IAG y Repsol van a más en sus planes de descarbonización y firman el mayor contrato de ‘SAF’ en España
El acuerdo supera las 28.000 toneladas de combustible sostenible de aviación para el holding de aerolíneas
El grupo IAG continúa asegurándose el acceso a combustible sostenible de aviación (SAF por sus siglas en inglés) con un último contrato de suministro firmado con Repsol, con la que ya tenía importantes puentes tendidos. Las más de 28.000 toneladas que figuran en el acuerdo constituyen el pedido más relevante cerrado hasta ahora en España, según han informado las compañías. Ambas lanzaron ya en 2022 el uso del SAF en vuelos de larga distancia.
El SAF está llamado a reducir hasta un 80% las emisiones de carbono en comparación con el fuel convencional. Al cierre de 2023, el holding que engloba a Iberia, British Airways, Vueling y Aer Lingus acumulaba reservas por 1.000 millones de dólares, de los que un 86% son compromisos a futuro. Y, desde febrero de este año, tiene asegurado un tercio del SAF que precisa para cumplir con su objetivo de que un 10% del combustible utilizado sea sostenible en 2030.
Repsol, por su parte, se ha presentado esta mañana como pionera en España en la fabricación de combustibles renovables para todos los segmentos del transporte, incluyendo la aviación. Sus instalaciones en la ciudad murciana de Cartagena se han lanzado este año a la producción de productos 100% renovables tras una inversión de 250 millones de euros. Esa planta tiene capacidad para sacar 250.000 toneladas anuales y cuenta con la posibilidad de producir diésel renovable y SAF a partir de residuos. Otras compañías, como Cepsa y BP, aprovechan su capacidad de refino en España para competir en la producción de SAF.
Las 28.000 toneladas adquiridas a Repsol irán llegando en los seis próximos meses y serán empleadas en los aviones de las distintas aerolíneas de IAG que vuelen desde aeropuertos españoles. El reglamento europeo RefuelEU Aviation marca ya un uso del 2% de SAF sobre el consumo de combustible de aviación en 2025.
A lo largo del pasado ejercicio, las aerolíneas de IAG quemaron 53.000 toneladas de SAF, lo que supuso un alza del 417% respecto a 2022 y evitar 157.000 toneladas de CO2 a la atmósfera. A ello se sumaron iniciativas de eficiencia operativa que permitieron evitar otras 86.000 toneladas de CO2, según cálculos de la compañía.
El consejero delegado de IAG, Luis Gallego, se ha referido esta mañana a la sostenibilidad como elemento prioritario para su compañía: “Estamos trabajando intensamente para asegurar nuestras necesidades futuras de SAF y cumplir así con nuestros compromisos, que son más exigentes que lo que marca la legislación europea”. El conglomerado de compañías aéreas fue de los primeros en publicar una senda hacia las cero emisiones netas en 2050. Gallego ha reiterado la petición a los gobiernos de apoyo “a la creación de una industria del SAF que incremente su disponibilidad y reduzca su precio. El desarrollo de una industria europea del SAF tiene el potencial para generar miles de puestos de trabajo y supondría una importante contribución al PIB”.
Su homólogo en Repsol, Josu Jon Imaz, ha valorado el contrato con IAG como un signo de consolidación de la apuesta de energética por los combustibles renovables “como una palanca clave para la descarbonización del transporte en España”. Su objetivo es alcanzar una capacidad de producción de hasta 1,7 millones de toneladas de combustibles renovables en 2027 y llegar a los 2,7 millones en 2030 en la Península Ibérica.
Una de las firmas de IAG, la catalana Vueling, ha informado sobre la incorporación de 9.000 toneladas de SAF en este 2024 en el marco del acuerdo con Repsol. Tal volumen supone cuadruplicar el uso de este tipo de combustible respecto el año anterior.
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