El Santander y el BBVA ultiman su oferta de ‘criptos’ para el primer trimestre de 2025
La banca aguarda a la puesta en marcha de la nueva legislación europea para lanzarse a por los minoristas con criptoactivos
El Santander y el BBVA se preparan para entrar en criptoactivos. Los dos principales bancos españoles apuran los contactos con los reguladores para lanzar en el arranque de 2025 su propia oferta en este tipo de activos para clientes minoristas, según indican fuentes financieras. La clave para ellos será la puesta en marcha de la denominada MiCa, la nueva regulación europea en la materia, que entrará en vigor el 1 de enero de 2025. Esta normativa les proporciona un marco legal bajo el que ofertar estos productos en España a los pequeños inversores.
En el caso del Santander, la entidad que pilota Ana Botín ha decidido realizar su oferta por las cripto a través de su enseña digital, Openbank. Esta entidad ya oferta 13 productos negociados (ETP) que cotizan en la Bolsa alemana. Algunos de estos productos ofrecen exposición a empresas relacionadas con el mundo cripto, como Coinbase o Nvidia, mientras que otras invierten directamente en criptoactivos sin necesidad de registrarse en un exchange (plataformas de intercambio de divisas online). Además, los clientes de la entidad ya pueden acceder a otras alternativas que van más allá de bitcoin, que replica los cambios de ADA, la décima moneda digital en términos de capitalización. Este banco ha declinado hacer comentarios.
En cuanto al BBVA, este banco también oferta ya productos de criptoactivos a través de su filial en Suiza, país que cuenta con una regulación de criptoactivos a pleno rendimiento, así como en Turquía, donde cuenta con su filial Garanti, si bien en este caso limitado para sus clientes de banca privada. La entidad, que comenzó a operar con criptos en Suiza en 2021, ya oferta tres divisas digitales: bitcoin, ethereum y USDC. En 2023, por su parte, lanzó un bono para minoristas que replica la evolución del bitcoin. El servicio de Garanti de Turquía incluye bitcoin, ether, USDC, avax y chiliz.
“Estamos trabajando en las distintas geografías donde estamos presentes, siempre acorde a la regulación aplicable”, indica un portavoz del banco.
Pese a que estas entidades ya contaban hasta ahora con tímidas incursiones en el panorama de las criptomonedas, la gran banca aguardaba a la entrada en vigor de la regulación europea para lanzar su oferta para particulares. Esta nueva legislación minimiza su riesgo reputacional en unos activos muy volátiles y en el foco de los reguladores. Tras su entrada en vigor, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) recibirá plenos poderes para regular la comercialización de criptoactivos en España, que hasta ahora se circunscribían a un registro contra el blanqueo de capitales del Banco de España.
En un reciente discurso, la vicepresidenta de la CNMV, Montserrat Martínez Parera, aseguró la semana pasada que el regulador ya había entablado las primeras conversaciones con las entidades interesadas para ofertar criptoactivos. Martínez Parera explicó que, de manera proactiva, el regulador envió cartas a bancos, gestoras y agencias de valores, quienes entendían susceptibles de prestar servicios de inversión con criptos, así como a las entidades registradas ante el Banco de España. La CNMV deberá avalar a las entidades que quieran ofertar estos productos, de modo que las entidades que ya operan en el sector tendrán un año para contar con este sello si quieren seguir operando.
Entre las entidades interesadas en entrar en criptos, fuentes del sector señalan al Santander y al BBVA como los más adelantados, mientras que el Sabadell, Unicaja, CaixaBank o Bankinter, entre otros, se encuentran en un segundo escalón. De este grupo destaca el acuerdo que rubricó la entidad andaluza al comprar el 5% de la plataforma de criptoactivos Bit2Me, con la intención expresada por ambas plataformas de explorar “sinergias de desarrollo de nuevos productos financieros innovadores”.
Hasta el momento, la oferta de criptoactivos estaba limitada a las fintech, fundamentalmente Revolut y N26, las que cuentan con una mayor presencia en España. De hecho, la primera firma ha ofertado en España una alternativa de compraventa de este tipo de monedas.
El Gobierno, por su parte, planea trasponer la directiva europea antes de finales del año que viene, si bien la Comisión Europea le da un plazo más largo, hasta diciembre de 2026. Con esta decisión habrá un periodo transitorio de 18 meses, desde la publicación del Reglamento en junio de 2023, durante el cual el supervisor europeo de los mercados (ESMA) y la Autoridad Bancaria Europea (EBA) aprobarán normas técnicas de desarrollo de MiCA, y un periodo posterior de un año durante el cual la CNMV podrá empezar a conceder autorizaciones a las empresas que quieran proveer servicios de criptoactivos, acortando el periodo total en seis meses. La propia Martínez Parera ha defendido la necesidad de realizar una segunda versión de esta normativa, para cubrir actividades como el préstamo de estas divisas.
En este contexto, la banca deberá decidir si asume también la depositaría y custodia de estos activos digitales o si decide externalizar estos servicios a alguna otra empresa o plataforma del sector. Es un proceso por el que ya han transcurrido en la depositaría tradicional. Sirven como ejemplo la venta de este negocio del Sabadell a BNP Paribas o el proceso que inició, sin éxito, el BBVA. El Santander, por su parte, cuenta con una alianza para este asunto con el francés Crédit Agrciole, llamada Caceis.
Ignacio Juliá toma las riendas de Santander España
Ignacio Juliá, quien dirigía ING en España y Portugal, sustituirá a Ángel Rivera como consejero delegado de Santander España mañana martes, 1 de octubre. El Santander anunció su nombramiento el pasado 6 de septiembre y apenas un mes después tomará las riendas de manera formal del Santander España, en el lugar de Ángel Rivera, que aterrizará en otra compañía. Juliá ha sido uno de los protagonistas de la trayectoria de ING desde su lanzamiento como primer banco digital en España en 1999. CEO de ING para España y Portugal desde 2021, antes fue director financiero y de riesgos y responsable de negocio minorista, puesto desde el que, junto al consejero delegado de esa entidad, impulsó los cambios que permitieron a ING pasar de ser un banco orientado al producto a una entidad centrada en el cliente a través de los canales digitales.