Primark empieza a negociar su convenio ante la parálisis para cerrar el acuerdo sectorial
Es, junto a Sprinter, la única con un marco laboral propio de entre las grandes empresas del comercio textil, que acumulan dos años de negociaciones para su primer convenio nacional


Primark arranca la negociación para renovar su convenio colectivo. Este finaliza este próximo 31 de diciembre después de tres años de vigencia, y es toda una referencia en el sector del comercio textil: es de las únicas grandes cadenas de este ámbito que cuenta con un marco laboral propio. El resto, como Inditex, Mango o Uniqlo, se rigen por una maraña de convenios provinciales, en muchos casos desactualizados desde hace años.
No es el caso de Primark, que dio forma a su primer convenio en 2010, y que a cierre de su año fiscal 2024 superaba los 7.000 trabajadores. La semana pasada, el 6 de octubre, fue constituida la mesa negociadora, dominada por CC OO con seis asientos, seguida de Fetico, con cuatro, y UGT, con dos. El viernes se celebró la primera jornada de negociación, donde el sindicato mayoritario puso encima de la mesa sus principales exigencias: una duración de tres años, igual que los anteriores, con una revalorización salarial total del 12,5% cuando haya concluido su vigencia, o una reducción de la jornada anual hasta las 1.750 horas.
Primark se ve abocada a negociar un nuevo acuerdo ante el incierto futuro del convenio colectivo estatal. La diversidad de convenios provinciales, y las importantes diferencias en condiciones laborales y salariales según las provincias, llegó a las grandes empresas del comercio textil a agruparse bajo la patronal Asociación Retail Textil España (ARTE), nacida a finales de 2022. Formada en la actualidad por 17 empresas, y liderada por grandes grupos como Inditex, Mango, Tendam, Uniqlo o la propia Primark, el propósito de su nacimiento no era otro que dar forma al primer convenio colectivo estatal, que homogeneizara las condiciones de unos 200.000 trabajadores, la mayoría mujeres, según la suma de las plantillas de las compañías asociadas. Entre ellas también está Iberian Sports Retail Group, dueña de las tiendas de deportes JD o Sprinter, que también tiene su propio convenio.
Pero la negociación para ese primer acuerdo nacional está en punto muerto más de dos años después de que arrancara formalmente. Las fuentes sindicales consultadas reconocen que pocos esperaban que, a estas alturas, Primark tuviese que renovar su propio convenio para no dejar en ultraactividad a su plantilla, dado el estancamiento de la negociación nacional.
La última reunión entre ARTE y los sindicatos data de mayo, y no se ha convocado una nueva cita. Desde entonces, la parte empresarial debate internamente una contrapropuesta que desencalle la situación. La diferencia de tamaño y capacidades financieras de los asociados, con Inditex multiplicando la capacidad de generación de ingresos y beneficios de sus compañeros de viaje paraliza, de momento, la negociación.
En ese escenario aparece la renovación del convenio de Primark, que la parte sindical prevé que sea mucho más sencilla y rápida y que será vista de reojo por todos los actores involucrados en la negociación sectorial. La compañía de origen irlandés no ha parado de crecer en España en los últimos años: en la actualidad llega a las 65 tiendas, en torno a una decena más de las que tenía cuando firmó el último convenio.
Más allá de la propuesta de CC OO, la intención es que el nuevo sea un acuerdo largo, y no un documento puente. Una duración hasta 2028 del convenio de Primark daría prevalencia a este en caso de que, durante ese periodo, se llegue por fin a un acuerdo a nivel estatal, también en la parte salarial si esta fuese superior al hipotético convenio de ARTE. Un ámbito sobre el que tampoco se ha cerrado un acuerdo en la mesa negociadora.
Acuerdo en la industria
Donde sí se selló un acuerdo para un nuevo convenio colectivo es en la industria textil y de la confección. Este se rubricó en marzo, pero no se publicó en el Boletín Oficial del Estado hasta este pasado jueves, por lo que no entró en vigor hasta entonces.
Empresas y sindicatos acordaron una subida salarial del 3,3% para los tres años de duración: con carácter retroactivo para 2024 y 2025, y para 2026, cuando concluirá el acuerdo. El mismo incluye que aquellas empresas que no apliquen estas revalorizaciones en los 20 días siguientes a la publicación del documento, deberán afrontar un recargo del 10%.
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