Criteria ultima un acuerdo con un grupo de Abu Dabi para que lance una opa amistosa por Naturgy
El principal candidato a entrar en la energética española sería TAQA, filial de renovables de la petrolera Adnoc. La operación se está fraguando con el conocimiento del Gobierno
Todo estaba previsto ayer para que Naturgy enviara a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) un hecho relevante comunicando una importante operación corporativa, según la cual un grupo emiratí estaría negociando la compra del 40% del capital de la energética española. El movimiento, avanzado por La Vanguardia, daría salida a los dos principales fondos accionistas (GIP y CVC, con algo más de un 20% cada uno), bloqueados en el capital desde hace varios años. Fuentes solventes han asegurado a CincoDías que el principal candidato es TAQA, la utilility del entorno emiratí, al que también pertenece la petrolera Adnoc (Abu Dabi National Oil Company).
Ambas partes ultiman un acuerdo con estos fondos y con el principal accionista, Criteria Caixa (26,7%), para lanzar una opa amistosa por el 100% del capital de Naturgy, a lo que le obliga la ley por aspirar a comprar más del 30% del capital. Es la principal opción sobre la mesa. El valor total de la operación superaría los 20.000 millones de euros.
La negociación, que llevaba más de un mes pergeñándose, se ha realizado con el conocimiento del Gobierno que, frente a otras opciones de inversores para Naturgy, como grupos rusos o de otros países árabes, no ha visto con malos ojos la entrada de un grupo emiratí, señalan las mismas fuentes. Estas dan por hecho que al futuro accionista se le impondrán condiciones para recibir la autorización preceptiva del Gobierno para entrar en la compañía española, cuyo principal activo estratégico son los contratos de gas que mantiene con Argelia.
Criteria (concretamente, su consejero delegado, Ángel Simón, junto con el presidente de Naturgy, Francisco Reynés) ha tenido un papel relevante en la negociación. De hecho, añaden las mismas fuentes, Criteria se abstendría de acudir a la opa y también lo haría, probablemente, el cuarto accionista de la compañía, el fondo australiano IFM (15%). La negociación, estaría tan avanzada que incluso, hay quien asegura que los accionistas habrían llegado a un acuerdo de gobierno para gestionar Naturgy.
La transacción despejaría el camino de GIP y CVC, que ya intentaron en febrero de 2022 una segregación de Naturgy a través de la Operación Géminis, con la que se pretendía separar los activos liberalizados de los regulados, para facilitar la venta a la vista de la imposibilidad de vender paquetes tan elevados. La iniciativa, lanzada en vísperas de la invasión rusa de Ucrania, fracasó tras el derrumbe de los mercados.
Adnoc es la principal petrolera de Emiratos Árabes y dispone de las reservas de gas. La preside Sultan Ahmed Al Jaber al que se atribuye una estrecha amistad con el Rey Emérito de España.
CVC y GIP contaban con pocos incentivos para vender sus participaciones a los precios actuales del mercado, que dilapidan buena parte de las plusvalías acumuladas en los últimos años, pese a la intención de Criteria. Fuentes financieras indican que la banca de inversión ha activado en las últimas semanas la búsqueda de este socio por cuenta del holding que pilota Isidro Fainé. Entre los requisitos, el nuevo socio se debe comprometer con el plan industrial de la compañía, el empleo y que mantenga su sede en España.
Al margen quedaría el fondo australiano IFM, que tiene un 15% e irrumpió a través de una opa parcial en 2021. Las relaciones fueron tensas al principio con Criteria, por lo sorpresivo de la entrada en el capital, si bien, se fueron suavizando poco a poco. IFM siempre se reivindicó como un accionista a largo plazo en la compañía, centrado en impulsar el crecimiento y sin perspectivas de vender su participación. Si bien, hace pocas semanas, en la junta de accionistas de la energética, IFM optó por cambiar su voto del sí a la abstención en el informe de remuneraciones del consejo, con la idea de sumarse a un voto similar por parte de Criteria, que finalmente pasó de la abstención al sí.
CVC y GIP llevan tiempo buscando la salida de la compañía. No obstante, las caídas en Bolsa de los últimos meses restan atractivo a abordar una transacción de este tipo. No así para el comprador, que se ha encontrado con una importante depreciación. Las acciones de Naturgy cerraron ayer a 20,8 euros por acción, apenas un 9% por encima de los 19 euros a los que entraron en 2016 y 2018, respectivamente. A los precios actuales, estos fondos se embolsarían unos 360 millones cada uno, una cantidad nada despreciable, que se sumarían a una generosa política de dividendos, pero mucho menor que la que hubiesen recibido hace unos años, cuando la acción de Naturgy llegó a cotizar por encima de los 29 euros. IFM, que lanzó la opa a 22,07 euros por acción descontados los dividendos, directamente pierde dinero con la cotización actual.
La alternativa podría servir para que la compañía incrementase su liquidez en Bolsa, que es precisamente uno de los elementos que ha pesado sobre su cotización últimamente. Esto tuvo su correlato en la exclusión de los índices MSCI, que impulsa que la empresa se deje un 23% en el año.
Frente al bloqueo reiterado de la vicepresidenta Tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, al plan Géminis para dar una solución al accionariado de Naturgy, en esta ocasión el propio Gobierno ha tratado con el de Abu Dabi para llegar a buen término, aunque impondrá claramente condiciones por tratarse de un grupo extracomunitario.
De hecho, ya se las impuso a IFM en su opa, la cual se comprometió a mantener los puestos de trabajo, la sede, las inversiones, a contener la deuda y el dividendo y a no promover la exclusión de Bolsa de la energética española. Actualmente, el Ejecutivo dilucida si BlackRock debe someterse al escudo antiopas por la adquisición de GIP.
Sin que sean casos comparables, el Gobierno de Pedro Sánchez marcó posiciones en el asunto de Telefónica sobre la inversión de Oriente Medio en empresas españolas. Aún no se ha pronunciado formalmente sobre la irrupción de la saudí STC en Telefónica, que se hizo, a diferencia de este caso, a espaldas del Gobierno, pero tomó la decisión de que el Estado, a través de la SEPI, haya entrado en el capital con un 5% (que quiere incrementar hasta el 10%) para blindar el núcleo español de decisión del grupo de telecos.
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