La caída del margen de intereses lastra los resultados de Wells Fargo
La entidad ganó 4.313 millones de dólares en el primer trimestre, un 8% menos que el año pasado
Los bancos estadounidenses repercutieron antes la subida de tipos de interés en los créditos que en los depósitos. Sin embargo, poco a poco la presión sobre el margen de intereses va aumentando. En el caso de Wells Fargo, la caída de ese margen de intermediación ha provocado un descenso del 8% en los beneficios consolidados atribuibles de la entidad en el primer trimestre del ejercicio, hasta los 4.313 millones de dólares, según ha comunicado a la Comisión de Valores y Bolsa (la SEC) de Estados Unidos. Las acciones de la entidad han reaccionado ligeramente a la baja.
El margen de intereses del banco con sede en San Francisco se situó en 12.227 millones de dólares en el primer trimestre, un 8% menos que un año antes. La entidad lo atribuye al impacto de la subida de los tipos de interés en los costes de financiación, incluido el impacto de la migración de los clientes a productos de depósito de mayor rentabilidad, así como los menores saldos de préstamos, parcialmente compensados por los mayores rendimientos de los activos rentables.
Esa caída del margen de intereses ha lastrado los ingresos de la entidad que, pese a todo, crecen un 1% hasta 20.863 millones de dólares, gracias a la buena marcha de las comisiones. “Nuestros nuevos productos siguieron impulsando un fuerte gasto en nuestras tarjetas, y nuestras inversiones en talento y tecnología en los negocios de banca corporativa y de inversión ayudaron a impulsar el crecimiento basado en comisiones”, ha indicado Charlie Scharf, consejero delegado de la entidad, a través de un comunicado.
El banco registró 1.157 millones de dólares en deterioros netos, de los que 187 millones corresponden al sector inmobiliario comercial. El director financiero, Mike Santomassimo, declaró en febrero que la cartera de inmuebles comerciales de la entidad “parece bastante buena en la mayoría de los casos”, pero advirtió de que los problemas en este ámbito tardarán en resolverse.
Los gastos, un componente clave del plan de Scharf para dar un giro a la entidad, se situaron en 14.300 millones de dólares, peor de lo que esperaban los analistas. Aumentaron un 5%, impulsados por un cargo de 284 millones de dólares por una aportación especial adicional a la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC) derivada de las quiebras y rescates de bancos regionales de hace un año y por mayores gastos en tecnología y equipos, parcialmente compensados por el impacto de las iniciativas de eficiencia, incluidos los menores gastos en servicios profesionales y externos.
Scharf ha calificado de “hito importante” la terminación de una de las medidas especiales tomadas por los supervisores en 2016 con respecto a la mala conducta en las prácticas de ventas. “El cierre de esta orden es un importante paso adelante y es la confirmación de que hoy operamos de manera muy diferente en torno a las prácticas de ventas. Es la sexta medida de ejecución contra Wells Fargo que nuestros reguladores han cerrado desde 2019. El trabajo de riesgo y control restante sigue siendo nuestra principal prioridad y no estaremos satisfechos hasta que todo el trabajo esté completo”, indicó en un comunicado.
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