¿Qué es Ganz-MaVag? El grupo húngaro que persigue la compra de Talgo sin el visto bueno del Gobierno
El consorcio liderado por Magyar Vagon está integrado por un millonario, una petrolera y un fondo de inversión de Orbán
El intento de compra de Talgo por parte del consorcio húngaro Ganz-MaVag Europe va camino de descarrilar ante una más que oficial oposición del Gobierno. Después de que en el Consejo de Ministros de este martes se discutiera el veto de la operación por motivos de seguridad nacional, cabe preguntarse quiénes son las firmas que tanta preocupación suscitan en el Ejecutivo.
Ganz-MaVag Europe es el nombre de una alianza de empresas. La mayoría de este consorcio, concretamente, el 55%, está en posesión de la compañía ferroviaria de Hungría, Magyar Vagon, mientras que el 45% restante corresponde a un fondo de inversión estatal que pertenece al Ministerio de Economía húngaro llamado Corvinus International Investment. El empresario húngaro András Tombor ha hecho de cara visible del intento de compra, adoptando siempre un tono conciliador que no ha bastado para derribar las reticencias del Gobierno. En segunda fila, la petrolera húngara MOL también juega un papel fundamental.
La razón de fondo de la oposición de España a esta compra son las tensiones entre Hungría y buena parte de la Unión Europea. El Gobierno húngaro encabezado por Viktor Orbán es una nota discordante en cuestiones tan trascendentales y polémicas como la política migratoria o la guerra entre Ucrania y Rusia. Las buenas relaciones de Orbán con Vladimir Putin es una fuente de recelos continuos entre Bruselas y Budapest. Orbán ha llegado incluso a negarse a imponer sanciones a Moscú, requiriendo la aplicación de excepciones por parte de la UE a modo de concesión.
Además del fondo estatal y de Magyar Vagon, dentro del consorcio Ganz-MaVag también hay ejecutivos procedentes de MOL, una compañía dedicada al gas y al petróleo que controla gaseoductos y refinerías en Hungría y otros países vecinos. György Bacsa, director ejecutivo de MOL y alto ejecutivo de la Bolsa de Hungría, una entidad en manos del Gobierno desde el año 2015, aparece como cofirmante de la oferta sobre Talgo.
Esta firma, MOL, está también detrás de la propia Magyar Vagon. Los accionistas de la empresa ferroviaria húngara son, según la propia compañía, diferentes partícipes que orquestan su participación mediante dos sociedades, Magyar Vagon Investment y Solva II. El único partícipe que se menciona es uno, Csaba Toro, y todo acaba vinculado con una firma participada por MOL.
Zsolt Hernádi, el presidente de MOL, forma parte de una alianza empresarial húngara conocida como NER en el país. En palabras del propio primer ministro húngaro, NER es un entramado de empresas que contribuyen al interés nacional. Contrastando con la versión del Gobierno, las organizaciones anticorrupción de la sociedad civil relacionan a las empresas que forman NER con la corrupción del Estado húngaro propiciada por Fidesz, el partido de Orbán. El presidente de MOL es también miembro del Consejo Nacional de Competitividad desde 2017, y según un barómetro de influencia húngaro de 2023, es la séptima figura más influyente del país.
Hernádi también es un viejo conocido de Interpol. En el pasado fue condenado a prisión por la justicia croata por supuesto soborno al ex primer ministro de Croacia Ivo Sanader, lo que le costó su inclusión en la lista roja de Interpol, con la consiguiente imposibilidad de viajar al extranjero. Hernádi es además presidente del patronato de la Fundación Maecenas Universitatis Corvini, que gestiona la Universidad Corvinus de Budapest.
Según aparece en la propia página web de MOL, ese fondo, Maecenas Universitatis Corvini, recibió un 10% de las acciones de MOL que poseía el Estado húngaro, junto a un porcentaje similar de una farmacéutica, cuando el Gobierno decidió privatizar la propiedad de las universidades y empezó por esta en 2019.
Otro 10% de las acciones de MOL las recibió en una operación similar el Mathias Corvinus Collegium (MCC), la mayor institución educativa privada del país, cuyo consejo de administración preside Balázs Orbán, director político del primer ministro, con el que no está emparentado. El MCC, con un nombre parecido pero independiente de la universidad, lo fundó en los años noventa la familia del empresario András Tombor, la cabeza más visible del consorcio detrás de la opa de Talgo y que, a través de la firma Cato Investments, es miembro del consejo de administración del conglomerado que quiere hacerse con la empresa española.
Tombor es un empresario del entorno de Fidesz, la formación con la que Orbán gobierna en Hungría desde hace 14 años. Sandor Lederer, director de K-Monitor, una ONG que vigila la corrupción en el país, explica en una entrevista telefónica que Tombor “es una figura clave en la red empresarial en torno al partido del Gobierno húngaro Fidesz y tiene estrechos vínculos personales con los principales actores de la élite empresarial y económica húngara”. “Es poco probable que actúe en adquisiciones estratégicas sin coordinarse con el Gobierno húngaro y sin alinearse con los objetivos políticos del Gobierno húngaro”, añade.
El empresario, que reside en el Reino Unido, fue asesor de defensa del primer ministro en su primer mandato, entre 1998 y 2002, y después se pasó al mundo de los negocios. Es propietario de la firma aeronáutica checa Aero Vodochody y ha participado en negocios en sectores estratégicos ideológicamente cercanos a Fidesz, como los medios de comunicación y la publicidad. Tombor fue el primer interlocutor con Talgo a través de DJJ, un fabricante ferroviario húngaro propiedad de Magyar Vagon y que, hasta mediados de 2022, tenía en su accionariado al grupo ruso Transmasholding (tras las sanciones, salió del capital).
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