El Corte Inglés llevará a la junta un nuevo plan de incentivos vinculado a su plan estratégico hasta 2030
Los accionistas están convocados el 24 de julio para refrendar las cuentas de 2024


El Corte Inglés ha convocado su junta general de accionistas para el próximo 24 de julio, en primera convocatoria, con la principal novedad de la aprobación de un nuevo plan de incentivos vinculado a su nuevo plan estratégico, con una vigencia hasta 2030.
Así consta en el orden del día de la convocatoria de junta, compuesto por 11 puntos. El sexto incluye la aprobación “de un plan de incentivos vinculados a los objetivos de la sociedad”, marcados en el mencionado plan estratégico. Este se puso en marcha el 1 de marzo pasado, primer día de su ejercicio fiscal 2025-2026. El consejero delegado, Gastón Bottazzini, tiene la tarea de ejecutarlo tras encargarse del diseño de buena parte del mismo, desde que en verano del año pasado fuese nombrado en el cargo, en la junta de accionistas. En enero de ese año, el ejecutivo argentino comenzó a trabajar en el grupo como adjunto de la presidenta, Marta Álvarez. En el diseño de dicho plan, El Corte Inglés se ha apoyado en la consultora McKinsey como asesora externa.
El grupo de distribución apenas ha dado pistas sobre la hoja de ruta que seguirá durante los próximos cinco años. Lo único que se avanza es que pretende que sea un periodo de crecimiento, tras dar por cerrado el proceso de reducción de la deuda, la mayor prioridad estratégica que ha perseguido El Corte Inglés en los últimos 10 años. A cierre del ejercicio 2024, según los datos que presentó este jueves, su deuda neta se situó en 1.796 millones, un 13% menos que a cierre del ejercicio anterior, lo que equivale a un ratio de 1,5 veces su ebitda. Se trata de la cifra más baja de los últimos 17 años.
Uno de los primeros puntos visibles del mencionado plan estratégico es la reestructuración de la cúpula ejecutiva acometida el pasado mes de abril. Entonces, El Corte Inglés eliminó la comisión ejecutiva delegada, creada en 2022 tras la salida de su antiguo consejero delegado, Víctor del Pozo, y que repartía el poder ejecutivo entre la presidenta, Marta Álvarez, y los directivos de mayor rango del grupo. En sus últimos meses, esta estuvo integrada por Javier Rodríguez-Arias Ambrosini, consejero de la compañía; y el secretario José Ramón de Hoces, además de por la propia presidenta. La completaban el director general de negocios corporativos y máximo responsable financiero, Santiago Bau, y el que fuera hasta finales del año pasado el responsable del negocio de retail, José María Folache, aunque ambos en condición de “invitados permanentes”.
El nombramiento previo de Bottazzini ya dejaba sin apenas funciones este órgano. Una de sus primeras decisiones fue prescindir de Folache. Confirmada la desaparición de la mencionada comisión, el control ejecutivo queda en manos de su consejero delegado y de Marta Álvarez, que según la compañía conserva funciones ejecutivas sin especificar.
Ese plan estratégico inicia su camino tras los buenos resultados registrados por El Corte Inglés en el último ejercicio. La compañía obtuvo un beneficio neto de 512 millones, un 6,7% más, con un ebitda que creció un 12% hasta los 1.209 millones, la mejor cifra en este apartado desde el ejercicio 2007. El importe neto de la cifra de negocios fue de 14.786 millones, un 2,3% más, la cifra más elevada en los últimos cinco años. A superficie comparable, el crecimiento fue del 4,3%.
Unos resultados que deberán ser aprobados por la junta de accionistas, en la que, también se deberá definir la aplicación del resultado. En 2024, El Corte Inglés aprobó el reparto de un dividendo récord de 160 millones de euros, equivalente al 33% del beneficio neto consolidado de aquel ejercicio. De mantener esa política, el grupo repartiría 169 millones de euros.
El orden del día incluye otros puntos habituales, como la aprobación de la gestión del consejo, la ratificaicón de las operaciones con acciones propias, y la composición del órgano de gobierno.
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