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El segundo nacimiento de Finetwork, la operadora hasta ahora sin clientes oficiales

La sexta ‘teleco’ española comenzará a computar en las estadísticas sus 1,3 millones de líneas tras cambiar su estatus de revendedor a operador móvil virtual

Tienda de Finetwork en un centro comercial.
Tienda de Finetwork en un centro comercial.
Ramón Muñoz

Finetwork es una de esas nuevas empresas de telecomunicaciones surgidas en los últimos años al calor de la explosión del fenómeno del lowcost. Su fórmula consiste precisamente en tarifas simples y baratas con las que convencer a los usuarios de que, para tener conexión a Internet y telefonía móvil, no es preciso recurrir a las grandes marcas como Movistar, Vodafone u Orange (ahora integrada en Masorange). Se hizo popular por patrocinar durante unos años a la selección absoluta de fútbol masculino. Pero lo que pocos saben es que, aunque Finetwork es la sexta teleco española por número de líneas, no tenía hasta ahora ningún cliente propio, al menos para la estadísticas oficiales.

La razón de esta aparente paradoja es que la empresa alicantina funciona como un mero revendedor usando no solo la red de Vodafone sino toda su estructura comercial, y pagando un alquiler por ello. Pero en mayo pasado, Finetwork firmó un nuevo acuerdo mayorista con Vodafone por el que dejará de ser una marca blanca y, aunque continuará usando su red (frecuencias y antenas), cambiará su estatus de revendedor por el de operador móvil virtual (OMV, por sus siglas en inglés) prestador de servicios, pasando a tener código y numeración propia.

De esta forma, los 1,3 millones de líneas de fijo y móvil que ahora figuraban como clientes de Vodafone en las cifras oficiales, las que elabora la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), pasarán progresivamente a ser contabilizados como abonados de Finetwork. Consecuentemente, cuando finalice el proceso Vodafone, perderá de golpe esos abonados.

La migración desde Vodafone de la base de clientes de Finetwork comenzó a finales de septiembre y se hará a una tasa máxima acordada de 20.000 líneas móviles por día. Se estima que el proceso habrá concluido en tres meses. Este cambio afectará también a las cuentas de Vodafone España, principalmente a la facturación, ya que la compañía dejará de consolidar los ingresos minoristas de estos clientes y comenzará a contabilizar a Finetwork como un ingreso mayorista, “aunque tendrá un impacto prácticamente nulo a nivel de rentabilidad”, según la compañía controlada ahora por Zegona.

La visibilización estadística de Finetwork también se hará patente en el balance la portabilidad, el procedimiento que permite a cualquier usuario cambiarse de compañía de forma gratuita conservando el número. Aunque la CNMC aún no ha hecho publico el dato, Finetwork consiguió una portabilidad neta positiva (clientes ganados frente a perdidos) en octubre de más de 30.000 líneas, según datos provisionales.

Según fuentes de Finetwork, esta marca ha registrado siempre saldos positivos de clientes, sumando de media, cada mes, alrededor de 20.000 portabilidades netas. Tras la rumana Digi, es ya la teleco qué más clientes capta, tanto en términos relativos como absolutos, según señala la compañía fundada por el empresario Pascual Pérez.

Los clientes no lo notarán

La buena noticia para los clientes de Finetwork es que estos procedimientos internos no tendrán ninguna repercusión: no afecta al servicio que reciben, ni a las condiciones de sus contratos, ni tienen que cambiar de la tarjeta SIM. Indirectamente, no obstante, los clientes se beneficiarán de la mayor libertad de Finetwork para diseñar su oferta comercial hasta ahora limitada a tarifas preexistentes en los sistemas de Vodafone y su marca de bajo coste Lowi.

Además de los bajos precios, con tarifas convergentes de fibra y móvil a partir de los 18,90 euros al mes, Finetwork está llevando a cabo una política a contracorriente en distribución con la apertura de nuevos puntos de venta físicos por todo el territorio nacional. Así, cuenta ya con más de 100 tiendas propias y presencia en más de 1.300 puntos de venta multimarca.

La compañía, aunque fue fundada en 2015 y mantiene su sede social en Elda (Alicante), lleva cuatro años desde que anunció su implantación nacional, y tiene previsto alcanzar los tres millones para 2027, según su último plan estratégico. Para financiar esta expansión, la compañía vendió el pasado mes de marzo su red de fibra óptica, compuesta por unas 91.000 unidades inmobiliarias ubicadas principalmente en Levante, Toledo y Cuenca, por un precio que osciló entre los 15 y los 17 millones de euros. En junio pasado, el consejero delegado, Óscar Vilda, anunció la entrada en el accionariado de Kai Capital, con la inyección de 20 millones de euros en la operadora alicantina: 10 millones como capital y otros 10 millones para suscribir una ampliación de capital.

Sobre la firma

Ramón Muñoz
Es periodista de la sección de Economía, especializado en Telecomunicaciones y Transporte. Ha desarrollado su carrera en varios medios como Europa Press, El Mundo y ahora EL PAÍS. Es también autor del libro 'España, destino Tercer Mundo'.
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