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Comsa anticipa dos años la devolución de deuda bancaria con su salida de la concesionaria Mircom

La constructora vende su paquete del 20% y logra reducir su carga financiera desde los 1.000 millones de 2016 a solo 25 millones con vencimiento en 2026

Javier F. Magariño
Un empleado de Comsa en el tramo ferroviario La Robla–Campomanes, en la Variante de Pajares.
Un empleado de Comsa en el tramo ferroviario La Robla–Campomanes, en la Variante de Pajares.Comsa

De los 1.000 millones de euros de deuda con que cargaba el grupo de construcción y servicios Comsa en 2016, posición entonces agobiante que condujo a una costosa refinanciación, la firma ha conseguido rebajar la cifra hasta prácticamente eliminarla. Ahora es de 25 millones de euros con vencimiento en 2026 y, según ha podido saber CincoDías, se han anticipado las devoluciones de los préstamos con fecha de amortización en este 2024 y en 2025. Todo a costa de sacrificar activos y de una mejora en las distintas actividades estratégicas.

El proceso de saneamiento que impusieron durante la crisis financiera los acreedores, en la que es la mayor firma española de infraestructuras no cotizada, se dio por rematado en 2022. Entonces llegaron los resultados positivos, pero la compañía ha ido a más y acaba de realizar un último movimiento: el traspaso del 20% del capital que mantenía en su concesionaria Mircom al fondo Mircoinvest.

Ha sido esta desinversión la que ha permitido a Comsa limpiar su calendario de vencimientos a dos años vista. Pese al voluminoso plan de venta de negocios para responder ante los prestamistas, Comsa Corporación sigue viéndose fuerte en la construcción de infraestructuras, con especial foco en el segmento ferroviario, y ha dado diversos pasos para fortalecer su balance, como es la citada salida de Mircom.

Mircoinvest es ahora titular del 100% de la firma que reúne contratos de explotación de activos como Cedinsa, con cuatro carreteras catalanas bajo gestión; una participación relevante en el Metro de Málaga; el centro penitenciario Mas d’Enric (El Catllar, Tarragona); los juzgados de Terrassa (Barcelona) y la Bisbal d’Empordà (Girona), o la firma de señalización Albali.

Comsa ha pactado con el que ha sido hasta ahora su socio quedarse al frente del mantenimiento y operación de las instalaciones de Mas d’Enric y de los Juzgados de Terrassa y la Bisbal. El secreto se ha impuesto sobre el importe de la operación, pero el fondo que participan Mirova (del banco francés Natixis) y el gigante holandés de la inversión PGGM, ya pagó cerca de 60 millones en febrero de 2018 por su anterior paquete de control en Mircom Concesiones.

Sobre el futuro de Comsa Corporación, tras 130 años de historia, su estrategia pasa por potenciar el negocio exterior, seguir creciendo en la obra pública, en la prestación de servicios de mantenimiento y conservación de infraestructuras, y en la ingeniería industrial. Además, mantiene un pie en el sector concesional con su participación en Tram de Barcelona y en la sociedad Sanibaix, dedicada esta última a la explotación y gestión de aparcamientos.

El plan de desinversiones pactado con los bancos fue completado en el referido 2022 con holgura sobre el calendario prefijado, lo que motivó el fuerte adelgazamiento de deuda que contemplaba el acuerdo de refinanciación de más de 700 millones en créditos firmada a finales de 2016, incluyéndose una parte de deuda convertible en capital, con un grupo de ocho entidades españolas: Santander, CaixaBank, Bankia, Sabadell, BBVA, Popular, Bankinter y Unicaja.

Por entonces, Comsa consiguió salir adelante mientras quebraba una de grandes del sector, Isolux, y OHL y FCC se veían en serias dificultades por pérdidas millonarias, de 432 millones la primera y 165 millones de euros la segunda.

Objetivo de 1.000 millones

Antes del 20% en Mircom, el grupo que preside Jorge Miarnau ha traspasado últimamente el 32% que controlaba en la constructora polaca cotizada Trakcja, su 50% en la sociedad concesionaria del Tranvía de Murcia, o la empresa de valorización de neumáticos GMN.

Los ingresos de esta referencia del sector español de la construcción fueron de 929 millones en 2023 (+7% respecto a 2022), con actividad en diversos mercados europeos (España, Francia, Portugal, Suecia, Suiza, Dinamarca y Croacia), de Latinoamérica (Brasil, Colombia, México y Perú) y en Marruecos. El resultado bruto de explotación (ebitda) se alzó hasta los 38,2 millones y el beneficio neto fue de 5,5 millones. La compañía tiene en nómina a 5.600 personas.

Los presupuestos para este 2024 marcan el objetivo de recuperar los 1.000 millones en facturación, lo que supondría adelantar en un año la meta del plan estratégico 2021-2025.

Al cierre del pasado ejercicio, la cartera de contratos por ejecutar superaba ligeramente los 2.000 millones (+28% frente a 2022). Entre los proyectos están el soterramiento de la línea ferroviaria R2 a su paso por Montcada y Rexac (Barcelona) o diversos trabajos en la remodelación de la estación madrileña de Chamartín.

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Sobre la firma

Javier F. Magariño
Es redactor de infraestructuras, construcción y transportes en Cinco Días, donde escribe desde junio de 2000. Ha pasado por las secciones de Especiales, Cinco Sentidos, 5D y Compañías siguiendo la información de diversos sectores empresariales. Antes fue locutor de informativos en la Cadena Cope, además de colaborar en distintos medios de Madrid.
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