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El presidente de CIE califica de “desastre” la política energética de “multas” de la UE

Antón Pradera pide subvenciones para impulsar la venta de coches eléctricos

Anton Pradera, presidente de CIE Automotive.
Anton Pradera, presidente de CIE Automotive.

El presidente de CIE Automotive, Antón Pradera, ha trasladado este miércoles la gran preocupación del sector europeo de automoción, que en su opinión ha perdido el liderazgo internacional que antes ostentaba gracias al tirón de industrias como la de Alemania y Francia. La palabra que más repitió el ejecutivo vasco fue la de las “multas” que aplica la Unión Europea por su legislación para reducir las emisiones contaminantes.

La estrategia comunitaria sobre la transición energética es “un desastre”, en su opinión, porque ese sistema de penalización “solo nos afecta a nosotros”, en referencia a que los fabricantes chinos de vehículos no tienen estas restricciones y además el Gobierno de Pekín despliega una política de subvenciones a la compra de unidades impulsadas por baterías. Pradera reclamó este marco de ayudas en Europa para impulsar la demanda de coches eléctricos. Y recordó los apoyos fiscales del plan IRA de Estados Unidos para reindustrializar el país, también en el ámbito de las cuatro ruedas. Un escenario que ha atraído al país norteamericano a las marcas europeas y a sus proveedores del espacio comunitario.

En un acto organizado en Bilbao por Deusto Business Alumni en colaboración con Deloitte, Pradera recordó que en la UE cada uno defiende lo suyo, en relación a la oposición de Alemania a la hora de imponer aranceles a los coches chinos, cuando Francia defiende esa barrera. Las corporaciones del país germano tienen una mayor capacidad instalada en el país comunista en comparación con las francesas.

Durante su intervención en el acto, Pradera comentó que el marco de subvenciones para la implantación de las renovables en Europa es mucho más positivo que el relacionado con la transformación del sector de automoción. Otro problema es la falta de redes de recarga de baterías para dejar en 2035 en la UE la producción de coches con motores de combustión. España, con 27.000 puntos de recarga cuando debiera contar con 40.000 en 2024, es un ejemplo de ese desfase, comentó. “Y sobre todo cuando en el puente de Semana Santa salen ocho millones de vehículos a las carreteras”, puso de ejemplo.

El cumplimiento de ese objetivo a 2035 puede reducir la producción de coches en Europa en dos o tres millones de unidades al año, porque “entre multas y no producir” eliges lo segundo, señaló el presidente de CIE Automotive. En su exposición también criticó que la producción de baterías aumentará el volumen de las explotaciones mineras en los próximos veinte años “más que en toda la historia de la humanidad”. Y hay países que prohíben utilizar estos recursos. Además de la oposición social. Pradera se preguntó “si hay litio en Extremadura, ¿alguien podrá ponerse a explotarlo?”. Como pasa con las importaciones de gas natural de Estados Unidos ante la oposición local a la extracción de esta materia prima en España.

Apuesta por India y por el hidrógeno

Si China ya ha tomado posiciones ganadoras en las minas, en ámbitos como las tierras raras, y en las explotaciones de África, Pradera recomendó que Europa utilice su tecnología para adelantarse en el segmento del coche impulsado por hidrógeno. También aconsejó que la industria comunitaria apueste por India, tradicionalmente enemistada con el país comunista. India contabiliza actualmente una producción anual de cinco millones de coches que se duplicará a medio plazo, según los analistas.

Ante este escenario sobre los coches de nueva generación y preguntado por los asistentes por las opciones de compra, Antón Pradera confesó que es propietario de un vehículo híbrido.


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