Tubacex elude los aranceles de Trump con sus siete fábricas en Estados Unidos
El grupo factura 100 millones en un mercado al alza por los nuevos proyectos en petróleo, gas y nuclear
Tubacex, el mayor fabricante del mundo de tubos de acero inoxidable sin soldadura, ha esquivado los aranceles del 50% que el presidente de Estados Unidos (EE UU), Donald Trump, ha impuesto a las importaciones de productos siderúrgicos.
El grupo de Laudio/Llodio (Álava) ha eludido una barrera comercial que trae de cabeza al negocio del acero gracias a su base industrial en el país norteamericano. Allí produce tubos desde hace más de 30 años y poco a poco ha reforzado una red fabril que ahora cuenta con siete fábricas repartidas por los estados de Texas, Oklahoma y Ohio, arropadas por un centro logístico y corporativo en Houston.
En Estados Unidos, la siderúrgica vasca logra unos ingresos superiores a los 100 millones, más del 13% de sus ventas anuales. Y las previsiones de negocio van al alza por la política industrial de Donald Trump. Uno de los lemas del político republicano es el de Drill, baby, drill (Perfora, cariño, perfora). Las autoridades de Texas han tomado nota y este año han autorizado 557 permisos de exploración, 504 de ellos para nuevos pozos de extracción de gas y de petróleo que necesitarán los tubos de Tubacex para sus operaciones.
El sector nuclear de EE UU también registra una demanda al alza de los equipos del grupo vasco. Primero, porque entre 14 y 18 reactores en operación iniciarán la renovación de sus instalaciones hasta 2033 y necesitarán suministros intensivos de tubos y componentes forjados, que Tubacex puede ofrecer bajo la modalidad Made in USA, en línea con el proteccionismo de Trump.
Segundo, porque se han disparado los proyectos la construcción de reactores de nueva generación, denominados SMR. Son modulares y de menor tamaño que los tradicionales y tienen capacidad para cubrir la gran cantidad de energía que necesitan las decenas de centros de datos para inteligencia artificial que se están implantando en el país.
El Departamento de Energía de Estados Unidos (DoE) arropa estas inversiones, que ya se están materializando en Texas, Tennessee, Carolina del Norte o Idaho, entre otros estados. Los técnicos de Tubacex se anticiparon a esta tendencia y trabajan desde hace años con los departamentos de ingeniería de multinacionales como Westinghouse y GE Hitachi, que desarrollan tecnologías para centros de datos.
Solo en Texas, donde Tubacex tiene su sede corporativa en Estados Unidos, OpenAI y Oracle van a construir uno de los mayores centros de datos del mundo, con 4,5 gigavatios de capacidad. Necesitará energía equivalente al consumo anual de electricidad de cuatro millones de hogares. E inversiones superiores a los 30.000 millones de dólares por ejercicio (más de 25.500 millones de euros con el actual tipo de cambio)
El Gobierno de Washington aprobó en julio pasado la normativa que impulsa la autonomía energética e industrial del país. Una ley que propicia estabilidad regulatoria e incentivos fiscales para esos proyectos, desvelan los analistas. Apoya tanto la generación nuclear como la aceleración de los trámites para los permisos de perforación en terrenos federales. Y refuerza el crédito fiscal 45Q que financia inversiones en captura y almacenamiento de CO2.
Este apoyo se ha incrementado a 85 dólares por tonelada de CO2 capturada (más de 72 euros). En este ámbito también opera Tubacex en EE UU. Participa en el proyecto Summit Carbon Solutions, que desarrolla un corredor de transporte del CO2 generado por industrias de varios estados para su almacenamiento subterráneo en Dakota del Norte. Un proyecto de 4.500 millones de dólares (más de 3.800 millones de euros) que critican diferentes asociaciones de ciudadanos por su presunto impacto ambiental.
Tubacex también extiende sus actividades en EE UU por el sector aeroespacial. Tiene acuerdos a largo plazo con varios clientes tras conseguir las certificaciones AS9100 y NADCAP. Atiende a esta industria, con previsiones de crecimiento para los próximos años, desde su fábrica de componentes industriales avanzados de Salem (Pensilvania).
La red industrial de la corporación alavesa en EE UU permite un servicio integral. Tiene centros de laminación, mecanizado y roscado, con lo que completa en el país todos los procesos de acabado de los tubos sin soldadura, necesarios para conseguir un “traje a medida” de cada cliente.
Además, en el país cuenta con los cinco centros de la compañía NTS Amega, participada por Tubacex y por la multinacional Adnoc de Arabia Saudí. En su capital también está presente Alpha Dabi Holding, el fondo soberano de Abu Dhabi. La empresa NTS Amega fabrica útiles para la perforación de pozos de petróleo y gas, además de servicios de mecanizado de precisión.
Los analistas reiteran que la industria de Estados Unidos solo tiene capacidad para cubrir la demanda nacional al 60%, por lo que necesita reforzarse en los sectores citados. Y el posicionamiento en este mercado que Tubacex se ha trabajado en los últimos años juega a su favor.

