Criteria lanza un salvavidas a Reynés al votar a favor de la política salarial de Naturgy
La empresa saca adelante su informe anual de remuneraciones con el 76% de los votos, menos que otros puntos pero muy por encima del año pasado, cuando Criteria se abstuvo. Los accionistas muestran su preocupación por la caída en Bolsa
La cúpula de Naturgy, con Francisco Reynés a la cabeza, ha salvado este martes una junta de alto voltaje. La energética ha sacado adelante este martes, con el apoyo de Criteria (el brazo inversor de CaixaBank y el mayor accionista de la compañía), su informe anual de remuneraciones. La antigua Gas Natural Fenosa ha logrado el 76% de votos a favor, lejos de los niveles de aprobación a otros puntos del orden del día pero muy por encima del 62% de hace un año. Tras varios días de tensión, y con la falta de apoyo de varios inversores relevantes y de las firmas de asesoría de voto también en contra, la aprobación de este punto cobra especial valor.
Por si quedaban dudas, el holding financiero se ha encargado este martes de resolverlas. “CriteriaCaixa quiere reafirmar su compromiso como inversor de largo plazo con el proyecto industrial de Naturgy, compañía de la que es primer accionista desde hace décadas”, apunta en un comunicado publicado poco después del mediodía. “Reiteramos nuestro apoyo explícito al plan de transformación en el que está inmersa la compañía, liderado por el equipo directivo que encabeza su presidente ejecutivo, Francisco Reynés”. Un respaldo que, agrega, “se ha visto refrendado con el voto positivo por parte de CriteriaCaixa a los distintos puntos del orden del día de la junta general de accionistas celebrada por la compañía, incluyendo el voto consultivo en relación con el informe anual sobre las remuneraciones de los miembros del consejo”. Hace un año, Criteria se abstuvo en ese punto, mandando un claro aviso a navegantes.
La retribución de la alta dirección de Naturgy —Reynés ganó 5,47 millones de euros el año pasado— ha sido, también, uno de los puntos clave en el turno de preguntas de la junta. En respuesta a un minoritario, el jefe de la energética se ha limitado a afirmar: “No soy yo quien me subo o no el sueldo a mí mismo. En 2023, pese a ser el año de mayores ganancias de la compañía, mi retribución ha sido un 7% inferior”. La satisfacción de la empresa, no obstante, es más que evidente: en los últimos días, el riesgo de un voto contrario a su política retributiva había crecido con fuerza.
El segundo asunto que ha permeado el cónclave anual de accionistas, celebrado este martes en Madrid, ha sido la pérdida de valor en Bolsa en los últimos meses. El pasado 13 de febrero, los dueños de Naturgy se llevaron un jarro de agua fría que aún hiela. La exclusión de la energética de los índices MSCI, por su bajo capital flotante, aceleraba un severo castigo que en realidad había comenzado antes y que aún no ha terminado: en lo que va de año, se deja la cuarta parte de su valor en Bolsa. Esa sangría, que contrasta con la buena evolución de la empresa en lo puramente operativo (beneficios y dividendo), ha centrado las preocupaciones de algunos minoritarios.
“Compré acciones a 25 euros y ahora cotizan a 20. Cotizamos peor de lo que cotiza Endesa, Iberdrola o Repsol″, disparaba este martes uno de los pequeños accionistas, comparando la situación bursátil de Naturgy con la de otras grandes empresas del sector en España. Pese a que la dirección de la primera gasista y tercera eléctrica del país dio por zanjada la fuerte caída en su valoración a finales de febrero, desde entonces —aunque amortiguado—, el descenso ha continuado: desde entonces, la acción ha pasado del entorno de los 22 euros a poco más de 20. Hoy capitaliza menos de 20.000 millones, lejos de las cotas de un año atrás.
El presidente ejecutivo, Francisco Reynés, ha reconocido que, en tanto que “el hecho de pertenecer a los índices más líquidos del mercado de valores, que son los MSCI, tienen una correlación directa en la cotización de Naturgy respecto a las de otras” compañías del sector, “la exclusión se ha notado en la evolución de nuestras acciones”. “Estos índices están relacionados con el capital flotante de cada compañía y, en los últimos ocho años, el de Naturgy ha tenido una evolución claramente decreciente. Ese ha sido el detonante de la exclusión de dichos índices”.
No obstante, Reynés se ha esforzado en mostrar la contracara de esta realidad, que le ha penalizado en Bolsa: “El capital flotante es reflejo de que hay accionistas institucionales muy relevantes que confían en el futuro de la compañía”, ha afirmado al tiempo que desligaba la política de remuneración al accionista de esta senda a la baja en el parqué. “La política de dividendos no tiene nada que ver con la capitalización, sino con los resultados. El dividendo de 2024 estará sometido a dos consideraciones: resultados y mantener el rating financiero. Por ninguno de los dos motivos creemos que vaya a bajar”, ha confiado.
Otro asunto que ha planeado en la junta, aunque con menor intensidad que hace unos meses, ha sido la designación fallida, el año pasado, de un consejero delegado que comparta las funciones ejecutivas con Reynés. “Tanto la comisión de nombramientos y retribuciones como el consejo son quienes deciden cuál es la estructura adecuada, y la que hay es la que se cree adecuada”, ha dicho el máximo responsable de Naturgy.
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