Barcelona se lleva el estreno de los cruceros a 500 euros por día: Explora Journeys (MSC) botará allí su tercer barco de lujo el próximo verano

La división de lujo de la compañía italiosuiza prevé contar con otras tres embarcaciones en los próximos tres años

Fernando Pacheco, director general de MSC Cruceros en España.

El gigante italo-suizo MSC Cruceros está dispuesto a redoblar su apuesta por la división de viajes de lujo que arrancó hace tres años con la compañía Explora Journeys. Y Barcelona, de donde parten ya varias de las rutas que hacen las dos embarcaciones que tiene operativas, con tarifas que parten de los 500 euros por persona y día, va a jugar un papel protagonista.

Así lo ha destacado este mediodía Fernando Pacheco, director general de MSC Cruceros en España y Portugal, en un encuentro con medios de comunicación en el que ha avanzado los planes de futuro de la citada división. “Explora Journeys empezó en 2023, ya tiene dos barcos en el mar, un tercero que saldrá de Barcelona a primeros de agosto de 2026 y otros tres barcos que van a llegar entre 2027 y 2008, respectivamente. En total será una familia de seis barcos, que permitirá vivir una experiencia oceánica, que no tiene nada que ver con la palabra crucero. Eso significa que todo el tiempo que el viajero transcurra dentro del barco, ya sea en la suite con terraza, el restaurante, los bares o el casino, siempre va a estar mirando al mar”, recalcó. El directivo no solo limitó las novedades en cuanto al barco, sino que las amplió a las visitas en tierra. “Allí, los clientes podrán tener experiencias exclusivas como bajar con un chef para hacer las compras en el mercado de abasto de Marsella y cocinarlos a bordo en el restaurante del cocinero con quién ha comprado“, expuso.

Frente a la estigmatización que ha sufrido la industria de los cruceros, a la que se acusa de ser una de las principales causantes del turismo masivo, Pacheco rechaza ese argumento y se alineó con la defensa de la patronal Clia, que recalca que los viajeros en cruceros apenas suponen un 4% del total en Barcelona. El directivo se mostró muy esperanzado en las ventas de esta nueva división, a pesar de los elevados precios con los que parte. “Con la subida exponencial de tarifas que han tenido los hoteles, el coste medio de pernoctar en un hotel de lujo es ya muy similar al de Explora Journeys, con la diferencia de que aquí estás constantemente en contacto con el mar y que todos los servicios, desde que amanece hasta que anochece, están incluidos”. De hecho recalca que la respuesta ha sido muy positiva por parte de tres mercados (EE UU, Reino Unido y Alemania, por ese orden), mientras que la demanda desde España se ha mostrado, por ahora, más contenida.

MSC, al contrario que Royal Caribbean y Costa Cruceros (la filial europea de Carnival), no se vio afectada por la huelga del metal en Cádiz, donde están los principales astilleros de Navantia en los que se reparan este tipo de embarcaciones desde hace catorce años. En ese período de tiempo han pasado por sus instalaciones más de 100 cruceros de 20 compañías internacionales, con un crecimiento exponencial desde la salida de la pandemia. Solo en los últimos ejercicios recibió 63, casi dos terceras partes de las embarcaciones: en 2021 se repararon 18 buques; en 2022 fueron 14; en 2023 llegaron 13, y en 2024 se volvió a tocar techo con 18. Para este ejercicio contaba con reservas de diques para 13 cruceros, a los que hay que sumar 10 buques ferry.

Los dos principales clientes son las estadounidenses Royal Caribbean y Carnival. Entre 2023 y 2024, Royal Caribbean reparó nueve embarcaciones (5 en 2023 y 4 en 2024) y Carnival hizo lo mismo con ocho (4 en 2023 y 4 en 2024). En 2025, ambas formaban parte de las 13 reservas de dique. Carnival tenía reserva de dique para reformar tres barcos (Miracle, Valor y Liberty). Los plazos en el caso de los dos primeros se cumplieron, pero en el del tercero se prolongaron sine die por la huelga de los trabajadores del metal. Ante la perspectiva de que no se cumplieran los plazos de entrega, la crucerista optó por llevarse el barco a los astilleros de Marsella y demandó a Navantia ante los tribunales exigiéndole el pago de 4,5 millones de euros por daños y perjuicios.