La muerte de Andic deja a Mango sin su faro para las grandes decisiones estratégicas
Aunque su presidencia no era ejecutiva, el fundador de la firma seguía marcando el rumbo, como la apuesta por EE UU. La apertura del testamento marcará los siguientes pasos del grupo
El súbito fallecimiento del fundador y presidente de Mango, Isak Andic, este sábado en un barranco de la montaña de Montserrat, deja en un compás de espera el devenir del grupo textil. Aunque su gobierno corporativo ya diferenciaba de forma clara la parte accionarial de la puramente ejecutiva, con un consejo de administración profesionalizado y un comité de dirección compuesto por una decena de ejecutivos, la lectura del testamento del empresario deberá despejar cuestiones clave para el futuro de la compañía catalana.
Esta, que se prevé inminente, deberá aclarar cómo queda el reparto accionarial que resultará tras su fallecimiento, que, salvo gran sorpresa, debería recaer en sus hijos Jonathan, Judith y Sarah, dado el deseo del empresario de que la compañía mantenga la propiedad bajo el control familiar, con una gestión profesionalizada e independiente.
Sin embargo, la pérdida de Andic tiene consecuencias más allá de la cuestión accionarial. Aunque el empresario de origen turco no ejercía una presidencia ejecutiva, puesto que estas funciones recaen en su consejero delegado Toni Ruiz, sí que continuaba interviniendo de forma directa en el devenir estratégico de la empresa que fundó y de la que, hasta su muerte, poseía el 95% de las acciones.
Como explican fuentes consultadas, la visión de Isak Andic era la que seguía marcando el rumbo de Mango en las grandes decisiones estratégicas. Entre ellas se encuentra, por ejemplo, la decidida apuesta por EE UU de los últimos años: desde 2022, Mango ha abierto allí cerca de 40 tiendas con una inversión cercana a los 100 millones, y prevé inaugurar otra veintena en 2025. Él marcaba los grandes pasos que debía seguir su empresa, como por ejemplo también en su política de comunicación, y que luego eran ejecutados por el equipo ejecutivo liderado por Ruiz, la persona de mayor confianza que Andic halló para llevar las tiendas de Mango en los últimos años.
Carisma y conocimiento
Sin su fundador, la textil pierde la visión de un conocedor privilegiado del mundo de la moda, además de una de sus figuras con mayor influencia por su trayectoria de 40 años. Aunque el equipo gestor que lidera Toni Ruiz es “el mejor de la historia de Mango”, como lo definió el propio Isak Andic, la sensibilidad del mismo sobre lo que se mueve en el mundo de la moda no llega a las cotas de las de su fundador, máximo conocedor de la identidad que debe impregnar la propuesta comercial de Mango. Y aún más importante, de la que no debe tener.
Algo así sucedió cuando, en 2014, se apartó de la primera fila de la gestión para entregársela a su hijo Jonathan Andic. De 2015 a 2017 las ventas decayeron un 6%, y entre 2016 y 2018, las pérdidas acumuladas fueron de casi 130 millones de euros. Con esos números, Andic tuvo que recomponer toda su línea directiva y le encargó a Toni Ruiz encarrilar las cuentas devolviendo a Mango a su ADN: un diseño propio, mediterráneo y de calidad, palpable cada vez que el cliente entrara en una tienda. Ruiz lo consiguió, lo que le permitió pasar de director general a consejero delegado, y después, a accionista con un 5%. Pese a la destacada labor ejecutiva de este, sea cual sea el reemplazo en la presidencia del grupo, explican las fuentes consultadas, el vacío a nivel estratégico que llenaba el fundador de Mango será muy complicado de sustituir.
Una decisión que deberá tomar el consejo de administración, aun sin fecha definida, en tanto que la empresa sigue llorando el fallecimiento de su fundador. La apertura del testamento tendrá una influencia clave en esta decisión. Las quinielas llevan a que esa presidencia no ejecutiva recaiga en la familia, y ahí la figura de Jonathan Andic, primogénito y el que más experiencia acumula en la empresa de los tres hijos del fundador, parece la más lógica.
Sin embargo, el suyo es un perfil ejecutivo, en tanto que consta como director de Mango Man y es miembro del comité de dirección. Además, la relación con su padre en los últimos años no ha sido idílica, aunque esto no ha impedido que mantuviese su presencia en las distintas sociedades del grupo Mango y de las patrimoniales de su padre. De hecho, consta como secretario de Punta Na Holding, bajo la que Isak Andic controlaba el 95% de la textil. El futuro de Mango se decide en las próximas fechas.