CaixaBank reconoce más de 1.000 millones de minusvalías por liquidar su participación en Telefónica
El banco contaba a inicios de año con un 2,5% de la teleco, mientras que su principal accionista, Criteria, alcanza el 10%
CaixaBank ha puesto fin en los últimos meses a su etapa como accionista de Telefónica, pero con un agujero en sus cuentas. El banco se ha desprendido del 2,5% que aún retenía en el gran operadora española, mientras que Criteria Caixa, su primer accionista, ha realizado el movimiento contrario: ha incrementado sustancialmente la participación hasta el 10%. La factura, sin embargo, no ha sido cero. La entidad reconoce en su informe financiero semestral minusvalías por 1.095 millones derivadas de la transacción.
La firma, según explica en este documento, ejecutó esta operación con la compañía que pilota Jose María Álvarez Pallete a través de la liquidación de un derivado, por el 0,9%, y de la venta al mercado de un 1,5% restante. La participación estaba valorada en sus cuentas anuales en 713 millones de euros, si bien admite que la adquirió por 2.104 millones. De acuerdo al cierre de Bolsa del lunes, ese paquete del capital vale en Bolsa unos 600 millones de euros, lo que le ha supuesto un impacto negativo en reservas de casi 1.100 millones. No hay efecto, sin embargo, en la cuenta de resultados.
El banco comunicó al mercado que había ejecutado la transacción el pasado 10 de junio. De acuerdo al precio en Bolsa de esa sesión, la participación superaba los 400 millones de euros. CaixaBank ponía fin así a su era en la compañía de telecomunicaciones, que databa de 2007, pero los vínculos entre Telefónica y La Caixa datan de los años 80. Liquidaba también así sus participaciones industriales, tras haber vendido en 2019 su otra inversión histórica, Repsol.
Un portavoz del banco indica que las caídas en la cotización ya estaban deterioradas en las cuentas de la entidad. De hecho, las cuentas reflejan un impacto positivo de cinco puntos básicos sobre la ratio de capital CET 1, dado que el banco ha podido liberar capital por la desinversión. Hace tiempo que el Banco Central Europeo (BCE) penaliza a los bancos por tener participaciones industriales en sectores distintos al financiero a la hora de calcular las ratios de las entidades que supervisa.
En este contexto, CaixaBank decidió hace tiempo ir disminuyendo su participación en la teleco con ventas en mercado. Ha pasado del 5% en 2020 al 2,5%, que registró en abril ante la Comisión Nacional de los Mercados de Valores (CNMV), y del que ha terminado por desprenderse en los últimos meses. Su primer accionista, Criteria Caixa, que tiene un 30%, ha seguido un movimiento totalmente contrario. A cierre del ejercicio de 2023, el holding que pilota Isidro Fainé —que se mantiene como vicepresidente de la operadora— contaba con apenas un 2,5% de la sociedad, mientras que a cierre de 2022 tenía el 0,84%. Tras varias adquisiciones en el mercado ha alcanzado el 10% del capital en apenas unos meses, un paquete valorado en unos 2.300 millones. El movimiento se produce en plena revolución de esta firma, que acaba de presentar un nuevo plan estratégico y de nombrar a Ángel Simón como consejero delegado. En paralelo al incremento del peso en Telefónica, ha entrado en Colonial, ACS y Puig. Por el lado contrario, liquidó su inversión en Cellnex y mantiene negociaciones con el grupo belga Interparking para explorar una fusión con Saba.
La salida de CaixaBank de Telefónica también se produce en un momento de cambios en el capital de la teleco. Al tiempo que el banco ha abandonado el capital y que Criteria se ha reforzado, se han producido dos fuerzas contrarias. Todo se destapó hace en torno un año, cuando la teleco saudí STC, propiedad del fondo soberano de ese país, desveló que había adquirido un 9,9% del capital, la mitad en derivados. Esto provocó un movimiento interno en España, con el Gobierno intentando constituir un frente español en el accionariado de la compañía para equilibrar el peso de los saudíes, que se convertirían en el primer accionista. Finalmente, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) ha sido la punta de lanza este frente español y se ha hecho con un 10%, la misma participación que Criteria y STC.
En contraste con la decisión de CaixaBank, el BBVA aún retiene su 4,8% y actualmente es el cuarto accionista, tras la SEPI, STC y Criteria. En la última rueda de prensa de presentación de resultados, el consejero delegado del grupo, Onur Genç, confirmó que la posición de este banco pasaba por ni incrementar ni reducir esta participación, al menos por el momento. En 2021, la entidad que pilota Carlos Torres vendió 75 millones de acciones y pasó del 6,9% al 4,8%.
El capital de Telefónica aún requiere de un broche final para cerrar este capítulo y estabilizarse de cara al futuro. Se trata de que STC obtenga finalmente la autorización del Consejo de Ministros para culminar su entrada en el capital. La teleco saudí necesita el plácet del Ejecutivo para pasar del 5%, debido a los contratos de Telefónica en materia de defensa, en virtud del decreto antiopas. Tras meses de espera, y una vez consolidada la irrupción de la SEPI, STC remitió oficialmente al Gobierno la documentación de la operación justo antes de verano, durante el mes de junio. El Gobierno analiza desde entonces la transacción, para lo que cuenta con tres meses, si bien puede prolongar este plazo. Las fuentes consultadas se inclinan por apuntar que la sensibilidad del Gobierno es favorable a autorizar la operación, toda vez que la españolidad de la compañía ya está blindada. El proceso se encuentra, no obstante, en fase de análisis.