transmisión de los activos, sino la plusvalía no realizada. Se sumarían las tenencias y se tributaría solo por el cambio de valor de un año a otro. En este sistema se podrían compensar las ganancias de criptos con pérdidas de productos financieros tradicionales y viceversa. Esto lleva a tributar de forma anual por los cambios de valor aunque no se hayan transmitido los activos. Algo que pasa también en España, cuando el inversor es una persona jurídica y valora los activos financieros anualmente a valor de mercado en la contabilidad”, destaca.

El sector cripto, en pie de guerra

Ante estas propuestas, la ira de la industria es palpable. En particular, el debate está siendo incendiario en Italia, un país donde casi dos millones de usuarios invierten en criptos, por un valor de unos 2.200 millones de euros, según OAM, el organismo de agentes y mediadores. Una treintena de profesionales y empresarios han enviado una carta al ministerio de Economía mostrando su rechazo y sus preocupaciones ante una norma que consideran discriminatoria e injusta. Entre ellos está Ferdinando Ametrano, CEO de CheckSig, una plataforma que ofrece servicios de custodia, de broker y de agente de retención de impuestos. “Con este tipo impositivo tan desproporcionado, el mercado italiano sería menos atractivo para las firmas internacionales y perjudicaría a las empresas italianas”, asegura. Ametrano considera que en este caso los grandes capitales se trasladarían a países con una normativa más flexible, como Suiza.

En el caso de los pequeños capitales, la tenencia directa de criptomonedas se volvería menos atractiva. “En cambio, poseer criptos a través de ETF, productos equivalentes o derivados sería más conveniente y se trasladarían a estos productos, tasados con el 26%, como todas las demás rentas financieras. Así, el fisco no tiene nada que ganar, pero sí destruiría una empresa como la nuestra”, advierte.

La pérdida de competitividad del mercado italiano no se limitaría, según los firmantes, a las empresas cripto, sino que afectaría también al ecosistema tecnológico relacionado con estas divisas. Startups e inversores en blockchain, DeFi, inteligencia artificial y smart contracts podrían preferir otros países ante los temores de mayores exigencias fiscales. Esto dejaría a Italia atrás en el desarrollo de proyectos innovadores, con dificultad de atraer capitales y una posible fuga de cerebros a otros países, especialmente en los sectores de la informática, criptografía y derecho digital, recursos humanos esenciales para el proceso de digitalización del país. Javier García de la Torre, director de Binance España y Portugal, no tiene dudas sobre ello. “Si las empresas perciben el entorno normativo como demasiado complejo, también podrían considerar la posibilidad de trasladar sus operaciones a otro lugar, lo que reduciría la creación de empleo y la innovación en los mercados afectados”.

Massimo di Rosa, responsable de Bitpanda Italia, coincide con esta visión. Para el bróker austriaco, el país transalpino representa el quinto mercado por importancia y la aprobación de esta medida podría llevar a la firma a reevaluar sus previsiones para 2025 con un notable impacto en los volúmenes de trading. A la injusticia fiscal, Di Rosa añade otros elementos. “Por un lado, tendría un impacto negativo entre los jóvenes, donde crece el interés por la inversión en cripto”, afirma. De hecho, una encuesta reciente de YouGov para Bitpanda revela que se han convertido en la primera fuente de inversión entre los menores de 43 años: el 16% de los mileniales declara haber invertido en monedas digitales, frente a un 13% de la generación Z. El 17% de cada grupo prevé invertir en los próximos 12 meses.

En segundo lugar, alerta de los riesgos para los inversores y para los mercados de criptoactivos. Por un lado, esta normativa podría incentivar a los ahorradores a utilizar operadores no autorizados, por otro lado, potencialmente podría generar una distorsión del mercado, con los inversores manteniendo los activos hasta finales de 2024 para venderlos poco antes de la posible entrada en vigor de la medida en 2025.

Desde el sector explican que ha habido contactos con el gobierno italiano y que prevén abrir una mesa de diálogo para discutir sobre los aspectos de la medida, aunque revelan que la normativa no pone de acuerdo a toda la mayoría de ejecutivo. Preguntado sobre un posible diálogo con la industria, el ministerio de Economía italiano no ha contestado a este periódico. Además, parte del sector considera que esta rigidez fiscal es una respuesta al rechazo de los reguladores hacia el ecosistema cripto. Andrea Ferrero, CEO del exchange italiano Young Platform, culpa a la autoridad reguladora de jugar en contra de la innovación en el ámbito financiero. Por su parte, Ametrano destaca la hostilidad muy fuerte tanto de Consob (la CNMV italiana) como del Banco de Italia hacia el ecosistema cripto.

A lo largo de estos años, estas autoridades han hecho pública su oposición hacia estos activos. En junio de 2022, el Banco de Italia invitaba a las entidades financieras y a otros sujetos autorizados a no incentivar el uso de los activos digitales y “a comunicar a los clientes que el Banco de Italia desaconseja operar con este tipo de criptoactivos”. Su gobernador, Fabio Panetta, publicó un artículo en el Financial Times en el que consideraba que estas monedas digitales carecían de una función “social o económica”, destacaba la naturaleza especulativa de las criptos y que por ello deberían tratarse como “las actividades de juegos de azar”.



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