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Sephora desata la indignación en Rumanía por rememorar el experimento de tortura más atroz del bloque comunista

La cadena de cosméticos francesa publicó un anuncio en redes sociales que recuerda una de las cárceles más terroríficas de la Europa del Este, donde miles de detenidos políticos fueron atormentados física y psicológicamente.

Sephora Rumanía
Imagen de la campaña de Sephora en Rumanía que ha provocado la polémica.

Sephora inauguró este jueves pasado con mal pie una tienda en el centro comercial de Pitesti, una ciudad rumana de casi 150.000 habitantes situada a casi 120 kilómetros de Bucarest. Para promocionar la apertura, la cadena francesa decidió, de forma muy poco inspirada, publicar en su página de Facebook e Instagram un anuncio que ha traído a la memoria el ensayo de tortura más atroz que se ejecutó en los países de la Europa del Este bajo los regímenes comunistas, el conocido como Fenómeno de Pitesti, un experimento de reeducación mediante la tortura que se llevó a cabo en los años 50.

La compañía de distribución de artículos de belleza adquirida por el conglomerado LVMH, primera empresa del mundo de productos del lujo, subió a su cuenta de Rumania en la tarde del martes una foto con líneas blancas y negras en el que rezaba: “Pitesti, he oído que te gustan las rayas”. Inmediatamente, el reclamo se asoció de manera ofensiva con la antigua prisión de la localidad, donde tuvo lugar el ensayo considerado como el programa de lavado de cerebro más importante de todo el bloque comunista.

Apenas dos horas después de publicar el controvertido anuncio y después de centenares reacciones contrarias, los representantes de la cadena optaron por eliminarlo de su cuenta de Facebook sin explicación alguna, pero la ira ya se había desatado entre los usuarios de las redes sociales. “Nuestra última publicación relacionada con la apertura de la nueva tienda Sephora en Pitesti fue interpretada de manera incorrecta. Las rayas horizontales en blanco y negro son parte de la identidad de la marca Sephora. No existe conexión entre las rayas de Sephora y otros acontecimientos ocurridos en Pitesti”, se justificó este miércoles la empresa en un mensaje en Instagram, en el que pidió disculpas a la comunidad virtual por la falta de comunicación. Pero, también subrayó que su marca “no tiene color político y no se inspira en trágicos acontecimientos históricos de Rumania o de otro país”.

“Probablemente no fue de manera intencionada, sino solo una muestra de ignorancia y falta de empatía”, declaró la ministra de Cultura, Raluca Turcan, al diario Adevarul. Sin embargo, el post había levantado cientos de mensajes que mostraban su indignación. “Es horrible ver que Rumania no sea tratada como corresponde en lo que respecta a nuestra historia”, afirmó una internauta. Otro usuario tiró de ironía para referirse a uno de los hechos menos conocidos del país: “A lo mejor deberíamos echarles ‘polvos’ para que conozcan lo que sucedió”.

Para la presidenta de la Fundación Memorial de la Prisión de Pitesti, Maria Axinte, la campaña de Sephora se centraba en la antigua cárcel comunista de la ciudad para captar la atención de sus habitantes. “El intento de convertir el tema de la prisión en una broma en una campaña de marketing es una ofensa a las víctimas del experimento”, recalcó la fundadora de la institución que intenta perpetuar el recuerdo del horripilante experimento, al mismo tiempo que instó al equipo de Sephora a realizar una visita al antiguo penitenciario comunista para que conozca la dureza del sistema represivo que vivió Rumania desde sus comienzos.

La responsable del Memorial también reprochó a Sephora que eliminara la publicación tras la ola de críticas. “Es más grave que Sephora borrara el mensaje y declarara que no tiene nada que ver con los hechos ocurridos en Pitesti, ya que demuestra la falta de sensibilidad hacia la historia local, con eco internacional”, prosiguió Axinte, antes de recalcar que “en Instagram se les llamó la atención sobre el hecho de que este enfoque no habría sido posible en Auschwitz”.

De los cientos de prisioneros políticos que pasaron por el penitenciario de Pitesti entre 1949 y 1951, solo sobreviven hoy en día menos de diez. El escritor Aleksandr Solzhenitsyn, premio Nobel de Literatura, señaló en su día que el experimento de Pitesti fue “la barbarie más terrible del mundo contemporáneo”, mientras que el historiador François Furet, miembro de la Academia francesa, llegó a decir que se trataba de “una de las más terribles experiencias de deshumanización que nuestra época ha conocido”.

La élite estudiantil de la época fue encarcelada bajo acusaciones inventadas y brutalmente torturada a través de una técnica conocida como “reeducación”, en la que los propios reos se convirtieron en torturadores de otros prisioneros para evitar su propia tormento o muerte, detalla Axinte. Además, el experimento se mantuvo en secreto. Sólo algunos altos cargos de la Securitate -la temible policía política- conocían y controlaban lo que ocurría dentro de la prisión. Según el Memorial, el régimen habría causado la muerte de doce jóvenes en esos dos años e infligieron sufrimiento físico y psicológico a varios centenares que quedaron traumatizados de por vida.

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