Huawei se repone del veto occidental con un repunte de ventas en China y un órdago en I+D
El fabricante de móviles chino vende un 70% más de dispositivos que hace un año pese al cúmulo de sanciones impuestas por Estados Unidos
Huawei, la popular marca de telefonía china, levanta el vuelo tras varios años muy complicados debido al cúmulo de sanciones impuestas desde Estados Unidos. Según la firma de investigación Counterpoint, el fabricante de móviles consiguió volver al podio como el tercer mayor vendedor del gigante asiático, tras comerciar un 70% más de móviles, en especial su modelo Mate 60, en este primer trimestre en comparación con el de 2023. Lo hace, al mismo tiempo, en detrimento de su mayor competidor, Apple, cuyas ventas retroceden ante el ascenso de la marca de Shenzhen. Sin embargo, el camino no ha sido fácil: el buen comienzo de año responde a la estrategia de Huawei de estirar la capacidad de sus fábricas para seguir elaborando microprocesadores de alta gama, así como a la acumulación masiva de componentes durante estos años y el desarrollo de un sistema operativo propio para sus terminales.
Es una estrategia que, de momento, está funcionando. La empresa registró un beneficio neto de 19.600 millones de yuanes, unos 2.500 millones de euros, lo que representa un meteórico aumento del 564% respecto al mismo periodo del año anterior, según datos oficiales de la compañía. En paralelo, Huawei también está apostando por entrar al mercado de los automóviles gracias a la colaboración con otros fabricantes. “Queremos compensar el impacto de la caída de ganancias causada por las restricciones estadounidenses a nuestro negocio telefónico”, compartía el jefe de Negocio de consumo, Richard Yu, a inicios de año.
En 2019, el Gobierno de Donald Trump impuso una serie de fuertes vetos comerciales a la marca, que impedían que la compañía realice tratos con empresas estadounidenses. Argumentaban que la empresa estaba utilizando sus equipos para espiar o interrumpir las comunicaciones. La decisión supuso un hachazo (casi) mortal para Huawei, que se quedó sin acceso al sistema operativo Android y por extensión a todo el ecosistema de Google que incluye Gmail o Youtube. La tecnológica asiática tenía el 12% del mercado mundial de teléfonos inteligentes en ese entonces y su participación se desplomó al 2% en los siguientes años, según Counterpart Research.
No obstante, la tecnológica llevaba tiempo preparando un remedio frente la ofensiva de Occidente. Ante los ojos incrédulos del mundo, Huawei presentó a finales del año pasado, el modelo Mate 60, el móvil más avanzado hasta la fecha en el país y capaz de competir, según los expertos, con los más recientes terminales de iPhone y Samsung. Las restricciones estadounidenses que vetaban el acceso de China a semiconductores avanzados y equipos de fabricación parecían no haber mermado la capacidad del gigante asiático para llevar al mercado aparatos de tecnología punta.
El motor del Huawei Mate 60 es un procesador de siete nanómetros, un tamaño tan reducido que solo pueden producirlo máquinas avanzadas como las diseñadas por la holandesa ASML, a las que China ya no tiene acceso. A pesar de ello, Antonio Varas, director de estrategia de Synopsis, una empresa líder en la producción de software para fabricantes de chips, cree que Pekín está estirando al límite el potencial de la maquinaria más antigua de sus laboratorios para producir los nuevos chips, por lo que considera que será difícil que pueda mantenerse a la vanguardia de la industria. Los microprocesadores más potentes en la actualidad son los fabricados por Samsung y TSMC, con dimensiones que rondan los cuatro nanómetros, aunque ya se trabaja en otros aún más pequeños.
Douglas Fuller, profesor adjunto de la escuela de negocios de la Universidad de Copenhage, considera que el gobierno de Estados Unidos ha sido relativamente flexible en sus controles. “Por ejemplo, ha otorgado muchas licencias a SMIC y estas se utilizaron para mantener el equipo utilizado para fabricar las partes del Mate 60″, explica el académico. De todos modos, Semiconductor Manufacturing International Corporation o SMIC, el mayor fabricante de chips de China y el responsable del chip del Huawei Mate 60, parece no haberse quedado mirando cómo otros fabricantes aceleraban en la carrera de los chips.
El Financial Times reveló que habría producido estos semiconductores adaptando los diseños que se utilizaron originalmente en los servidores de sus centros de datos. Según estimaciones del mismo periódico, en el sector global de los microprocesadores la cuota de producción china crecerá del 15% al 24% en los próximos diez años. Solo en 2024, Huawei podría poner en circulación cerca de 64 millones de terminales en China, según datos de la compañía.
El 5G y las TIC aúpan el crecimiento
En 2022, golpeada por las sanciones, la compañía tan solo logró crecer un 0,9%, tras una caída del 26% en 2021. Sin embargo, el año pasado no quedaba dudas de que la empresa se estaba recuperando del muro levantado por Occidente. En 2023, la compañía facturó un 9% más, gracias a la venta de smarthphones y las sólidas ventas de equipos 5G. El desempeño en países como España demuestra que el músculo en el sector de las telecomunicaciones, que Huawei desarrolló durante décadas y que lo convirtió en uno de los proveedores determinantes de equipos de redes, no se había atrofiado pese a las sanciones de Estados Unidos. Huawei logró mejorar los ingresos en un 57,6% en España durante el 2022, en comparación con el año anterior, según las cuentas del Registro Mercantil, gracias al aumento en un 87% de la división de Tecnologías de la Información y Comunicación.
Uno de los aspectos que lo diferencia de otros fabricantes son las inversiones que realizan en I+D. La compañía empleó en 2023 cerca de 23.000 millones de dólares (unos 21.500 millones de euros) en investigación y desarrollo, aproximadamente el 23% de sus ingresos totales. “La firma busca ser pionera en nuevas áreas de tecnología como el 6G, transporte autónomo, centros de batos basados en IA, etc”, según Handel Jones, director de la consultora tecnológica IBS.
El fabricante, no obstante, cuenta con el apoyo del gobierno de Pekín y del gobierno local de Shenzhen, que han dotado con 30.000 millones en subvenciones a la tecnológica para que pueda establecer una red de plantas de chips en el país, según la Asociación de la Industria de Semiconductores.
Apuesta por el ecosistema
La estrategia por independizarse de la tecnología de Occidente también pasa por lograr independencia en cuanto al software. En agosto de 2019, tres meses después del veto de Estados Unidos, Huawei presentó HarmonyOS. Cinco años después se estima que el sistema operativo es usado por cerca de 300 millones de usuarios en China, aunque este también se encuentra presente en la mayoría de dispositivos que Huawei vende en el extranjero, como relojes inteligentes o tabletas, con la intención de erigir un ecosistema cerrado que se ve en fabricantes como Apple.
El siguiente paso de la marca, según han anunciado sus directivos, es lanzar este sistema operativo en todo el mundo bajo el nombre de HarmonyOS Next. Aunque todavía no se conocen detalles exactos de la fecha de lanzamiento. “Trabajaremos arduamente para construir el ecosistema de aplicaciones de HarmonyOS en el mercado chino, primero, y luego, de país en país, comenzaremos llevándolo gradualmente a otras partes del mundo”, dijo en su momento el presidente rotatorio de Huawei, Eric Xu. “Hemos pasado por muchas cosas en los últimos años. Pero a través de un desafío tras otro, hemos logrado crecer”, sentenció el ejecutivo.
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