Airbnb propone a Almeida vetar los nuevos pisos turísticos en el centro de Madrid para tratar de salvar su negocio
El plan presentado esta mañana por el alcalde madrileño, cuya tramitación arranca en diciembre, prevé limitarlos a edificios donde no convivan con vecinos. También estarán prohibidos en locales comerciales y plantas bajas
Airbnb, la mayor plataforma de viviendas de uso turístico en alquiler, con más de ocho millones de anuncios, trata de salvar su negocio en Madrid ante el serio riesgo que corre de desaparecer, tal y como ha sucedido en Nueva York y Escocia. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha presentado esta mañana las líneas maestras del Plan Reside, la herramienta con la que quiere regular esas viviendas (15.000 de ellas sin licencia) que han masificado el centro de turistas, han recortado la vivienda en alquiler, especialmente en el centro, y la han encarecido limitando el acceso a muchos vecinos.
El plan divide la ciudad en dos zonas: el centro histórico, que abarca los distritos de Centro, Chamberí, Salamanca, Retiro y parte de los distritos de Arganzuela y Moncloa, y el resto de la ciudad. En la primera se prohíben los pisos turísticos dispersos en edificios residenciales, incluso en planta baja. Dicho de otra manera: solo podrán seguir operando cuando entre en vigor el plan (la tramitación está prevista que arranque en diciembre y concluya en agosto de 2025) los pisos turísticos que estén en edificios en los que no compartan espacio con los vecinos. En el resto de la ciudad también se ha establecido esa limitación con dos excepciones: cuando las viviendas tengan acceso independiente al portal de vecinos y siempre y cuando no se encuentren en ejes comerciales importantes.
Esas restricciones suponen una prohibición de facto y por ello Airbnb ha remitido hoy mismo una carta a Martínez-Almeida en la que plantea su alternativa para minimizar los daños sobre su negocio. Frente a la prohibición total en el centro de la ciudad, la plataforma propone no conceder más licencias. “En el distrito Centro, donde la densidad de alojamientos de alquiler de corta duración es mayor, Airbnb sugiere permitir únicamente nueva oferta de anfitriones ocasionales, es decir, de aquellos que alquilan de manera ocasional su residencia principal o incluso una habitación en su propia casa, mientras están en ella. Esto no elimina las unidades del mercado, ya que son viviendas principales”, recalca en la misiva.
Airbnb critica el diagnóstico del Ayuntamiento, que vincula la escasez y la carestía de la vivienda con la presencia de pisos turísticos, y argumenta que solo el 0.92% del total del parque de viviendas en Madrid está dedicado al alquiler de corta duración, mientras que el 20% son casas vacías, según los últimos datos oficiales del INE. “La aplicación de una prohibición rasa en la totalidad de la ciudad, sin atender a las diferentes necesidades de los barrios que la componen, resulta injustificada y desproporcionada: más de la mitad de las viviendas de uso turístico se distribuye en 20 barrios fuera del distrito centro en el que representan únicamente el 1.2% del total de parque de vivienda”, remarca en la carta, en la que alerta que también desaparecería todo el impacto económico de la actividad. Un estudio de Oxford Economics realizado en 2021 lo cifraba en 12.300 empleos y en un gasto de 1.100 millones de dólares, lo que equivalía al 16% del gasto turístico en Madrid.