El vino mira a Canadá, Brasil e India tras acusar las primeras caídas de ventas a EE UU
Los ingresos retrocedieron un 7% hasta junio, menos de lo que preveía el sector


El sector vinícola hace un primer balance del impacto de los aranceles impuestos para la exportación de producto a Estados Unidos, segundo mayor mercado de destino para las bodegas españolas con cerca de 400 millones de ventas en valor.
La Federación Española del Vino (FEV) habla de una caída de la facturación hacia ese mercado del 7% hasta junio, según ha asegurado su director general, José Luis Benítez, durante el congreso Aecoc de gran consumo que se celebra en Valencia. Un porcentaje, ha reconocido, mejor de lo esperado, aunque los datos aún son previos a la firma del acuerdo entre Washington y la Unión Europea, que fijó en un 15% el arancel general. Además, durante los primeros meses del año las ventas aún tiraron de la mercancía adelantada por las bodegas antes de la fijación de las tasas, permitiendo su venta a un mejor precio.
“Hay que seguir viendo la evolución. Lo que está claro es que hay una pérdida de margen. Las bodegas españolas, las italianas o las francesas son hormigas en comparación con los grandes distribuidores e importadores americanos. Muchas lo que están haciendo es agarrarse fuerte a la barandilla y procurar no caerse”, ha dicho Benítez. Este ha recordado que el sector ha invertido “decenas de millones de euros” en los últimos años para tener presencia en EE UU. “No podemos dejar que se caiga, porque es un país que consume. Los aranceles han venido para quedarse”, ha avisado, reconociendo que la caída es “menor de la que esperábamos”.
Ejemplo de bodega exportadora hacia ese mercado es Marqués de Riscal, que tiene en EE UU el 10% de sus ventas tras décadas de presencia allí. Se trata de su segundo mayor mercado, tras el español. “Ha habido una desaceleración de las ventas, no muy drástica. El impacto real lo empezaremos a ver en noviembre y diciembre”, ha explicado su director general, Ricardo Diéguez. Este mantiene la esperanza de que se alcance una exención de los aranceles para el vino “y todo vuelva a la normalidad”. La estrategia de Marques de Riscal allí pasa por seguir invirtiendo y no subir los precios de venta.
Diversificación
Tanto Diéguez como Benítez han insistido en la relevancia de encontrar mercados alternativos que logren paliar, de alguna forma, la caída del mercado estadounidense. El primero ha mencionado Canadá, país también castigado por los aranceles de Trump.“Ese mercado ha cerrado el desarrollo de los vinos estadounidense, y todos estamos favoreciendo llegar allí”, ha dicho.
Para el director general de la FEV, un punto crucial será la aprobación del acuerdo comercial con Mercosur. “Esperemos que se consume. Brasil, por ejemplo, es un mercado afín. Allí no sería necesaria tanta inversión. Poder bajar del arancel que tiene ahora vender allí, aunque sea progresivamente, será una buena noticia”, ha señalado Benítez, quien ha abogado porque la diversificación “pueda ir a más”.
También ha mencionado la negociación del tratado de libre comercio entre la Unión Europea y la India. Un mercado, reconoce Benítez, del que será difícil obtener retornos significativos a corto plazo, pero que a largo “será más importante que China”.
A los aranceles se suma otra preocupación para las bodegas exportadoras: la fortaleza del euro frente al dólar. De hecho, el director general de Marqués de Riscal lo señala como una amenaza incluso mayor que las tasas. “La apreciación del euro está, incluso, haciendo más daño que el propio arancel. Ha sido radical. Siendo realistas, es lo que más me preocupa ahora mismo”.
En el lado de las buenas noticias, el director general de la FEV, José Luis Benítez, ha constatado un buen momento para el vino en el mercado nacional. “Estamos en positivo en la comparación interanual durante más de año y medio. Es una muy buena noticia”.
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