Finetwork cesa a Óscar Vilda como consejero delegado
La operadora prescinde de su primer ejecutivo tras su errática gestión de menos de dos años al frente de la compañía
Finetwork ha anunciado este miércoles la “salida” de su consejero delegado, Óscar Vilda, tras 20 meses al frente de la compañía. Aunque el escueto comunicado remitido por la empresa no alude a los motivos de la decisión, se trata de en realidad de un despido debido al malestar de los propietarios y, en particular, de Pascual Pérez, fundador, principal accionista y presidente de la marca, por la gestión “errática” impulsada por el directivo y la falta de rentabilidad del proyecto, informan fuentes del sector.
Ahora, el propósito de los dueños es moderar la rápida expansión que ha protagonizado la firma en los últimos años para la captación de clientes y buscar una mayor rentabilidad. La operadora alicantina prevé cerrar el año con más de 1,33 millones de clientes, lo que se traduciría en un aumento del 29% respecto a 2023, de los que un millón son de móvil y el resto de fibra.
La salida tiene efecto inmediato y dará paso al nombramiento de un nuevo primer ejecutivo en fecha próxima, según asegura el comunicado. Hasta que se produzca ese nombramiento, Pascual Pérez, Manuel Hernández, actual director de Negocio, y Carlos Valero, director de Tecnología, liderarán un “comité de transición” que dirigirá durante este “corto periodo de tiempo” la operadora con sede en Elda (Alicante). Actualmente, cerca del 50% de Finetwork es propiedad del empresario alicantino Pascual Pérez, a través de la sociedad Wewi Mobile SL. El resto es de Kai capital y otros accionistas minoritarios.
En los menos de dos años que ha estado al frente de la compañía, Vilda se ha caracterizado por realizar grandes anuncios que luego no se han materializado. Tras el fracasado proyecto de salida a Bolsa impulsado por los anteriores gestores, Finetwork contrató a Vilda para darle un giro al operador y buscar una estabilidad financiera y accionarial que garantizara sus ambiciosos planes de expansión. La operadora de telecomunicaciones lanzó un proceso de venta de entre un 35% y un 40% del capital a finales de 2022. La firma fue valorada entonces en 500 millones de euros en una operación intermediada por el banco Nomura, pero esos planes se vieron truncados ya con Vilda al frente de la compañía desde abril de 2023.
Tras renunciar a la entrada de un inversor estratégico, el ejecutivo se decantó por conseguir una financiación externa para lo que dijo contar con el interés de tres fondos y un banco de inversión, según anunció en junio de 2023. Pero de este proyecto tampoco se supo nada más y Finetwork tuvo que recurrir a la financiación ordinaria. En su última comparecencia pública, el pasado mes de noviembre, Vilda señaló que no se encontraban en un proceso de venta proactiva, “aunque los fondos ocasionalmente preguntan por Finetwork”, e incluso no descartó su entrada en una operación de concentración en el sector de las telecomunicaciones. De hecho, llegó a cifrar el valor de la compañía entre los 330 y los 430 millones de euros.
Vilda también puso fin a la era de los grandes patrocinios con los que la marca se dio a conocer, teniendo como máximo exponente de esa política la esponsorización de la selección absoluta de fútbol. Vilda admitió en su última comparecencia pública, que el 65% de esos recursos empleados en publicidad “se tiraban a la basura” porque no tenían el retorno esperado. Por último, otro hito de su gestión fue la larga negociación con Vodafone para el alquiler de su red de telefonía móvil ya que Finetwork no cuenta con red propia, que derivó en un tira y afloja para rebajar la factura tras flirtear con Orange y Movistar.
Delicada situación financiera
Pero más allá de las operaciones corporativas, la puntilla para Vilda ha sido la complicada situación financiera de la operadora, de la que poco se sabe oficialmente dada la opacidad con la que se maneja al no cotizar en Bolsa. En su última comparecencia ante la prensa, el pasado mes de noviembre, Vilda anticipó que Finetwork acabaría 2024 con unos ingresos de 157 millones de euros, el 24% más que en 2023, y con un beneficio de 6 millones de euros, más del doble que los 2,7 millones que se supone que ganó en 2023. Sin embargo, las últimas cuentas depositadas en el Registro correspondientes a 2022, declaran unas pérdidas de 6,61 millones de euros y una deuda de 61 millones.
De la deuda actual, también se desconoce su magnitud, salvo que “está por debajo de la media del sector”, según la expresión de Vilda. Para reducir las necesidades financieras, Finetwork realizó una ampliación de capital en junio por valor de 10 millones de euros para dar entrada a su nuevo socio, Kai Capital, y ese mismo mes cerró la venta de sus redes de fibra óptica a la operadora de telecomunicaciones Adamo, por 17 millones de euros.
Vilda es un conocido directivo del sector de telecomunicaciones en el mercado español, con una trayectoria de más de 25 años. Antes de unirse a Finetwork en abril de 2023, fue director general Comercial en Orange España, y director general de la unidad de negocio de Particulares en Vodafone España. Posteriormente, trabajó durante cinco años en Qatar como miembro del consejo de Starlink y director ejecutivo de la telco Ooredoo Qatar, en la preparación para el Mundial de Fútbol delebrado en aquel país.