El coche eléctrico se dispara un 50% en el inicio de febrero pese a la caída del Moves III

Las matriculaciones de este tipo de vehículos crecen gracias a Fiat, que logró vender una gran flota. Tesla, tras un mal enero, vuelve a aparecer en el top solo por detrás de la italiana

Un Fiat 500 eléctrico. CEDIDA POR LA EMPRESA

El vehículo eléctrico ha comenzado febrero como cerró enero, con un subidón de las matriculaciones que ha llevado su cuota de mercado al 8,1%, lo nunca visto en el mercado español. Según los datos ofrecidos por Ideauto hasta el día 10 del presente mes, las ventas de este tipo de vehículos se dispararon un 49,6%, hasta las 1.276 unidades. Si bien el dato es muy positivo, hay un factor que desvirtúa la fotografía: la marca italiana Fiat ha logrado colocar en torno a 300 coches eléctricos en una gran flota de empresa, lo que ha disparado sus entregas hasta el punto de ser la firma más comercializada entre los eléctricos.

Concretamente, la marca propiedad del grupo Stellantis lideró las ventas en España entre el 1 y el 10 de febrero con 335 matriculaciones de su modelo Fiat 500, lo que representa más de una cuarta parte de todos los eléctricos vendidos en el país en ese intervalo de tiempo. Fuera de esa excepcionalidad, Tesla vuelve al top con 175 ventas, con una cuota de mercado entre los eléctricos del 13,7%, de las cuales la mayoría pertenecen al Model Y, con 118 unidades. El Model 3, el vehículo eléctrico más vendido en España el año pasado, con 11.043 matriculaciones (un 19,2% de todos los eléctricos comercializados en 2024), sigue sin despegar con apenas 52 unidades vendidas en febrero. Esto se puede explicar por la tardanza en llegar del barco que transporta este vehículo desde China, lo que a veces genera que haya cierta irregularidad en las comercializaciones de este modelo.

Kia, por su parte, se afianza en los primeros puestos con su EV3 (el eléctrico más vendido en enero), del que ha entregado 84 unidades en lo que va de mes. Sin embargo, estos impresionantes números del coche eléctrico en España previsiblemente irán atenuándose conforme vaya avanzando febrero por la ausencia de ayudas a la compra. El Plan Moves III, que entregaba hasta 7.000 euros en caso de achatarrar un coche de combustión viejo, y la deducción en el IRPF de hasta 3.000 euros, quedaron en suspenso tras la caída en el Congreso de los Diputados del decreto ómnibus el pasado 22 de enero. Una semana después, el IDAE, Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (dependiente del Ministerio de Transición Ecológica), que ha sido el encargado de distribuir los fondos entre las comunidades autónomas, emitió una nota informativa en la que señaló que las ayudas del Moves solicitadas en enero hasta la caída del ómnibus quedaron en suspenso. Esto fue desmentido rápidamente por la vicepresidenta tercera y titular de Transición Ecológica, Sara Aagesen, que aseguró que el Gobierno trabaja en revivir las ayudas al eléctrico y que estas cubrirán todas las solicitudes realizadas en enero.

La idea del Ejecutivo, como adelantó EL PAÍS, es que estas ayudas se articulen en un programa diferente al Moves III, con una gestión estatal que deje fuera a las comunidades autónomas y que las ayudas sean directas, es decir, que se den en el momento de la compra para que el cliente no tenga que esperar años para recibirlas. Todavía no hay un calendario claro de cuándo podría aprobarse el nuevo plan de ayudas, algo que el Gobierno se limita a señalar que ocurrirá en “las próximas semanas”. La suspensión de estos incentivos llega en un momento especialmente sensible para el sector, que se enfrenta al endurecimiento de los límites de emisiones por Bruselas con la nueva norma CAFE, con la que el límite de las emisiones medias de los coches nuevos pasa de los 115,1 gramos de CO2 por kilómetro a 93,6.

Por ello, Stellantis, Toyota, Mazda, Subaru y Ford han pedido unirse en un pool liderado por Tesla, para que se contabilicen de forma conjunta las emisiones en vez de por separado. Tesla podría embolsarse 1.000 millones por vender sus derechos de emisiones a estos fabricantes. Volkswagen y Renault, por su parte, no contemplan la posibilidad de financiar a competidores extranjeros como Tesla y pujan porque Bruselas flexibilice la norma de emisiones, algo que podría oficializarse en marzo, cuando la Comisión Europea presente su plan para aumentar la competitividad de sus empresas frente a EE UU y China.

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