ACS se coloca para ofertar por la ampliación de 2.500 millones del puerto de Vancouver, el mayor de Canadá
La filial FlatironDragados compite frente a Kiewit y el tándem coreano de Hyunday y Daewoo por construir una nueva terminal
El concurso para levantar una macroterminal de contenedores en el puerto canadiense de Vancouver, el de mayor tráfico del país y el cuarto por volumen de carga de Norteamérica, tiene al grupo ACS en la lista corta de aspirantes. La compañía ha colocado en esta fase final a su constructora FlatironDragados, en consorcio con las locales Aecon Constructors y Carlson, y con la especialista holandesa en obra marítima Van Oord. FlatironDragados, fruto de la integración de dos de las mayores constructoras de ACS en EE UU, constituye uno de los pasos decididos del grupo en busca de simplificar su estructura y tener mejor acceso al mercado.
ACS tendrá enfrente las ofertas de un grupo formado por la estadounidense Kiewit, la firma canadiense de obra civil Ledcor y la belga Jan de Nul, y a una segunda alianza coreana encabezada por Hyundai y Daewo. En el mercado se estima que el presupuesto total superará los 4.000 millones de dólares canadienses (2.460 millones de euros).
La Autoridad Portuaria de Vancouver Fraser pretende ganar más de 100 hectáreas de terreno al mar y construir un muelle de 1.300 metros en el que ha sido bautizado como proyecto Robert Banks Terminal 2.
El tamaño del encargo se explica con los 18.000 empleos de construcción necesarios, y las 17.000 personas que trabajarán allí posteriormente, una vez que la terminal entre en funcionamiento. La Roberts Bank Terminal 2 aumentará la capacidad de contenedores de la costa oeste de Canadá en más del 30%, con espacio para 2,4 millones de contenedores TEU (20 pies de largo) anuales.
El enclave elegido, ubicado 35 kilómetros al sur de la ciudad de Vancouver, incluirá una mejora de las comunicaciones viales y ferroviarias del puerto, y la ampliación de la zona de actuación de los remolcadores. La adjudicataria deberá activar distintos programas de mitigación del impacto ambiental.
El calendario del proyecto contempla la presentación de las propuestas y presupuestos definitivos en mayo de 2026 y la selección del consorcio contratista a lo largo del verano. Las obras comenzarían en 2028 y las operaciones en la futura terminal deben arrancar a mediados de la próxima década.
Autonomía frente a EE UU
La promotora de esta ampliación del puerto de Vancouver estima que la nueva terminal ofrecerá potencial para mover 100.000 millones de dólares canadienses anuales en mercancías. La contribución de la parte nueva de la infraestructura al PIB será de unos 3.000 millones al año. La actuación es estratégica para lograr el objetivo, trasladado por el primer ministro Mark Carney, de duplicar las exportaciones a mercados no estadounidenses entre 2030 y 2040. Se trata de proteger la autonomía comercial de Canadá, desligándose de la dependencia respecto a los puertos estadounidenses. Máxime cuando las relaciones entre ambos países norteamericanos se han vuelto convulsas tras las prácticas arancelarias de la Administración Trump.
Los tres consorcios que encaran la recta final del proceso de licitación presentaron sus certificaciones el pasado mes de julio. Se ha valorado tanto la experiencia en obra portuaria como la experiencia internacional y capacidades de construcción en Canadá. Este, junto a Estados Unidos, es uno de los mercados estratégicos para el grupo que lideran Florentino Pérez y Juan Santamaría, siendo ACS una de las principales firmas de obra civil sobre el terreno.
La española está ejecutando o ha entregado proyectos como el nuevo puente de Île-aux-Tourtes (1.225 millones de euros); ganó la concesión con 3.000 millones de inversión del puente Gordie Howe, para conectar la ciudad canadiense de Windsor con la estadounidense de Detroit; se encargó de la línea de metro ligero Finch West de Toronto; contrató obras por más de 1.000 millones en el proyecto hidráulico Site C CleanEnergy, o se adjudicó el pasado mes de junio un contrato para levantar un puente cercano a las cataratas del Niágara por casi 1.300 millones de euros.
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