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US Steel se desploma en Bolsa ante el probable veto de Biden a la compra por Nippon Steel

Las acciones de la firma siderúrgica caen un 17,5% hasta su mínimo en más de un año ante la oposición política a la operación

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, este lunes en Washington.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, este lunes en Washington.Ting Shen / POOL (EFE)
Miguel Jiménez

Las acciones de US Steel se han desplomado este miércoles en Bolsa tras una información publicada por The Washington Post que afirmaba que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se dispone a vetar a corto plazo la compra de la compañía por parte del grupo japonés Nippon Steel. La oposición política del presidente a la operación no es ningún secreto, puesto que la ha anunciado y reiterado en público, pero algunos inversores parecían confiar en que se diluyese tras las elecciones del próximo 5 de noviembre. La noticia publicada, sin embargo, habla de un veto inminente, aunque no ha sido confirmada por la Casa Blanca. Tras ello, los títulos de la compañía han cerrado la sesión con una caída del 17,5%, hasta los 29,38 dólares por acción, tras marcar en la jornada su mínimo en más de un año, a 26,92 dólares

Nippon Steel anunció una opa amistosa a un precio de 55 dólares por título, un 87% por encima dela cotización actual. Esa diferencia habla bien a las claras de que el mercado no cree que la operación vaya a salir adelante. La cotización se sitúa muy por debajo incluso de cuando la empresa japonesa presentó en diciembre su oferta, valorada en unos 14.900 millones de dólares. Biden ya provocó otro desplome de la cotización en marzo, cuando por primera vez expresó con claridad su rechazo a la operación.

La operación está bajo el examen del Comité de Inversiones Extranjeras en Estados Unidos (CFIUS), dependiente del Departamento del Tesoro. Tiene potestad para aprobar, bloquear o modificar el acuerdo por motivos de seguridad nacional, o remitirlo al presidente con sus recomendaciones para que tome una decisión. Ese último escenario es el que parece más probable y Biden se prepara para el veto, aunque aún no ha recibido el informe.

La operación cuenta con la oposición no solo de Biden, sino también de la vicepresidenta y candidata demócrata a la presidencia, Kamala Harris, y con la de su rival en las elecciones, el republicano Donald Trump. Esa unanimidad proteccionista sobre una empresa icónica y centenaria pone en riesgo la viabilidad de la operación, especialmente antes de las elecciones, a pesar de que Japón es un aliado estratégico y la unión de ambas empresas les permitiría competir mejor con las siderúrgicas chinas. Los sindicatos también han mostrado su rechazo.

Nippon Steel se ha esforzado por asumir compromisos para tratar de vencer las resistencias políticas y sindicales a la compra. Este mismo miércoles, la compañía aseguró que los gestores clave y la mayoría del consejo de administración serán estadounidenses en caso de que consiga cerrar con éxito la operación. El grupo japonés también ha adquirido el compromiso de dar prioridad a la producción de US Steel para satisfacer la demanda del mercado siderúrgico estadounidense y ha prometido inversiones multimillonarias.

También ha asegurado que no se transferirán capacidad de producción ni puestos de trabajo de US Steel fuera de Estados Unidos, que no se producirán despidos, cierres de plantas ni paralización de las instalaciones como consecuencia de la operación y que transferirá tecnología del grupo japonés al estadounidense. También ha ofrecido garantías en cuanto a la política comercial.

La última en mostrar su oposición a la operación fue Harris, que en un acto con sindicatos esta semana en Pittsburgh, afirmó: “US Steel es una empresa estadounidense histórica, y es vital para nuestra nación mantener fuertes empresas siderúrgicas estadounidenses. Y no podría estar más de acuerdo con el presidente Biden: US Steel debe seguir siendo de propiedad estadounidense y operada por estadounidenses”.

Parte de los empleados de US Steel, sin embargo, han decidio concentrarse este miércoles en la sede de l compañía en Pittsburgh en apoyo de la transacción. Los empleados piden a los cargos electos de Pensilvania y de todo el país que reconozcan las importantes ventajas de la operación para los empleados, las comunidades, los clientes y la siderurgia estadounidense.

“La manifestación de hoy tiene por objeto mostrar el apoyo a la transacción con Nippon Steel. Queremos que los líderes electos y otros responsables clave de la toma de decisiones reconozcan las ventajas de la operación, así como las inevitables consecuencias de su fracaso”, declaró David B. Burritt, presidente y consejero delegado de la compañía, a través de un comunicado.

Sin la operación, la empresa asegura que se ponen en peligro miles de empleos sindicales bien remunerados, “afectando negativamente a numerosas comunidades en los lugares donde existen sus instalaciones, y privando a la industria siderúrgica estadounidense de una oportunidad para competir mejor en la escena mundial”. “La falta de un acuerdo con Nippon Steel plantea serias dudas sobre la permanencia de US Steel en Pittsburgh. La marcha de US Steel, una empresa que lleva fabricando acero en Mon Valley desde 1901, privaría a la zona de Pittsburgh de puestos de trabajo, ingresos fiscales y contribuciones comunitarias”, añade la compañía.

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Sobre la firma

Miguel Jiménez
Corresponsal jefe de EL PAÍS en Estados Unidos. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactor jefe de Economía y Negocios, subdirector y director adjunto y en el diario económico Cinco Días, del que fue director.
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