Toyota: “No haremos coches eléctricos en Europa hasta que se alcance un volumen sostenible”
El presidente de la compañía en el Viejo Continente asegura que la automovilística japonesa continuará mejorando sus motores de combustión
Hace unos cuantos años, Toyota eligió un camino muy diferente al del resto de fabricantes automovilísticos. La compañía nipona decidió que apostaría todas sus fichas al coche híbrido no enchufable, un vehículo de combustión que, gracias a una batería, es capaz de funcionar en eléctrico algunos tramos, sobre todo en ciudad. El resto de competidores comenzó a redirigir sus inversiones hacia el coche eléctrico en base a unos pronósticos que indicaban que esta sería la década del eléctrico. Esto, sin embargo, no está siend...
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Hace unos cuantos años, Toyota eligió un camino muy diferente al del resto de fabricantes automovilísticos. La compañía nipona decidió que apostaría todas sus fichas al coche híbrido no enchufable, un vehículo de combustión que, gracias a una batería, es capaz de funcionar en eléctrico algunos tramos, sobre todo en ciudad. El resto de competidores comenzó a redirigir sus inversiones hacia el coche eléctrico en base a unos pronósticos que indicaban que esta sería la década del eléctrico. Esto, sin embargo, no está siendo así de momento por varios motivos: el más importante es su elevado precio en comparación con uno de combustión o un híbrido, a lo que se suman las dudas que aún tienen algunos consumidores sobre su autonomía y la infraestructura de carga. En este escenario, Toyota ha salido vencedora, siendo el grupo con más ventas en el mundo en los últimos cuatro ejercicios y la marca más comercializada en España en los últimos dos, gracias a su estrategia híbrida, la cual no planea cambiar en el corto plazo. “Cuando el vehículo eléctrico se popularice y tenga un volumen sostenible, entonces consideraremos producir eléctricos en Europa”, afirma el presidente y CEO de Toyota Europa, Yoshihiro Nakata, en una entrevista con CincoDías en la sede madrileña de Toyota.
Dicho volumen, señala Nakata, que llegó al cargo el año pasado en sustitución de Matt Harrison, estaría en torno a las 250.000 unidades anuales, que es aproximadamente el volumen que puede acoger una planta de tamaño medio. Por poner un ejemplo, la factoría en la que acaba de aterrizar Chery en Barcelona tiene una capacidad máxima de 200.000 coches, pero la de Stellantis Vigo hizo más de 530.000 el año pasado. “Tenemos cualquier tipo de tecnología eléctrica, pero país por país, región por región, las condiciones son diferentes. Nuestro concepto es que el dióxido de carbono es el enemigo, no el tipo de propulsión del coche. Desde ese punto de vista lo que queremos es que nadie se quede atrás. Fuera de Europa, en África, por ejemplo, ¿la solución será apostar solo por vehículos eléctricos? No lo creo”, explica Nakata.
“Nosotros nos preparamos seriamente para el coche eléctrico, un elemento clave para la neutralidad en emisiones de dióxido de carbono. Pero también nos prepararemos para otras áreas, así podemos satisfacer las necesidades de cada cliente”, añade el directivo. En este sentido, Toyota anunció la semana pasada una alianza con Mazda y Subaru para el lanzamiento de un motor de combustión más compacto y eficiente, que incluso permitiría hacer capós más bajos abriendo la posibilidad a cambios de diseño y una mejora de la aerodinámica de los coches. Dichos motores se podrían combinar con baterías o usarse con combustibles sintéticos, un tipo de combustible supuestamente neutro en CO2 porque quemaría el dióxido de carbono que previamente se capturó para su producción.
En el caso de Europa, Toyota ha logrado crecer al calor de sus híbridos hasta situarse como la segunda marca tras Volkswagen, según los datos del propio fabricante japonés, una distancia que prevé acortar, según Nakata. En el Viejo Continente no solo compite con las automovilísticas tradicionales, sino también con los productores chinos que han llegado en masa en los últimos años y continuarán haciéndolo, los cuales cuentan con ventajas tecnológicas y en costes. “Una vez se hayan puesto las condiciones para una competencia justa entre fabricantes, nuestra responsabilidad como automovilística es mejorar nuestra competitividad. En eso nos centramos”, asegura el directivo.
Sus palabras llegan en un momento en el que la Unión Europea está cerca de publicar el informe de su investigación por los subsidios a los fabricantes de coches chinos por parte del Gobierno de Xi Jinping, algo por lo que Bruselas quiere imponer nuevos aranceles a los productores chinos para proteger a la industria europea. “La investigación y la acción es algo que debe juzgar la Unión Europea, ese es el rol de los políticos. Si ellos creen que hay una situación injusta, respetaremos su decisión, pero la competencia es bienvenida por Toyota desde un punto de vista del consumidor”, explica Nakata.
El fabricante chino que está pisando con más fuerza hasta el momento en España es MG, que recientemente ha puesto a la venta su primer coche híbrido, un vehículo con el que quiere competir con Toyota, al que ha puesto como su rival a batir en más de una ocasión. Ante esto, Nakata señala que “es un honor” que haya marcas chinas que pongan a la firma nipona como su principal competidor.
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